El arsénico en
 el agua puede perjudicar la salud pública ocasionando cáncer de piel, 
de riñones, de pulmones y de vejiga, además de otras complicaciones en 
el sistema neurológico y en el sistema cardiovascular.
ECOticias.
 
          
La detección de la presencia de arsénico en fuentes de agua 
subterráneas de la región Norte y el Pacífico Norte de nuestro país 
motivó a investigadores de la Escuela de Química y de Ingeniería en 
Construcción del Tecnológico de Costa Rica (TEC) a desarrollar 
soluciones para eliminar esta sustancia química en el agua.     El 
arsénico en el agua puede perjudicar la salud pública ocasionando cáncer
 de piel, de riñones, de pulmones y de vejiga, además de otras 
complicaciones en el sistema neurológico y en el sistema cardiovascular.
Debido a lo anterior, la Organización de las Naciones Unidas y el 
Ministerio de Salud establecieron 10 µg/L como la concentración máxima 
permitida en el agua para consumo humano. Es importante señalar que el 
riesgo se presenta al consumir el agua o preparar alimentos utilizando 
agua con arsénico.     En este contexto, durante el presente año, los 
investigadores de la Escuela de Química Luis Guillermo Romero, Johnny 
Valverde, Luis Gerardo Chaves y Guillermo Calvoestán desarrollando el 
proyecto “Sistemas de remoción a nivel domiciliar punto de uso (POU)”.
Lo que pretenden con este proyecto es desarrollar y transferir a la 
población afectada por el arsénico dos sistemas de uso: coagulación y 
floculación, y el sistema de remoción de arsénico por oxidación solar 
(SORAS), para que el usuario lo puedan aplicar en su propia casa.     
“Los sistemas de punto de uso por coagulación y floculación consisten en
 proporcionarle a la gente cloruro de hierro, para que le agreguen al 
agua que van a utilizar.
Este forma un sólido de hidróxido de hierro donde el arsénico queda 
retenido, le estaríamos agregando un poco de mozote para ayudar a que se
 sedimente aún más rápido y la gente pueda separar más fácilmente los 
sólidos”, explicó Romero.     Según Romero, el método SORAS consiste en 
agregar pequeñas cantidades de hierro al agua y colocarlas al sol por 
unas dos horas. Nuevamente, en ese período se forma hidróxido de hierro 
donde el arsénico queda retenido.     Para el desarrollo de este 
proyecto se contará con la colaboración de dos estudiantes de la 
Universidad de Ciencias Aplicadas de Dresden, Alemania.
Lo anterior gracias a un memorandum de entendimiento establecido por 
el TEC y dicha Universidad a principios del presente año.   Otros 
proyectos     Cabe destacar que los investigadores también estarán 
trabajando en otro proyecto para el desarrollo de un filtro para la 
remoción de arsénico a nivel de los acueductos rurales o ASADAS.     
Esta propuesta, recientemente aceptada por la Vicerrectoría de 
Investigación y Extensión, se trabajará en conjunto con el profesor José
 Andrés Araya de la Escuela de Ingeniería en Construcción.  En este 
caso, primero serán evaluados materiales locales ricos en hierro donde 
se esperaría la retención del arsénico.
También, serán impregnadas arenas con óxidos de hierro para fomentar 
la remoción.     Mientras que en otra propuesta de investigación enviada
 por la Dra. Virginia Montero y el Ing. Jorge Calvo de la Carrera de 
Ingeniería Ambiental de la Escuela de Químicase está trabajando en la 
síntesis de nano partículas para ser empleadas en un filtroque será de 
alta especificidad y sensibilidad en la adsorción de arsénico en el agua
 que tiene la ventaja que remueve trazas pequeñas de arsénico tal y como
 es la cantidad que está en los pozos en la zona norte.  Esta tecnología
 tiene la ventaja que no deja sabores y los residuos contaminados con 
arsénico se generan en muy baja cantidad, además es selectiva para 
arsénico sin remover otros minerales beneficiosos en al agua para la 
salud.
Aplicaciones de la investigación     Con el fin de prevenir y buscar 
signos clínicos tempranos de arsénico en la población de Bagaces, que 
consumió agua de un pozo de esta localidad por 10 años, se decidió 
realizar un análisis completo de evaluación de riesgos toxicológicos 
poblacionales ambientales. Este análisis incluye marcadores de contacto 
del arsénico con la población afectada (arsénico en pelo) y marcadores 
de enfermedad en población específica (que incluye daño al ADN) ya que 
los efectos del arsénico son crónicos, pueden afectar varios órganos 
hasta terminar con cáncer y la población realmente no sabe si está 
afectada, expresó la Dra.
Montero.     Esta iniciativa se trabaja con líderes comunales como lo
 es el Dr. Luis Carlos Vargas de la Subgerencia de Ambiente, 
Investigación y desarrollo del AyA, también con el EBAIS el cual brinda 
la valoración dermatológica a la población afectada y por último con el 
Centro de Investigación y de Servicios Químicos y Microbiológicos 
(CEQIATEC). Dicho trabajo se lleva a cabo entre estudiantes y profesora,
 en el marco del curso de “Toxicología Ambiental” de la Carrera de 
Ingeniería Ambiental, según comentó la Dra. Montero.
 

 
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