Sí porque la
visión parcial o fragmentada del tema no ayuda a crear una cultura de la
energía entre la gente y eso los convierte en pasivos y cautivos
delante de los intereses de los que deciden.
ECOticias.
Este será el primer Congreso de Energía de Cataluña. ¿Quién lo
organiza? y ¿cuál es su objetivo principal? La Asociación Congreso de
Energía de Cataluña que se ha creado expresamente para organizar este
evento y que en el futuro promoverá otras actividades dentro de este
mismo ámbito. El objetivo principal es tratar en un marco universitario y
profesional la cuestión de la energía en el sentido más amplio. Hasta
ahora se han hecho jornadas y congresos sobre diferentes fuentes
energéticas, ahorro, eficiencia, pero no de energía con visión global.
Es
como si en lugar de hablar de economía sólo se hablara de contabilidad o
de hacienda pública. La visión es muy diferente si se trata el concepto
globalmente que si se hace sólo con los componentes por separado.
¿Personalmente le interesaba este enfoque global? Sí porque la visión
parcial o fragmentada del tema no ayuda a crear una cultura de la
energía entre la gente y eso los convierte en pasivos y cautivos delante
de los intereses de los que deciden.
Por eso impulsé este congreso a través de la asociación y como la
idea tuvo una buena acogida se desarrollará durante cuatro días y medio.
En este tiempo no entraremos en detalles técnicos, que ya se han
tratado en muchos otros encuentros y jornadas, sino que profundizaremos
en el concepto de energía en sentido amplio y esto explica que haya
participantes de múltiples disciplinas. No se puede obviar que Cataluña
está viviendo un proceso político de gran trascendencia para su futuro.
¿Qué relación hay entre este proceso y el congreso? Formalmente no
tiene ninguna relación, lo que pasa es que si queremos construir un país
mayor de edad donde la población debe decidir sobre aspectos
fundamentales esta población debe estar bien informada. Y la energía es
un tema verdaderamente esencial para un país, al mismo nivel que la
economía o la educación. No puede ser que las cuestiones energéticas
sólo se voten en un parlamento donde hay muy poca gente que entiende de
energía. El desconocimiento que hay del tema por parte de la sociedad
aleja la capacidad de decisión de esta misma sociedad sobre una cuestión
que le afecta muy directamente. En este escenario los grupos de presión
pueden tener mucha más influencia.
Es un hecho que la sociedad cada vez pide más participación, pero
parece que en el ámbito de la energía, en el sentido en que usted la
está exponiendo, la demanda sea más débil. Esto es cierto, pero yo diría
aún que es peor. Por ejemplo, a veces se plantea en un determinado
lugar del territorio hacer un aprovechamiento de fuentes locales y
enseguida aparecen múltiples oposiciones. Entonces cuando se pide cuál
es la alternativa a los opositores te hablan del decrecimiento. Y si
preguntas qué fuentes hay que utilizar, entonces no te saben contestar. Y
esto viene de la falta de cultura energética que comentábamos al
principio.
Creo que el hecho de encontrarnos en este punto es muy grave porque
se invalida cualquier discusión racional y también la posibilidad de
construir estrategias colectivas. ¿Y en el proceso de cambio político
que vivimos esto como puede cambiar? Si comparamos el proceso actual con
el que hubo durante la transición, podríamos aportar algunas ideas.
En aquella época la mayor parte de la gente no tenía cultura política
y salieron numerosos libros y publicaciones sobre el liberalismo, el
socialismo, la democracia y los sistemas políticos. Este congreso se
plantea como un primer paso para establecer estrategias de divulgación
similares a las que ayudaron a crear una cierta cultura política entre
la población durante la transición. Este sería un primer camino para
empezar a inducir un cambio absolutamente necesario en el siglo XXI.
¿Cuáles serán los ejes de debate y cómo se canalizará ? El congreso
se basa en tres ejes: los recursos energéticos propios- que aunque
parezca mentira a estas alturas, o se desconocen o al menos no se han
publicado - la importancia de la innovación- novedades que ya se
encuentran en el mercado pero que por el motivo que sea no están siendo
ampliamente utilizadas- y sostenibilidad , en el sentido más global del
término.
Habrá como actividades destacadas unas mesas creativas. Cada una de
estas mesas estará formada por cinco personas. Una será un relator que
expondrá el estado de la cuestión sobre un tema, después habrá un
periodista que formulará preguntas clave y , finalmente, tres personas -
una del ámbito económico o empresarial, una de la institucional y otra
del mundo académico o de la investigación - que darán respuesta a las
preguntas formuladas. Las preguntas se harán sobre temas donde no hay
acuerdo, sino más bien controversia. Pero lo que es importante es que
las respuestas no buscarán la confrontación y la polémica, sino aportar
perspectivas diferentes para enriquecer el debate y abrir la perspectiva
sobre diferentes cuestiones. Además, estos debates tendrán sentido
territorial.
En Tarragona, se tratará el tema nuclear y de la energía eólica; en
Lleida el de los biocarburantes, y en Girona se hablará del paisaje y
del decrecimiento. ¿A menudo hay diálogo de sordos en el debate
energético? Sí, estamos acostumbrados a que cada una de las partes
repita su mantra y no haya ni punto de contacto. Es como si pusiéramos
cada vez el marcador a cero y, claro, así no hay forma de avanzar.
¿Cuáles deberían ser los elementos clave del futuro modelo energético
catalán? Yo creo que Cataluña debería ajustarse al modelo dibujado en el
Energy Roadmap 2050 que es la hoja de ruta establecida por la Unión
Europea.
