De acuerdo con
el doctor Agustín Conde Gallardo, investigador del Departamento de
Física del Cinvestav, dichos materiales posibilitarán la detección de
gases altamente perjudiciales para la salud
ECOticias
Especialistas del Centro de Investigación y de Estudios
Avanzados (Cinvestav) desarrollaron materiales que funcionan como
indicadores de los niveles de toxicidad de los gases en el ambiente.
Estos insumos podrían ser implementados en dispositivos portátiles
para su uso personal.
De acuerdo con el doctor Agustín Conde Gallardo, investigador del
Departamento de Física del Cinvestav, dichos materiales posibilitarán la
detección de gases altamente perjudiciales para la salud, sobre todo
de aquellos con propiedades incoloras e inodoras.
Los materiales sintetizados a partir de óxido de cromo y óxido de
titanio logran detectar gases tóxicos debido a sus altas propiedades de
adsorción (proceso que permite que átomos o moléculas de los gases
sean retenidos en la superficie del material).
“Una vez que películas de óxido de cromo y óxido de titanio entran
en contacto con los gases, éstas cambian radicalmente sus propiedades
eléctricas. Ello es aprovechado posteriormente por un sistema
computacional que analiza esa transformación e indica la presencia de
sustancias peligrosas”, explicó Conde Gallardo.
El titular de la investigación señaló que aunque en otros países se
han efectuado líneas de investigación similares con el óxido de cromo y
el óxido de titanio, la particularidad de la investigación del
Cinvestav reside en que estos materiales han sido “impurificados” con
flúor, lo que provoca que cambien sus propiedades eléctricas ante la
presencia de gases. “Ello potencializa la detección de los elementos
volátiles peligrosos a la salud humana”, destacó el científico.
Para comprobar la funcionalidad de los materiales (en forma de
películas), el grupo de investigadores del Cinvestav diseñó una cámara
de metal cilíndrica con una boquilla en la parte externa, por donde es
introducido (de manera controlada y en bajas concentraciones) el gas
tóxico a detectar. En el interior del dispositivo se encuentran las
películas de cromo y titanio impurificadas con flúor, mismas que se
encuentran conectadas a una interfaz de medición de resistencia
eléctrica superficial que señala los niveles de toxicidad.
El doctor Conde Gallardo afirma que esta cámara podría desarrollarse
en forma de dispositivos cada vez más pequeños hasta llegar al tamaño
de un teléfono celular o una pequeña cámara fotográfica, lo que
facilitaría su uso personal. A raíz del desarrollo de los dos
materiales, el grupo de investigación del Cinvestav ha iniciado la
gestión del registro de las patentes correspondientes ante el Instituto
Mexicano de la Propiedad Industrial. (Agencia ID)
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