Aunque las
pérdidas de alimentos se producen en todos los eslabones de la cadena
de producción, distribución, comercialización y consumo, lo cierto es
que, tal y como manifiesta el portavoz del MAGRAMA
ECOticias.
En la Unión Europa se despilfarran cada año 89 millones de
toneladas de alimentos en buen estado. Pero, más allá del problema
ético y nutricional que ello supone, el desperdicio de comida trae
consigo un negativo impacto ambiental al convertirse en gases de efecto
invernadero. De hecho, y según el Director General de Industria
Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente, Fernando Burgaz, los desperdicios alimentarios son culpables
del 3 por ciento de las emisiones totales de CO2 en el ámbito europeo.
“Es un problema de todos y todos tenemos que tomar conciencia y cambiar
nuestro procedimiento de trabajo y de gestión”. Así lo aseguró en una
entrevista a Radio Líder, en el marco del programa “Galicia al Natural”.
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Aunque
las pérdidas de alimentos se producen en todos los eslabones de la
cadena de producción, distribución, comercialización y consumo, lo
cierto es que, tal y como manifiesta el portavoz del MAGRAMA, es en los
hogares donde se origina más desperdicio, representando en torno al 40
por ciento.
De la cantidad total de desechos de comida que se arrojan a la basura
en Europa, España aporta cerca de 8 millones de toneladas anuales (7,7
para ser más exactos), posicionándose como el sexto país en la lista
de los 28.
Además de todo ello, no debe perderse de vista la repercusión económica para los bolsillos de los ciudadanos. “Estaríamos hablando de un impacto de 250 euros por persona y año en nuestro país”, manifestó Burgaz.
Además de todo ello, no debe perderse de vista la repercusión económica para los bolsillos de los ciudadanos. “Estaríamos hablando de un impacto de 250 euros por persona y año en nuestro país”, manifestó Burgaz.
EN GALICIA SE DESPERDICIA MENOS
A nivel de comunidades autónomas, no se detectan grandes diferencias.
“Nos moveríamos entre el 10 por ciento en las que más desperdician y
el 6 por ciento en las que menos. Galicia se sitúa en el 7,7 por
ciento”.
Fernando Burgaz desveló que, quizás, el perfil de hogar más proclive
al desperdicio de alimentos es aquél que está conformado por dos
personas de clase social media y en el que el cabeza de familia supera
los 60 años de edad. “Estaríamos hablando de un tipo medio de hogar
perteneciente a las Comunidades Autónomas de Madrid o Cataluña”,
precisó.
A día de hoy, y sobre todo con motivo de la crisis que nos acecha con
tanta virulencia, el derroche de alimentos constituye un tema que
preocupa, y mucho. Es por ello que el Parlamento Europeo, consciente de
esta problemática, instó a los países comunitarios, así como a los
agentes de la cadena agroalimentaria, a que aborden urgentemente el
problema y formulen directrices sobre vías de mejora. Y es precisamente
en este contexto en el que se enmarca la Estrategia “Más alimento,
menos desperdicio”, lanzada por el MAGRAMA el pasado mes de abril,
incluyendo en la misma concursos tales como “Buen aprovecho”, que se
dirigen a los consumidores, instándoles a elaborar recetas con restos
de comidas, contemplando igualmente convocatorias específicas
orientadas a cocineros profesionales.
Los premios correspondientes a estas iniciativas fueron entregados
durante la “Semana de la Reducción de Residuos”, celebrada del 4 al 10
de noviembre, nutriéndose con actos dirigidos a la sensibilización de la
población en su conjunto. También se editaron decálogos destinados a
los centros escolares, instando a los pequeños a que se sirvan las
raciones que realmente van a comer y a que hagan un uso razonable de la
alimentación.
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