Poner el impresionismo en perspectiva y mostrar la evolución a lo largo del siglo XIX de la pintura al aire libre es el objetivo de la exposición que el Museo Thyssen de Madrid dedicará a partir del 5 de febrero al "Impresionismo y aire libre. De Corot a Van Gogh".
 Así lo señaló durante una entrevista con Efe el director 
artístico del museo, Guillermo Solana, para quien se trata de una 
exposición novedosa ya que no se ha estudiado en una monográfica "el 
tema del aire libre", siendo este "el corazón del impresionismo".
Así lo señaló durante una entrevista con Efe el director 
artístico del museo, Guillermo Solana, para quien se trata de una 
exposición novedosa ya que no se ha estudiado en una monográfica "el 
tema del aire libre", siendo este "el corazón del impresionismo".
Cuando
 en 1874 se inauguró la Primera Exposición Impresionista, la pintura al 
aire libre tenía ya casi un siglo de vida, hecho que se podrá apreciar 
en la muestra a través "de las muchas visiones precursoras que se 
anticiparon al impresionismo".
De fin del XVIII al XX
Para ello, se han seleccionado ciento dieciséis obras de paisajistas de finales del siglo XVIII hasta expresionistas del XX.
Para ello, se han seleccionado ciento dieciséis obras de paisajistas de finales del siglo XVIII hasta expresionistas del XX.
Desde
 los iniciadores de los estudios al óleo al aire libre, como 
Pierre-Henri Valenciennes o Thomas Jones, "un artista muy interesante, 
poco conocido en España con obras difíciles de conseguir", hasta 
pintores como Turner, Constable, Corot, Rousseau, Courbet, Monet, 
Sisley, Renoir, Seurat, Van Gogh, Cézanne o Sorolla, entre otros muchos 
imprescindibles, como Carlos de Haes, "fundador del paisajismo español 
al aire libre".
La naturaleza como estudio
Los
 impresionistas "utilizaban como eslogan, como caballo de batalla, que 
ellos no tenían estudio, lo cual no era cierto. Se jactaban que siempre 
pintaban en medio de la naturaleza y en esta exposición se podrá ver que
 hay pioneros, avanzados, a los que ponemos a dialogar con los 
impresionistas".
Este diálogo se ha planteado en el recorrido a 
través de una iconografía del paisaje: ruinas, azoteas y tejados; rocas;
 montañas; árboles y plantas; cascadas, lagos, arroyos y ríos; cielos y 
nubes y el mar. Estos dos últimos motivos: el celaje y el mar, son "los 
temas impresionistas por definición".
La organización por temas 
permite ver en cada capítulo como artistas de diferentes momentos 
afrontan un mismo tema. "El visitante, de un vistazo a la sala, obtiene 
una visión muy rica, muy variada de cómo a lo largo del siglo XIX hubo 
mucho interés por la naturaleza pero, a la vez, cómo los estilos 
cambiaron mucho".
Observar las enormes diferencias o similitudes 
que puede haber en la captación del mismo fenómeno de la naturaleza, así
 como la interrelación que existe entre pintores que a priori poco 
tienen que ver es uno de los objetivos de la exposición.
Artistas 
como Corot (París,1796-1875) y Constable (East Bergholt, Gran 
Bretaña,1776-Londres,1837) extendieron la práctica de la pintura del 
natural al conjunto de su producción.
Paisaje con cielos de color rosa
"Corot
 influyó en los impresionistas, que le admiraban mucho. Van Gogh, en sus
 últimos años, recordaba siempre las palabras de Corot días antes de su 
muerte en las que afirmaba que había visto en sueños paisajes con los 
cielos todos rosa. "Esto le parecía a Van Gogh como una profecía del 
color intenso en el paisaje moderno", en opinión del director artístico 
del Thyssen.
Para Solana existen diferentes maneras de interpretar
 la salida al aire libre. Una científica, "en la que se afirma que los 
pintores salen para observar la naturaleza de cerca, los árboles, la 
montañas o la luz casi con precisión científica, como un experimento".
Existen
 otras más románticas, como la idea de que hay que vivir en lo que se 
pinta "que hay que entrar en una comunión con la naturaleza para poder 
pintar paisajes". Esto se desarrolla desde los pioneros del siglo XVIII,
 hasta pintores expresionistas como Holder o Nolde.
Coincidiendo 
con esta muestra, abierta hasta el 12 de mayo, el Thyssen inaugurará el 9
 de abril "Hiperrealismo 1967-2012", una exposición sobre un tema no muy
 conocido, que Guillermo Solana espera "sea un éxito" y "más popular, 
con artistas más cercanos a nosotros que interesan mucho a un público 
más joven". EFEverde
 

 
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