Pregunta. El trasvase Júcar-Vinalopó está proyectado desde 1998 ¿Por qué cuesta tanto concretarlo?
Respuesta. El trasvase estaba previsto inicialmente
desde Cortes de Pallàs. Pero los regantes del Júcar vimos que el
gobierno autonómico nos estaba engañando. Estamos muy agradecidos a
Cristina Narbona (exministra de Medio Ambiente y responsable del cambio
de toma del trasvase). Ahora es un trasvase que está apoyado por
ecologistas, por los regantes y por todo el mundo. Y nunca hablaremos de
una segunda toma, nos tendrán siempre en contra en este tema. Para
regar, la calidad del agua sobra. Nosotros estamos regando desde hace
800 años con esa agua. Por otra parte, la Generalitat ha puesto todas
las trabas que ha podido y más. Hoy, la presidenta de la Confederación
Hidrográfica del Júcar (CHJ), María Ángeles Ureña, ha puesto un poco de
orden en el trasvase y ha impulsado el uso de la balsa de San Diego. Ha
sido un acierto nombrarla a ella y no a José María Benlliure (exdirector
general de Agua).
P. La sequía ha reaparecido tras años húmedos ¿Teme que el debate sobre el agua se vuelva a radicalizar?
R. Tendremos agua si la racionamos. La sequía pone a
cada uno en su sitio. La balsa de San Diego [la Junta Central de
Usuarios del Vinalopó] no quería usarla y ahora sí quiere. Y llegará el
otoño y podrán llevarse los 80 hectómetros cúbicos del Júcar.
P. ¿Qué cantidad de agua se podría trasvasar en un año seco como este?
R. A partir de septiembre en el azud de la Marquesa
siempre hay algo de agua. Y si nuestras necesidades están cubiertas,
habrá para trasvasar.
P. ¿Es apta el agua de la balsa de San Diego?
R. Si nosotros la utilizamos ¿por qué no va a ser apta para ellos?
P. ¿Son asumibles las tarifas para los regantes?
R. No lo tengo claro. El precio varía para los
distintos regantes. Los riegos tradicionales del Júcar, por ejemplo,
están exentos de cánones y tasas durante los próximos 48 años.
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