El Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN)
de China analiza hoy un proyecto de ley que enmienda la de protección
ambiental con la inclusión de castigos severos para los responsables de
contaminar y más información y participación popular.
Pero además de castigos, la legislación prevé medidas para reconocer a
las entidades amigas del medio ambiente y ofrecerles políticas
preferenciales de impuestos y préstamos bancarios.
De acuerdo con las versiones oficiales, en esta reunión bimensual de la dirección del órgano legislativo de China será debatido el borrador, que prevé procesos judiciales contra compañías y organizaciones que intencionalmente ignoren la supervisión y descarguen contaminantes en violación de la ley.
De acuerdo con las versiones oficiales, en esta reunión bimensual de la dirección del órgano legislativo de China será debatido el borrador, que prevé procesos judiciales contra compañías y organizaciones que intencionalmente ignoren la supervisión y descarguen contaminantes en violación de la ley.
Voceros de la Asamblea Popular Nacional dijeron que
el documento destaca también el derecho del público a conocer y
participar en todo lo vinculado a la contaminación ambiental, un
problema que preocupa a la población debido a los altos índices de
polución del aire y el agua, fundamentalmente.
Esta segunda versión de la enmienda, que en su primera lectura en
agosto del pasado era más benigna con los infractores, incluyó un nuevo
capítulo sobre la protección al derecho del pueblo a conocer la
información vinculada con el medio ambiente y facilitar su participación
en la protección del mismo.
Por primera vez, además, se prevé que la Federación Medioambiental de China y sus oficinas provinciales puedan iniciar querellas judiciales a nombre del público contra entidades contaminantes.
Para las áreas rurales se propone establecer la instalación de
procesadores de desechos y regular el uso de pesticidas y fertilizantes.
Esta legislación no había sido revisada desde su entrada en vigor en 1989.
Desde entonces, China ha sufrido los peores problemas de
contaminación en su historia y el público cada vez es menos tolerante
con la situación ambiental, que reporta en muchas ciudades índices
alarmantes de concentración de las peligrosas partículas PM2,5.
El presidente Xi Jinping advirtió recientemente que China no puede sacrificar su entorno en beneficio del avance económico temporal.
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