Los
sorprendentes resultados de la investigación, patrocinada por el Centro
Nacional de Síntesis Evolutiva en Carolina del Norte (NESCent), Estados
Unidos
ECOticias.
Los trópicos albergan una mayor diversidad de especies, pero el
número de subespecies, potenciales peldaños en el proceso por el cual
una especie se convierte en dos, es en realidad más elevado en los
entornos más exigentes propios de latitudes más altas, según concluye un
estudio de 2.300 especies de mamíferos y cerca de 6.700 especies de
aves de todo el mundo, publicado en 'Molecular Ecology'.
Los sorprendentes resultados de la investigación, patrocinada por
el Centro Nacional de Síntesis Evolutiva en Carolina del Norte
(NESCent), Estados Unidos, sugieren que el gradiente latitudinal de
diversidad puede deberse a un mayor potencial para la especiación
contrarrestado por un mayor potencial de extinción hacia los polos que
cerca del ecuador, según los autores.
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Los científicos han sabido desde hace más de un siglo que la diversidad
de especies aumenta hacia el ecuador. Las selvas tropicales, que
albergan las dos terceras partes de las especies del mundo, está llenas
de insectos zumbando, pájaros piando y monos aullando, en comparación
con la gélida tundra, donde la vida se limita en gran medida a árboles
dispersos y sólo una docena de especies de mamíferos, como los renos y
los zorros.
Se han propuesto numerosas hipótesis para explicar este patrón,
como, por ejemplo, que las regiones tropicales albergan mayor diversidad
biológica porque son tierras especialmente fértiles para la formación
de nuevas especies, es decir, que son "cunas de diversidad". Otra idea
es que los puntos calientes de biodiversidad son menos propensos a
perder las especies que ya tienen.
"Hay mucha controversia sobre qué explica el patrón global de la
biodiversidad", afirmó el autor principal, Carlos Botero, de la
Universidad Estatal de Carolina del Norte, en Estados Unidos. Botero y
sus colegas reunieron un conjunto de datos de patrones climáticos y
meteorológicos en todo el mundo y los combinaron con información
genética de casi entre el 50 y el 70 por ciento de todos los mamíferos y
las aves conocidas que viven hoy en día.
El equipo se sorprendió al descubrir que mientras que el número de
especies de aves y mamíferos aumenta más cerca del ecuador, el número
de grupos genéticamente distintos dentro de cada especie, conocido como
subespecies, es mayor en los entornos más exigentes propios de latitudes
más altas. "Se trata de ambientes que son más fríos y secos y donde las
diferencias entre los meses de más calor o frío son más extremas",
explicó Botero.
Es más probable que los animales que viven en estos entornos se
congelen durante los inviernos fríos o mueran en los veranos calurosos.
"Si los eventos climáticos extremos acaban con una población de vez en
cuando, pero no terminan con toda una especie, las poblaciones que
sobreviven se separarán geográficamente y podrán comenzar a
diferenciarse unas de otras", argumentó Botero.
Los resultados son consistentes con un estudio realizado en 2007
por investigadores de la Universidad de Columbia Británica, en Vancuver,
Canadá, lo que sugiere que las especies surgen más rápido en las zonas
templadas que en los trópicos, contrariamente a la sabiduría
convencional. "Puede ser que las especies aparezcan y desaparezcan con
mayor frecuencia en las zonas templadas", dijo Botero.
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