El proyecto
está dirigido por el investigador del CSIC Pablo Vargas, del Real Jardín
Botánico, donde se ha llevado a cabo la extracción de ADN del individuo
estudiado.
INNOVAticias.
Un equipo español de investigadores
liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
ha completado la primera parte del proyecto “Primera secuenciación
completa del ADN del olivo”, financiado por Banco Santander. Los
resultados de este estudio, que se está llevando a cabo en los
secuenciadores del Centro Nacional de Análisis Genómico y en los
computadores del Centro de Regulación Genómica, ofrecerán las claves
genéticas de esta planta, que en un futuro podrían ayudar en la mejora
de la producción olivarera. El proyecto está dirigido por el
investigador del CSIC Pablo Vargas, del Real Jardín Botánico, donde se
ha llevado a cabo la extracción de ADN del individuo estudiado.
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“La
lectura del ADN del olivo supone un hito en el campo de la
secuenciación genética porque se trata de una especie de extraordinaria
longevidad. Todos los organismos secuenciados hasta el momento viven
unos pocos años, en función de la esperanza de vida de cada especie. Sin
embargo, esta es la primera vez que se hace con un sujeto que lleva
existiendo más de mil años y que probablemente llegue a vivir muchos
más”, explica Vargas. El ejemplar secuenciado es un olivo de la
variedad Farga, con una edad científicamente estimada de entre 1.100 y
1.300 años, que procede de la Sierra del Maestrazgo (Castellón). En el
año 2005 se trasplantó en los jardines de la Ciudad Financiera de Banco
Santander, en Boadilla del Monte (Madrid), donde se encuentra vivo y
creciendo.
El olivo, llamado Santander, pesa unas 11 toneladas y tiene un
perímetro de aproximadamente cinco metros. La variedad Farga ha sido
elegida por ser el tipo de olivo con mayor número de individuos
milenarios en España. Los datos recopilados hasta el momento,
correspondientes a la secuenciación en bruto, han sido incluidos esta
semana en el repositorio europeo de nucleótidos (European Nucleotide
Archive). Domesticación del olivo Los resultados de este trabajo, cuya
duración prevista es de tres años, permitirán un conocimiento en
profundidad de una planta que forma parte de la vida y la alimentación
de los seres humanos desde hace aproximadamente 8.000 años, cuando
comenzó un proceso de domesticación del acebuche del que resultó el
olivo actual.
“La secuenciación del ADN del olivo permitirá conocer las bases
genéticas de ese proceso de domesticación, dará las claves de las
adaptaciones locales que han permitido a la especie sobrevivir y nos
permitirá confirmar sus orígenes. Toda esta información contribuirá en
un futuro a la mejora genética de la producción olivarera, de gran
relevancia en la economía española”, concluye Vargas.
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