 El proyecto gasístico al que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente acaba de dar el visto bueno en Doñana contempla 14 pozos de extracción y una red de tuberías de 70 kilómetros de longitud. La empresa promotora del proyecto, Gas Natural Fenosa,ha
 sostenido este miércoles que, de los 70 kilómetros de gasoductos, 20 
serán de nueva construcción. En los 50 restantes, lo que pretende hacer 
esta compañía es sustituir las canalizaciones de gas ya existentes por 
nuevas tuberías, que tendrían un diámetro de entre seis y 12 pulgadas 
(es decir, entre 15,24 y 30,48 centímetros).
El proyecto gasístico al que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente acaba de dar el visto bueno en Doñana contempla 14 pozos de extracción y una red de tuberías de 70 kilómetros de longitud. La empresa promotora del proyecto, Gas Natural Fenosa,ha
 sostenido este miércoles que, de los 70 kilómetros de gasoductos, 20 
serán de nueva construcción. En los 50 restantes, lo que pretende hacer 
esta compañía es sustituir las canalizaciones de gas ya existentes por 
nuevas tuberías, que tendrían un diámetro de entre seis y 12 pulgadas 
(es decir, entre 15,24 y 30,48 centímetros).
Este proyecto —que ha contado con el visto bueno de la Junta de 
Andalucía y del Consejo de Participación de Doñana— ha levantado las 
críticas de los grupos ecologistas. WWF y SEO/Birdlife presentaron alegaciones contra esta actuación, cuya tramitación todavía está pendiente de la Administración andaluza y central.
Juanjo Carmona, representante de WWF en Doñana, ha criticado que el departamento de Miguel Arias Cañete
 haya permitido que el proyecto se trocee en su tramitación ambiental. 
Su organización quiere llevar este asunto a la Comisión Europea.
Las declaraciones de impacto ambiental se han ido publicando por capítulos en el Boletín Oficial del Estado
 esta semana. En dos de estas declaraciones se permite a Gas Natural 
acometer actuaciones dentro de los límites del espacio natural de 
Doñana, no en el parque nacional (la zona de máxima protección).
Una portavoz de la compañía ha asegurado que de los 70 kilómetros de 
conducciones de gas, 46 estarían dentro del espacio natural. Y, según 
estas mismas fuentes, 15 kilómetros serían de nueva construcción y, por 
lo tanto, trazado. En el caso de los 14 pozos para la extracción del 
gas, cinco serían nuevos. Y, de esos cinco, tres estarían dentro de los 
límites del espacio natural.
A la polémica ante este proyecto ha contribuido que Felipe González, consejero de Gas Natural, presidiera el Consejo de Participación de Doñana hasta hace solo un mes y medio.
La extracción de gas en Doñana lleva realizándose desde hace décadas.
 El problema para WWF es que el proyecto autorizado por el ministerio 
"consolidará" una actividad industrial que debería desaparecer de este 
espacio protegido, donde, entre otras muchas especies, resiste el lince 
ibérico, un felino en peligro de extinción cuya defensa está fuertemente
 respaldada por Europa a través del programa Life.
Petroleum Oil Gas-España, filial de Gas Natural, tiene previsto 
extraer de los yacimientos de Doñana 7.000 gigavatios hora de gas. La 
empresa ha señalado que en "ningún momento se utilizará el fracking", la polémica técnica de fractura hidráulica de la roca para extraer gas o petróleo.
El proyecto contempla una segunda fase en la que las cavidades que 
quedasen libres tras las extracciones se utilizarían para el 
almacenamiento de gas, algo que también despierta los recelos de los 
grupos ecologistas. Gas Natural prevé invertir 200 millones de euros. El
 plazo de ejecución de las obras es de tres años, pero la compañía tiene
 que completar toda la tramitación antes. Entre los que se tienen que 
pronunciar está la Junta de Andalucía, que este miércoles ha sostenido 
que estará "vigilante" para que se respete la protección de Doñana. En 
las manos de la Administración regional está emitir un informe negativo 
de afección a la Red Natura 2000, lo que bloquearía el proyecto.
 

 
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