La muerte del "Solitario Jorge", el último ejemplar de tortuga gigante de la especie Chelonoidis Abingdoni y que en los últimos 40 años fue el icono de las islas ecuatorianas de Galápagos, ha dejado de herencia la esperanza de que sí es posible conservar el planeta.
Esa es una de las conclusiones a las que llegan dos personajes
íntimamente ligados a la vida del quelonio, el guardaparques Fausto
Llerena, que lo cuidó desde 1983, y Stuart Banks, director de la
Estación Científica "Charles Darwin", con sede en el archipiélago.
"Es
una pérdida grande para el personal, para el Parque Nacional Galápagos
(PNG), para la provincia de Galápagos y para todo el mundo", remarcó a
Efe Llerena, un guardia de la reserva insular de 71 años de edad que se
considera "el padre" de "Jorge" o "George".
No acudió, como todos los días, al encuentro de su cuidador
El pasado domingo, cuando fue a verlo, Llerena notó que el quelonio, de más de cien años, no fue a recibirlo como siempre ni acudió a su llamado. Lo encontró muerto en un sitio de su corral del Centro de Reproducción y Crianza de Tortugas, en la Isla Santa Cruz.
En un mundo donde el hombre y su progreso han
conquistado casi todos los espacios, conocer de la extinción de una
especie natural es algo lamentable, pero es casi una tragedia "verlo con
los propios ojos", comentó a Efe Llerena, que guarda luto y deja
deslizar lágrimas al recordar a su tortuga.
Como para sobrellevar
la conversación, recuerda que en el Centro de Reproducción hay setenta
tortugas adultas y más de mil pequeñas, nacidas en cautiverio y con los
mejores cuidados, aunque ninguna de ellas como "Jorge", cuyo cuerpo será
embalsamado para presentarlo en un museo en Isla Santa Cruz.
"Le
cuidaba (a diario), le alimentaba, hacía la limpieza" de su espacio y
algunos sábados o domingos "le visitaba para ver cómo estaba... Ahora ya
no hay quien nos reciba en la puerta" del corral, comentó Llerena que,
aunque sabía que este momento llegaría, nunca se preparó para ello.
"Me
reconocía perfectamente, me seguía y cuando uno se ponía de pie, él
también, alzaba el cuello y abría la boca, como que quería decir algo
pero yo no le entendía", prosiguió.
Emblema del mundo científico
Para
Stuart Banks, de la Estación "Charles Darwin", la muerte del "Solitario
Jorge" afecta en mayor medida a quienes estaban más cerca de él, aunque
es una pérdida lamentada en todo el planeta, sobre todo en el mundo
científico, que lo veía como un emblema.
"Jorge era muy emblemático, pero hay un montón de otras especies que
están amenazadas", señaló Banks, quien asegura que "es importante tener
estos iconos" para continuar con el trabajo.
Y es que esa tortuga ha atraído a científicos a las Islas Galápagos, ubicadas a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador y que es Patrimonio Natural de la Humanidad.
Y es que esa tortuga ha atraído a científicos a las Islas Galápagos, ubicadas a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador y que es Patrimonio Natural de la Humanidad.
Por eso, Banks asegura que hay
un "lado positivo" en la muerte de "Jorge": "Son todos los programas
que se han llevado adelante para proteger y repoblar" de tortugas en las
diferentes islas del archipiélago.
También recordó que la
comunidad científica bregó por evitar la extinción de la especie de
"Jorge", que incluso tuvo un harén a su disposición, con hembras de una
subespecie muy similar a la suya.
Al final, los huevos de esas hembras no germinaron, aunque el proceso alcanzó avances que sí lograron ayudar a otras especies.
Esperanza para proteger el planeta
Incluso, en 2003, se habló sobre la posibilidad de que "Jorge" fuera
clonado, cuando el científico inglés Ian Wilmut, conocido como "el padre
de la oveja Dolly", visitó Ecuador.
Hasta ahora ese sigue siendo un debate en el mundo de las ciencias que no tiene tanto que ver tanto con la tecnología médica sino con la ética.
Hasta ahora ese sigue siendo un debate en el mundo de las ciencias que no tiene tanto que ver tanto con la tecnología médica sino con la ética.
Por eso es que para Banks
la muerte de "Jorge" deja un mensaje claro: "Hay esperanza, se pueden
tomar acciones necesarias (...) para proteger el planeta. Eso sí es
posible", tal como se ha demostrado con la repoblación de las tortugas
gigantes y otras especies en las Galápagos.
"Todos tenemos que
hacer algo para cuidar el planeta" y ese "es el mensaje de Jorge",
apostilló el director de la Estación Científica "Charles Darwin".
EFEverde
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