Los murciélagos huyen de la luz de la Luna, y si se ven expuestos a ella, se esconden en las sombras, según un nuevo estudio.
Científicos
en México analizaron estudios sobre el comportamiento de esos animales
en distintos puntos del planeta en busca de pistas sobre la llamada
'fobia lunar' o 'fobia a la Luna'.
Los investigadores descubrieron que la actividad de los murciélagos disminuye en las noches iluminadas.
El
cambio puede deberse a que en las noches brillantes es menos abundante
el alimento y aumenta el riesgo de ser hallado por depredadores.
El
trabajo es 'la primera evaluación confiable del fenómeno de la fobia
lunar', según sus autores, los investigadores mexicanos Romeo Saldaña
Vázquez, del Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la Universidad
Nacional Autónoma de México, en Morelia, y Miguel Munguía Rosas, del
Departamento de Ecología Humana del Centro de Investigación y Estudios
Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, en Mérida.
Fases lunares
El
estudio se basó en una vasta gama de investigaciones sobre el
comportamiento de los murciélagos y su respuesta a la luz de la Luna.
La
evidencia en torno a la reducción de actividad con la mayor intensidad
de luz era contradictoria y eso llevó a los científicos a abocarse al
estudio, señaló Saldaña Vázquez.
'El efecto de la luz lunar sobre
la actividad de los murciélagos no había sido revisada a pesar de la
acumulación de información durante 20 años en diferentes partes del
mundo', agregó el investigador.
Basándose en datos sobre 26
especies en 11 estudios, los científicos usaron un modelo para comparar
la actividad de murciélagos en diferentes latitudes y hábitats durante
diversas fases lunares.
Los investigadores concluyeron que la
fobia lunar es común entre los murciélagos y que la reducción de
actividad dependía también del tipo de hábitat.
La disminución de la actividad era menor en hábitats donde los murciélagos podían seguir buscando alimentos en lugares oscuros.
Las
especies que vuelan sobre arroyos o lagos mostraron considerablemente
más fobia lunar que aquellas en hábitats menos abiertos, según el
estudio.
Excepción
Los autores señalan que la reducción en
actividad puede deberse a que en estos sitios abiertos e iluminados
aumenta la probabilidad de ser detectado por depredadores. Otro factor
podría ser la disminución en la cantidad de alimento en sitios con mayor
luz.
Una excepción a esta constatación es el comportamiento de
las especies que vuelan por encima de la copa de los árboles. Estos
murciélagos parecen no disminuir su actividad durante noches brillantes,
algo que podría explicarse según Saldaá Vázquez por el hecho de que se
trata de especies que vuelan a gran velocidad y viven en climas
templados donde hay menos depredadores.
Los investigadores esperan
que su trabajo impulse nuevos estudios. Evaluar la densidad en las
poblaciones de presas y depredadores, por ejemplo, podría ofrecer pistas
sobre los posibles mecanismos detrás de la evolución de los diferentes
comportamientos ante la luz lunar, señaló el científico.
El estudio fue publicado en la revista Mammalian Biology.
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