Esto de manera general. Para concretar algunos aspectos, diría que el
futuro modelo energético catalán debe reducir su excesiva dependencia
del exterior en cuanto al combustible fósil. ¿Y como? Con más ahorro y
eficiencia y sustituyendo progresivamente los combustibles fósiles por
energías renovables. Si queremos aumentar el uso de los recursos
renovables debemos saber dónde están y qué características tienen en
cada lugar, por ejemplo en el caso de la geotermia y la eólica, donde la
ubicación en un punto del territorio es determinante. Y aquí aparece
una cantidad ingente de trabajo para el mundo de las universidades y la
investigación, que después debe completarse con diseñar políticas en
esta línea para dar los siguientes pasos.
Otro aspecto es que la política de desarrollo económico e industrial
debe ser coherente con el planteamiento anterior. Una política en este
sentido que aumente el consumo energético y que tenga poco valor añadido
nos llevará directamente a la ruina. La economía tiene que salir
adelante con menos energía y sobre todo con menos energía que no podamos
generar aquí. Las renovables en España han entrado en una dinámica
de conflictividad por motivos jurídico- políticos.
¿Cómo se podría evitar una deriva similar en un modelo energético
propio? Cuando la electricidad renovable comienza a hacer daño al
negocio de las empresas convencionales éstas se rebotan brutalmente y a
partir de ahí la política española ha ido a cortar de raíz las
renovables. Así se propicia que las empresas convencionales puedan
adquirir las empresas de renovables a un precio de saldo y entrar en el
negocio para llevarlo según sus propios planteamientos y conveniencias.
Esta es mi visión de cómo han pasado las cosas. En cuanto al caso
catalán, ahora la empresa que domina el mercado es Endesa, que está en
manos italianas, y que tiene muchos problemas de inversión. En este
escenario la política y la economía catalanas deben ser lo
suficientemente fuertes para marcar las reglas de juego del modelo
energético que queremos.
Tenemos que ir a buscar alternativas aunque, momentáneamente, esto
nos pueda crear dificultades. Está en juego el hecho de crear un futuro
energético con bases sólidas y no un futuro hipotecado. Hasta no hace
mucho en Cataluña teníamos varias empresas que habían mostrado su
capacidad de impulsar las renovables, la eficiencia y ahora muchas se
encuentran en peligro de desaparición.
La sociedad catalana está muy fragmentada ideológicamente tal como se
expresa en el Parlamento. ¿Puede ser esto un problema para consensuar
un modelo energético? Creo que consensuar un modelo energético no tiene
nada que ver con la ideología. Tiene que ver con intereses económicos o
de otro tipo. Si un partido- cualquiera que sea - está muy endeudado o
tiene mucha relación con un sector empresarial energético será muy
difícil que haga políticas que vayan en una dirección distinta a la que
quiere este sector. En Alemania, por ejemplo, los gobiernos de derechas
han tomado decisiones más avanzadas que los gobiernos de izquierdas.
¿Qué otros obstáculos vería para la implantación de un modelo energético
de país? El primer obstáculo que veo en este momento es la falta de
educación de la ciudadanía. Los que se sienten perjudicados por
cualquier medida y se movilizan de inmediato pueden influir en una
población desinformada. Puede ser relativamente fácil, a través de la
influencia en los medios, de crear un estado de ánimo basado en repetir
frases como ‘las renovables son muy caras' o ‘nos cortarán la luz' .
El otro riesgo es que, como hay una relación muy intensa entre las
empresas energéticas tradicionales y los bancos, los bancos influyan en
los gobernantes. El gobierno tiene en marcha el Plan de la Energía y
Cambio Climático de Cataluña 2012 hasta 2020. ¿Qué papel tiene este plan
en la implantación del modelo de futuro? Los planes de energía de
Cataluña - ha habido tres seguidos con cada cambio de gobierno - cada
vez se han ajustado más a las directrices marcadas por la Unión Europea,
éste es un hecho que quiero remarcar, porque estar en la UE nos ha
traido muchísimas ventajas.
Otra cuestión es que la política energética de Cataluña viene
determinada por las leyes que se hacen en Madrid. Desde este punto de
vista difícilmente la orientación que marca el plan catalán se podrá
cumplir con el recorte de las renovables. Y esto es un ejemplo que
demuestra cuáles son los efectos de la dependencia jurídico-política que
ahora tenemos. Antes citaba el documento Energy Roadmap 2050, pero
pensando en los estados miembros de la UE, ¿qué modelos energéticos de
país le parecen buenos referentes? Dinamarca es un buen referente porque
tiene un plan, que está ejecutando, para llegar en el año 2050 con
energía 100% renovable. Este plan lo han elaborado una universidad y el
colegio de ingenieros industriales del país.
Precisamente el responsable de la parte universitaria vendrá al
congreso a explicar cómo están trabajando en este objetivo. Otro país
interesante es Alemania. A pesar de tener mucho carbón, y haber
mantenido durante mucho tiempo las nucleares, ha decidido caminar
también hacia un futuro de renovables al 100 %. También tendremos un
representante alemán que nos explicará los detalles de la estrategia del
país. Hay otros ejemplos interesantes para Cataluña pero estos serían
quizás los más destacados. El Congreso se ha pensado de manera
descentralizada.
Efectivamente, hemos querido sumar las visiones desde el territorio,
aunque esto a nivel logístico ha supuesto algunas dificultades: hemos
considerado importante no centrarse sólo en Barcelona. Es natural que en
los actos que se realizan en ciudades más pequeñas la afluencia sea
menor, pero lo compensamos con la difusión por streaming de todas las
sesiones, de forma que desde cualquier lugar se podrá seguir el congreso
en tiempo real.
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