La venta del material recopilado se invierte en insumos para el programa
La macetas con varias especies de plantas buscan ganarle espacio al cemento. Focos ahorradores, aulas adecuadas para más ingreso de luz y siembra de huertos son parte de las acciones para cuidar el ambiente
Alejandra Saavedra es estudiante de 1.º de bachillerato del colegio Pedro Luis Calero, en el norte de Quito. Cada martes y viernes, en la hora de Ciencias Naturales se da un tiempo para cerciorarse del crecimiento de su planta "Alejita".
Este colegio es parte de los 200 colegios que son parte del programa Buenas Prácticas ambientales que ejecuta la Secretaría de Ambiente del Municipio.
En este colegio, la forestación para recuperar espacios verdes en sus instalaciones es uno de los programas con el que iniciaron este año lectivo. El objetivo es mejorar el ambiente de trabajo.
En el patio del jardín de infantes hay dos zanjas en donde se han sembrado cerca de 30 plantas. La idea es hacer una cerca verde en donde los estudiantes se hagan cargo de una planta.
Según Jimmy Orozco, profesor de Ciencias Naturales, con esto se intenta concienciar a los estudiantes sobre la importancia de los espacios verdes. "Después de sembrar -dijo Orozco- cada uno se hace cargo de su planta. Al final del año se evalúa el cuidado y eso es parte de su nota en Ciencias Naturales".
Las plantas para el programa fueron donadas por el Municipio tras las incendios forestales registrados el verano pasado. Además, para el ahorro de agua en el riego, en el colegio se instalaron canaletas en los techos para recopilar el agua lluvia
Según la Secretaría de Ambiente, las Buenas Prácticas Ambientales (BPA`s) son acciones que para minimizar los residuos, emisiones o vertidos al ambiente que se genera en los colegios. Para esto, se han establecido seis ejes que tienen que ver con la gestión para el cuidado del medioambiente en estas instituciones, el manejo de residuos, ahorro de luz y agua, patrimonio natural y movilidad sustentable.
En lo que respecta al manejo de residuos sólidos, la principal apuesta de los colegios es el reciclaje. En estas instituciones, Emaseo ha entregado puntos limpios para la recolección diferenciada de desechos.
Para el colegio San Pedro Pascual, en el centro de Quito, el reciclaje es la primera actividad para involucrarse con las prácticas ambientales.
Carmen Villacis, estudiante de tercer curso, es una de las primeras involucradas. "Participar en el reciclaje -dijo Villacís- me emociona porque siento que colaboro en algo para no seguir dañando el medioambiente".
El
proceso consiste en fomentar entre los estudiantes el desecho del
papel, el cartón y los plásticos en buen estado en los puntos limpio
destinados. Después, esto se reúne para ser entregado a los gestores
ambientales (minadores) que compran este material.
Según María Sol Cabezas, profesora que coordina la actividad, el dinero que se recauda se direcciona a un fondo para adquirir un proyector y computador para el colegio.
Los huertos medicinales son otra opción con la que, colegios como el Pérez Pallares, buscan ser verdes. Según Milton Calvopiña, profesor, esta actividad la realizan con los niños de jardín para que desde pequeños se den cuenta de la importancia de cuidar el medio ambiente. Las especies sembradas son el cedrón y manzanilla que se destinan para el uso interno de los estudiantes y profesores como medida alternativa para la cura de dolores de estómago y otras afecciones.
A las propuestas que ejecutan estos colegios se suma la adecuación de las aulas, habilitando ventanas más amplias para el ingreso de luz natural con lo que se ahorra energía eléctrica. Además, se han instalado grifos y urinarios temporizados para el ahorro de agua. (DAR)
Barrios son parte del programa
Para la implementación del programa, la Secretaría de Ambiente ha invertido $398 700, desde 2011. Al trabajo con los colegios, se suma la preparación en prácticas ambientales con 10 barrios de la capital. Esta actividad se coordina con la Universidad Salesiana y tiene el objetivo de crear grupos de promotores ambientales que se encarguen de fomentar el reciclaje, cuidado de recursos naturales y aprovechamiento del espacio público en sus sectores. Para el trabajo con los vecinos se ejecutan talleres de formación. Una vez cumplida esta formación, los participantes se encargan de visitar puerta a puerta a los moradores del barrio para comprometer a las familias a modificar las prácticas ambientales que impactan su entorno.
