Los
resultados, publicados en la revista PNAS, revelan que se produce una
mayor actividad en las regiones de recompensa del cerebro al ver la
cara de su pareja. Es más, calificaron a sus compañeras como más
atractiva que las mujeres no familiares.
INNOVAticias.
Investigadores de la Universidad de
Bonn (Alemania) han analizado en 20 parejas heterosexuales la
respuesta de los hombres al visualizar fotografías de mujeres
desconocidas o de su pareja tras haber inhalado oxitocina.
Los
resultados, publicados en la revista PNAS, revelan que se produce una
mayor actividad en las regiones de recompensa del cerebro al ver la
cara de su pareja. Es más, calificaron a sus compañeras como más
atractiva que las mujeres no familiares.
Para los autores, esto sugiere que la oxitocina puede contribuir a
reforzar los lazos románticos de unión en los hombres, haciéndolos
percibir a su pareja femenina como más atractivas y valiosas que otras
mujeres.
La monogamia sexual es potencialmente ‘costosa’ para los hombres,
por lo que pocos mamíferos la mantienen. “Dado que la recompensa es una
motivación clave que subyace a la conducta humana, es muy probable que
los mecanismos que conducen a la monogamia se acoplen al sistema de
recompensas humano”, afirma a SINC René Hurlemann, uno de los autores
del trabajo.
Además, los expertos encontraron que en el núcleo accumbens (NACC)
izquierdo, la oxitocina incluso aumentó la respuesta neuronal hacia la
pareja en comparación con una mujer conocida, lo que indica que este
hallazgo es específico para los lazos de pareja, no de familiaridad (por
ejemplo, como resultado de pasar mucho tiempo juntos en el trabajo).
La hormona hipotalámica de la oxitocina (OXT, por sus siglas en
inglés) ha sido utilizada en la mediación de vínculos de pareja en
varias especies, incluyendo ratones de campo, pero se sabe poco sobre
cómo puede actuar para promover la fidelidad, sobre todo en los
hombres.
Adictos a nuestras parejas
Esta acción de la OXT en el sistema de recompensa podría explicar por
qué los hombres se sienten motivados a permanecer en una relación
monógama a pesar de su coste.
“Esto es importante ya que protege a la descendencia indefensa de
crecer sin un padre comprometido, lo que –desde una perspectiva
evolutiva– debe ser evitado, ya que pone a la familia en peligro contra
otros humanos hostiles, animales y desastres naturales”, explica
Hurlemann.
Los autores sostienen que esta gestión del sistema de recompensa
para promover la monogamia es quizás ‘similar’ a cómo las drogas crean
dependencia o adicción, y puede estar detrás del anhelo que sienten
muchas personas después de una relación rota.
Este deseo, y quizás también la depresión que algunas personas
desarrollan, podrían ser debido a que la OXT no interviene en el
sistema de recompensa. “Es difícil decir si la oxitocina podría ayudar
en esta situación o hacer que las cosas vayan aún peor, por eso es
fundamental continuar investigando”, concluye.
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