UPyD, a través de su diputado Carlos Martínez Gorriarán,
había remitido una pregunta escrita acerca de la posibilidad de que el
Gobierno reconsiderase su posición tras haber generado una
"incertidumbre"
ECOticias.
El Gobierno establecerá un nuevo marco regulatorio para el
régimen especial, en el que figuran las renovables y la cogeneración,
una vez haya resuelto el problema del déficit de tarifa, y lo hará sin
soslayar el necesario "equilibrio entre ingresos y costes" del sistema eléctrico.
Esta afirmación aparece recogida en una respuesta parlamentaria
del Ejecutivo a UPyD, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que
se indica que los esfuerzos actuales se dedican a "equilibrar" los
costes e ingresos de la tarifa eléctrica para acabar con el "grave problema" del déficit.
UPyD, a través de su diputado Carlos Martínez Gorriarán,
había remitido una pregunta escrita acerca de la posibilidad de que el
Gobierno reconsiderase su posición tras haber generado una
"incertidumbre" que puede afectar "seriamente" al sector fotovoltaico.
La formación política también preguntaba al Ejecutivo de qué forma
puede justificar la subida de tasas a la fotovoltaica, a la vista de
las exigencias de la Comisión Europea de seguridad jurídica para el sector de las renovables.
En su respuesta, el Gobierno recuerda los diferentes reales
decretos ley publicados en 2012 para acabar con el déficit de tarifa y
adelanta que, "una vez se resuelva el problema del déficit, se adoptarán
medidas que fomenten la reducción de costes y la competitividad de
estas tecnologías frente a las convencionales".
"Será a partir de ese momento cuando se establezca un nuevo marco
regulatorio para el régimen especial, siempre dentro del equilibrio
entre ingresos y costes", añade la respuesta.
UPyD le recuerda al Gobierno que, con la aprobación del real
decreto ley 14/2010, los promotores fotovoltaicos perderán una media del
35% de sus ingresos en 2011, 2012 y 2013, y casi un 15% de forma
permanente.
"Menos de dos años después, el actual Gobierno ha vuelto a bajar
la retribución mediante unas tasas que dejarían a prácticamente todos
los inversores, entre los que se encuentran numerosos fondos
internacionales, fuera de lo que se podría considerar una rentabilidad
razonable y a la gran mayoría en una situación de quiebra", indica.
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