La macetas con varias especies de plantas buscan ganarle espacio al cemento. Focos ahorradores, aulas adecuadas para más ingreso de luz y siembra de huertos son parte de las acciones para cuidar el ambiente
Alejandra Saavedra es estudiante de 1.º de bachillerato del colegio Pedro Luis Calero, en el norte de Quito. Cada martes y viernes, en la hora de Ciencias Naturales se da un tiempo para cerciorarse del crecimiento de su planta "Alejita".
Este colegio es parte de los 200 colegios que son parte del programa Buenas Prácticas ambientales que ejecuta la Secretaría de Ambiente del Municipio.
En este colegio, la forestación para recuperar espacios verdes en sus instalaciones es uno de los programas con el que iniciaron este año lectivo. El objetivo es mejorar el ambiente de trabajo.
En el patio del jardín de infantes hay dos zanjas en donde se han sembrado cerca de 30 plantas. La idea es hacer una cerca verde en donde los estudiantes se hagan cargo de una planta.
Según Jimmy Orozco, profesor de Ciencias Naturales, con esto se intenta concienciar a los estudiantes sobre la importancia de los espacios verdes. "Después de sembrar -dijo Orozco- cada uno se hace cargo de su planta. Al final del año se evalúa el cuidado y eso es parte de su nota en Ciencias Naturales".
Las plantas para el programa fueron donadas por el Municipio tras las incendios forestales registrados el verano pasado. Además, para el ahorro de agua en el riego, en el colegio se instalaron canaletas en los techos para recopilar el agua lluvia
Según la Secretaría de Ambiente, las Buenas Prácticas Ambientales (BPA`s) son acciones que para minimizar los residuos, emisiones o vertidos al ambiente que se genera en los colegios. Para esto, se han establecido seis ejes que tienen que ver con la gestión para el cuidado del medioambiente en estas instituciones, el manejo de residuos, ahorro de luz y agua, patrimonio natural y movilidad sustentable.
En lo que respecta al manejo de residuos sólidos, la principal apuesta de los colegios es el reciclaje. En estas instituciones, Emaseo ha entregado puntos limpios para la recolección diferenciada de desechos.
Para el colegio San Pedro Pascual, en el centro de Quito, el reciclaje es la primera actividad para involucrarse con las prácticas ambientales.
Carmen Villacis, estudiante de tercer curso, es una de las primeras involucradas. "Participar en el reciclaje -dijo Villacís- me emociona porque siento que colaboro en algo para no seguir dañando el medioambiente".
El
proceso consiste en fomentar entre los estudiantes el desecho del
papel, el cartón y los plásticos en buen estado en los puntos limpio
destinados. Después, esto se reúne para ser entregado a los gestores
ambientales (minadores) que compran este material.Según María Sol Cabezas, profesora que coordina la actividad, el dinero que se recauda se direcciona a un fondo para adquirir un proyector y computador para el colegio.
Los huertos medicinales son otra opción con la que, colegios como el Pérez Pallares, buscan ser verdes. Según Milton Calvopiña, profesor, esta actividad la realizan con los niños de jardín para que desde pequeños se den cuenta de la importancia de cuidar el medio ambiente. Las especies sembradas son el cedrón y manzanilla que se destinan para el uso interno de los estudiantes y profesores como medida alternativa para la cura de dolores de estómago y otras afecciones.
A las propuestas que ejecutan estos colegios se suma la adecuación de las aulas, habilitando ventanas más amplias para el ingreso de luz natural con lo que se ahorra energía eléctrica. Además, se han instalado grifos y urinarios temporizados para el ahorro de agua. (DAR)
Barrios son parte del programa
Para la implementación del programa, la Secretaría de Ambiente ha invertido $398 700, desde 2011. Al trabajo con los colegios, se suma la preparación en prácticas ambientales con 10 barrios de la capital. Esta actividad se coordina con la Universidad Salesiana y tiene el objetivo de crear grupos de promotores ambientales que se encarguen de fomentar el reciclaje, cuidado de recursos naturales y aprovechamiento del espacio público en sus sectores. Para el trabajo con los vecinos se ejecutan talleres de formación. Una vez cumplida esta formación, los participantes se encargan de visitar puerta a puerta a los moradores del barrio para comprometer a las familias a modificar las prácticas ambientales que impactan su entorno.
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