Un
grupo de investigadores nipones ha dado con una nueva falla,
aparentemente activa, en el lecho marino en la costa oriental de Japón,
cerca de la región de Kanto, donde se sitúa Tokio, la capital, desveló
hoy la cadena pública NHK.
El hallazgo puede aportar nuevas pistas sobre los mecanismos
detrás de terremotos pasados y futuros en esta región, que con más de 42
millones de habitantes cuenta con una de las mayores densidades de
población del mundo.
El equipo de investigadores de la Universidad
de Hiroshima, liderados por el Doctor Takashi Nakata, considera que la
falla está aparentemente activa y que pudo haberse formado a raíz del
gran terremoto de Kanto de 1923, que mató al menos a 100.000 personas en
Tokio y en varias localidades circundantes.
Con ayuda de un
sónar, el grupo sondeó el fondo marino a unos 1.200 metros de
profundidad y localizó la falla el pasado 20 de noviembre, a unos 20
kilómetros de la península de Miura, en la provincia de Kanagawa.
La
falla consta de un acantilado de entre 5 y 8 metros, en el cual se han
identificado protuberancias que se cree que han sido formadas por el
movimiento del fondo marino.
Se sitúa a lo largo de una depresión
conocida como la Fosa de Sagami, en la que una placa oceánica (la del
Mar de Filipinas) se desliza por debajo de una placa continental (la
Norteamericana).
La fricción entre estas dos placas puede
ser responsable del gran número de terremotos registrados en la región,
incluido el gran seísmo de 1923. EFE
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