martes, 1 de enero de 2013

El autoconsumo eléctrico calma el desánimo del sector fotovoltaico

Imagen de un parque fotovoltaico. EFE/ArchivoEl sector fotovoltaico ha empezado a aferrarse al autoconsumo eléctrico, una práctica que permite al consumidor producir y consumir su propia electricidad, en un intento de calmar el desánimo por el que atraviesa esta industria.
La planta de clasificación de residuos ubicada en el municipio madrileño de Pinto podría ser una planta de reciclaje cualquiera pero lo cierto es que la energía que consume para sostenerse procede de los 3.099 paneles fotovoltaicos que están ubicados en la cubierta de la instalación.
Al igual que otras nueve instalaciones de tratamiento de residuos localizadas en los municipios madrileños de El Molar, Arganda del Rey y Villanueva de la Cañada, este complejo pertenece a la empresa pública dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Gedesma.
En una entrevista con EFEverde, su gerente, Nerea Alzola, manifestó que estas instalaciones producen 2.132.551 kWh, energía suficiente -dijo- "para cubrir las necesidades de una región como Teruel", además de dejar de emitir 1.494 toneladas de CO2.
Se prevé que "en 2013 estos paneles producirán 2.700.000 kWh", apostilló la gerente de la empresa pública que genera el 3% de la energía fotovoltaica de la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, Alzola explicó que hasta ahora ha habido un agravio comparativo al aplicarse "los mismos impuestos de las energías que más contaminan a las energías que tienen impacto cero".
En cualquier caso, las ventajas de instalar paneles fotovoltaicos son infinitas -apuntó- ya que "no producen impacto ambiental alguno, ni siquiera visual".
Es por ello que el autoconsumo empezó a generalizarse, sobre todo tras la decisión del Gobierno el pasado 27 de enero de paralizar la concesión de primas a nuevas instalaciones de renovables.
En una entrevista con EFEverde, el director de comunicación de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), Tomás Díaz, explicó que hasta ahora el modelo de negocio del sector fotovoltaico se basaba en poner una placa, producir electricidad, venderla y cobrar por ello.
Ahora se tiende a instalar placas en el tejado de un particular que va a ahorrar y va a obtener rentabilidad por ello, es decir, "ya no hay un ingreso por la venta de electricidad, sino que la rentabilidad va por la vía del ahorro".
Así, el consumo propio en España que aparece en el Real Decreto 1699/2011, aún pendiente de regulación, recoge el autoconsumo por "balance neto", un mecanismo que consiste en que una persona puede colocar paneles solares en el tejado de su casa o negocio, producir energía para su autoconsumo y lo que no gasta puede intercambiarlo en la red eléctrica utilizando ésta como una especie de almacén de canjeo de energía.
También reflejado en ese real decreto está el autoconsumo instantáneo de electricidad, un mecanismo en el que se pueden vender los excedentes de energía al mercado mayorista, aunque "no compensa" -dijo Díaz- porque se deben cumplir los requisitos del productor y hasta ahora solo está regulado en Baleares, Castilla y León y Cataluña.
Precisamente se están dando casos de edificios que tienen que hacer instalaciones fotovoltaicas obligatorias, como dicta el código técnico de la edificación, y no pueden conectarlas por que "no está reglado el proceso de tramitación para el autoconsumo instantáneo de electricidad".
En definitiva hay muy pocos casos de autoconsumo eléctrico en España y "todo el mundo está esperando como agua de mayo" una normativa con rango estatal en esta materia, para calmar el desánimo generalizado de un sector fotovoltaico que, agregó, "ya ha dejado en la calle a más de 50.000 personas". Alba García Cañadas

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