La economía española es todavía energéticamente ineficiente en lo referente a la modalidad de desplazar viajeros y mercancías, según muestra el octavo informe "Sostenibilidad en España 2012", que realiza anualmente el Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE).
En uno de sus capítulos, el informe
pormenoriza la situación del transporte en España y su incidencia en el
medio ambiente, y alerta de que el transporte urbano es responsable de
casi una cuarta parte de las emisiones de CO2 y del 6 % de los
accidentes de circulación.
Como consecuencia, se plantea la
eliminación progresiva de los vehículos de "propulsión convencional" en
el entorno urbano, "para lograr no solo una reducción significativa de
la dependencia del petróleo, sino también de los gases de efecto
invernadero, la contaminación atmosférica local y la contaminación
acústica", según el informe.
A consecuencia de este escenario, en
2011, se publicó "El Libro Blanco: Hoja de Ruta hacia un espacio único
europeo de transporte por una política de transporte competitiva y
sostenible", con diez objetivos a cumplir.
Entre estos objetivos,
con un plazo de actuación para su cumplimiento, resaltan la reducción a
la mitad de los automóviles de "propulsión convencional" en el
transporte urbano para 2030, eliminarlos progresivamente en las ciudades
para 2050, y la transferencia a otros modos como el ferrocarril o la
navegación fluvial de aquí a 2030, el 30 % del transporte de mercancías
por carretera y para 2050 más del 50 % .
Ya la última información
sectorial disponible, relativa al año 2010, señala una notable reducción
en el sector de transportes, del orden del 4,5 % y su intensidad
energética continúa la tendencia descendente iniciada en el año 2004.
El
informe señala que la crisis económica ha sido la causante de esta
menor actividad del transporte, que ha favorecido al indicador de
intensidad energética del sector.
Además, durante 2011 se
experimentó un progresivo descenso tanto en el número de accidentes
mortales como en el número de víctimas mortales. Aunque la tendencia a
la baja en la siniestralidad se viene acusando desde el año 2000, ésta
ha sido más pronunciada desde 2004.
La crisis económica también
tuvo un impacto significativo en el tráfico ferroviario de mercancías. A
pesar de que se produjo un repunte importante en el ultimo año, los
niveles de 2010 todavía se mantuvieron inferiores a los que habían dado
en 2008. En el ámbito europeo la cuota modal del transporte ferroviario
es actualmente similar a los niveles anteriores a la crisis.
Por
países, España junto con Luxemburgo, Grecia e Irlanda fueron los que
tuvieron un menor porcentaje de transporte de mercancías por
ferrocarril. En el lado opuesto, Letonia con un 61,9 % fue el que más
utilizó este transporte, a pesar del descenso respecto al año anterior
en 8 puntos porcentuales de la intensidad del transporte de mercancías
por ferrocarril en este país.
Tras el análisis de la OSE, se puede
comprobar que la economía española es todavía energéticamente
ineficiente respecto a la modalidad de desplazar viajeros y mercancías,
incumpliendo el objetivo de la Política Común de Transporte de mejorar
el equilibrio modal para 2010.
No obstante, desde que se iniciara
la crisis económica, la intensidad energética del transporte de viajeros
y mercancías ha mostrado signos de mejora fundamentalmente como
consecuencia de la menor actividad del sector.
La OSE es un
organismo independiente, constituido en 2005, fruto de un convenio de
colaboración entre el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y
Marino, la Fundación Biodiversidad y la Fundación General de la
Universidad de Alcalá, en Madrid.EFEverde
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