Los premios y el periodismo especializado rescatan de la agenda informativa las noticias de medio ambiente desplazadas por la actualidad económica y política, han coincidido en señalar hoy a EFEverde los galardonados por la Fundación BBVA por su trabajo en Conservación de la Biodiversidad durante 2011.
"Ponen voz al trabajo conservacionista y ayudan a continuar en
la misma senda", han abundado Amiro Pérez-Leroux, director regional para
América Latina de Birdlife International; Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo; y Araceli Acosta, periodista ambiental, a quienes se ha reconocido su "compromiso con la naturaleza".
En
sus tres categorías, España, Latinoamérica y Sensibilización y Difusión
del Conocimiento, los premios de Conservación de la Biodiversidad
(BIOCOM) promueven desde 2004 "la convivencia entre la sociedad humana y
la naturaleza" y la protección del entorno común.
"Nuestra
obligación es contar a la sociedad lo que hacemos y la información
sensibiliza y acerca a nuestro trabajo. Además, una sociedad consciente
de los problemas ambientales presiona a los políticos y espera
resultados", ha dicho Palomero.
Pérez-Leroux ha añadido que, por
otra parte, los premios respaldan y dan mayor exposición a una labor
para la que hace falta el compromiso y colaboración de todos.
"La
protección de la naturaleza requiere un esfuerzo de colaboración
mundial, uno solo no puede", ha señalado el biólogo dominicano, afincado
en Quito, donde está la sede regional de Birdlife, la mayor alianza
mundial de organizaciones conservacionistas, con presencia en 117
países.
Ha sido su programa de identificación de áreas importantes para las aves (IBA,
por su denominación en inglés), con el que han identificado 2.345
puntos en América durante los últimos quince años, el que ha merecido la
atención de la FBBVA.
Esos "puntos calientes", subraya la
Fundación, se han convertido en referencias esenciales para diseñar
estrategias de conservación compatibles con otros proyectos de
desarrollo.
"América es el continente de las aves, con una
presencia de más de 4.000 especies de las 10.000 que se estima que hay
en todo el mundo y el conocimiento que aporta la región puede
exportarse", ha explicado Pérez-Leroux.
"Las aves son el primer
paso de conservación de un entorno. Si se protege la especie, se
beneficia el bosque, el agua y todos los recursos naturales", ha
subrayado a EFEverde, tras declararse enamorado de los colibríes, de los
que solo en Ecuador, hay 80 especies diferentes.
También el oso pardo del cantábrico español, por cuyas "patrullas"
de protección recibe el galardón la Fundación que lleva su nombre, es
una especie "paraguas", ha recalcado Guillermo Palomero, convencido de
que la conservación del popular plantígrado es una influencia positiva
para todo su hábitat.
"Si hay osos, hay naturaleza de calidad", ha
anotado Palomero, para quien el oso pardo "es un aliado del desarrollo
local, promueve el turismo rural y la protección del entorno, con
equilibrio y buenos acuerdos", entre los que participan, incluso, los
cazadores.
De temas como estos le ha tocado escribir a Araceli
Acosta, premio BIOCOM de Difusión, por el "impacto" de su trabajo
durante quince años en el diario ABC.
"A mí me especializaron.
Dedicarme al medio ambiente fue un poco casualidad y no soy científica
ni militante ecologista, pero me apasiona mi trabajo y soy creyente.
Creo que entre todos podemos aspirar a un mundo mejor", ha confesado a
EFEverde la periodista.
Hay que insistir, ha reconocido, para que
pronto haya "buenas noticias" de ciencia y medio ambiente en las
portadas de los diarios y conjurar la crisis que afecta a la profesión.
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