Contemplar a dos metros a una osa amamantando a sus tres crías, tocar el lomo, las orejas y el cuerno de un rinoceronte de 2.000 kilos o ver cómo una elefanta es curada como si de una persona se tratara son sensaciones que desde ahora cualquier persona puede vivir en el Parque de Cabárceno (Cantabria).
"Visita salvaje" es el nombre al que este parque de 750
hectáreas, en el que viven en semilibertad 121 especies -todas en
peligro de extinción-, ha dado a una iniciativa con la que quiere
acercar los animales salvajes a las personas y dar a conocer cómo día a
día se les cuida.
El jefe de veterinarios del parque, Santiago Borragán, es también ahora guía de esta "Visita salvaje",
que ha hecho hoy Efe y que permite sentir, en unas ocho horas, desde
ternura, al ver a una osa dar de mamar a sus crías, hasta respeto por
estar en un recinto con ochenta osos, de casi 300 kilos la mayoría -eso
sí, dentro de un vehículo Land Rover-.
A parte de ternura,
respeto, alegría o sorpresa, lo que más llama la atención de esta
"visita", sobre todo a los amantes de los animales, es acercarse y tocar
a una de esas especies que, sin este tipo de recintos, quizá en poco
tiempo no se vuelva a ver. Y tocarla como algo inaudito, porque ni en un
safari en África, un turista tiene el "lujo" de palmear a un
rinoceronte y hacerle cosquillas en una oreja.
En Cabárceno sí se
puede hacer eso, y todos los días lo hacen los dos cuidadores de los
tres rinocerontes blancos del parque -dos hembras y un macho-, que
durante meses han enseñado a los animales que su cercanía solo supone
una mejora de su salud.
Santiago Borragán explica que anestesiar a
un animal para tratarle de una lesión o una herida siempre contrae un
"riesgo" que Cabárceno intenta evitar y, por ello, trabaja enseñando a
los animales, con un premio a cambio, a realizar diversos movimientos
que permiten al cuidador tratarles de su dolencia.
La elefanta Brisa
Así, hoy, "Brisa", una de las integrantes de la mayor manada de
elefantes africanos en cautividad de Europa -la que se encuentra en
Cabárceno- ha podido introducir su pata por una rendija de una valla de
protección del recinto de animales para que su cuidador la echara una
crema que evite infecciones por las quemaduras que tiene.
No ha
sido un ejercicio fácil conseguir que una elefanta levante su pata y la
introduzca por un agujero de un metro por un metro, y menos si la pata
es una de las de atrás y la herida está en la cara interna de la misma.
Pero, tras mucho trabajo, "Brisa" lo ha hecho y hoy su cuidador ha
podido tratarla con una facilidad "pasmosa" si se tiene en cuenta que
este animal pesa unos 4.000 kilos y es "salvaje".
El jefe de los
cuidadores de Cabárceno recuerda que nunca hay que olvidar que los
animales del parque son "salvajes" y de que una reacción supone un
peligro, incluso con las jirafas que, aunque parecen muy dóciles, son
animales "muy complicados" que se sienten superiores, porque no tienen
depredadores y "van a su rollo".
Como en los documentales
En la "Visita salvaje" las jirafas cogerán de tu mano zanahorias con su enorme lengua, las cebras Grevy se pelearán porque les des pan, y sentirás el peso de un águila calva -la conocida por el sello de los Estados Unidos- en tu brazo o, incluso, harás de cetrero y recogerás al vuelo a un águila escudada.
En la "Visita salvaje" las jirafas cogerán de tu mano zanahorias con su enorme lengua, las cebras Grevy se pelearán porque les des pan, y sentirás el peso de un águila calva -la conocida por el sello de los Estados Unidos- en tu brazo o, incluso, harás de cetrero y recogerás al vuelo a un águila escudada.
Y con esta iniciativa, en la que posiblemente se vivan momentos
que solo se ven en los documentales, también habrá la oportunidad de
mirar a los ojos a uno de los gorilas mas "cabales" que puede haber en
cautividad, "Niki", y quizá, si finaliza la cuenta atrás, contemplar a
su segunda hijo, el que aún espera la hembra "Moja".
Hoy "Moja"
estaba ya pesada, tumbada y con el rostro de una "madre" que quiere
pronto ver a su bebé -está "fuera de cuentas"-, una nueva alegría de
Cabárceno, que se espera más exitosa que con el primer gorila nacido en
el parque, que falleció a los pocos días de nacer.
Solo cuatro
personas al día tendrá la oportunidad de realizar esta "Visita salvaje" o
esta "aventura", que busca el respeto a los animales y a la que uno se
puede apuntar en promocion@cantur.com o en el 942 208 596. EFEverde
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