jueves, 28 de noviembre de 2013

Análisis del desperdicio de alimentos

Aunque las pérdidas de alimentos se producen en todos los eslabones de la cadena de producción, distribución, comercialización y consumo, lo cierto es que, tal y como manifiesta el portavoz del MAGRAMA
ECOticias.
En la Unión Europa se despilfarran cada año 89 millones de toneladas de alimentos en buen estado. Pero, más allá del problema ético y nutricional que ello supone, el desperdicio de comida trae consigo un negativo impacto ambiental al convertirse en gases de efecto invernadero. De hecho, y según el Director General de Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Burgaz, los desperdicios alimentarios son culpables del 3 por ciento de las emisiones totales de CO2 en el ámbito europeo. “Es un problema de todos y todos tenemos que tomar conciencia y cambiar nuestro procedimiento de trabajo y de gestión”. Así lo aseguró en una entrevista a Radio Líder, en el marco del programa “Galicia al Natural”.
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Aunque las pérdidas de alimentos se producen en todos los eslabones de la cadena de producción, distribución, comercialización y consumo, lo cierto es que, tal y como manifiesta el portavoz del MAGRAMA, es en los hogares donde se origina más desperdicio, representando en torno al 40 por ciento.
De la cantidad total de desechos de comida que se arrojan a la basura en Europa, España aporta cerca de 8 millones de toneladas anuales (7,7 para ser más exactos), posicionándose como el sexto país en la lista de los 28.
Además de todo ello, no debe perderse de vista la repercusión económica para los bolsillos de los ciudadanos. “Estaríamos hablando de un impacto de 250 euros por persona y año en nuestro país”, manifestó Burgaz.
EN GALICIA SE DESPERDICIA MENOS
A nivel de comunidades autónomas, no se detectan grandes diferencias. “Nos moveríamos entre el 10 por ciento en las que más desperdician y el 6 por ciento en las que menos. Galicia se sitúa en el 7,7 por ciento”.
Fernando Burgaz desveló que, quizás, el perfil de hogar más proclive al desperdicio de alimentos es aquél que está conformado por dos personas de clase social media y en el que el cabeza de familia supera los 60 años de edad. “Estaríamos hablando de un tipo medio de hogar perteneciente a las Comunidades Autónomas de Madrid o Cataluña”, precisó.
A día de hoy, y sobre todo con motivo de la crisis que nos acecha con tanta virulencia, el derroche de alimentos constituye un tema que preocupa, y mucho. Es por ello que el Parlamento Europeo, consciente de esta problemática, instó a los países comunitarios, así como a los agentes de la cadena agroalimentaria, a que aborden urgentemente el problema y formulen directrices sobre vías de mejora. Y es precisamente en este contexto en el que se enmarca la Estrategia “Más alimento, menos desperdicio”, lanzada por el MAGRAMA el pasado mes de abril, incluyendo en la misma concursos tales como “Buen aprovecho”, que se dirigen a los consumidores, instándoles a elaborar recetas con restos de comidas, contemplando igualmente convocatorias específicas orientadas a cocineros profesionales.
Los premios correspondientes a estas iniciativas fueron entregados durante la “Semana de la Reducción de Residuos”, celebrada del 4 al 10 de noviembre, nutriéndose con actos dirigidos a la sensibilización de la población en su conjunto. También se editaron decálogos destinados a los centros escolares, instando a los pequeños a que se sirvan las raciones que realmente van a comer y a que hagan un uso razonable de la alimentación.

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