El Valle del Jerte (Cáceres) servirá de campo de pruebas para la puesta a punto de una "cereza electrónica" diseñada por una empresa de ingeniería chilena cuyo objetivo es estudiar y evitar los numerosos impactos que sufre este fruto durante su paso por la cadena de clasificación.
Ignacio Rojas Santelices es un joven ingeniero mecatrónico
-disciplina que une las ingenierías mecánica, electrónica, de control e
informática- que participa estos días en el VII Simposio Internacional de la Cereza, un seminario que reúne en Plasencia (Cáceres) a unos 250 expertos procedentes de 27 países.
Este
ingeniero chileno ha viajado hasta la capital del Jerte para presentar a
los productores de cereza de todo el mundo el último producto que ha
diseñado la empresa para la que trabaja, Aje Visión, dedicada a la fabricación de calibradores de cerezas.
Se
trata de un prototipo de "cereza electrónica" -su tamaño es algo menor
que una pelota de ping-pong- cuya misión es la de registrar los impactos
que sufre el fruto una vez que es introducido en las líneas de
procesado.
En declaraciones a Efe, Santelices ha explicado que la
producción cerecera de Chile sufre un gran problema ya que los traslados
de los frutos, desde que salen del país hasta que llegan a sus destinos
internacionales, pueden demorarse más de un mes.
"Antes de siete
días desde que la cereza se golpea es imposible ver los daños, pero en
ese tiempo la fruta ya está embarcada hacia su destino y, de esta forma,
todos los golpes que pude haber sufrido se están magnificado y hace que
el cargamento llegue 'machucado' a su destino", ha señalado.
La cereza "electrónica"
Por
este motivo, su empresa ha diseñado una especie de "cereza
electrónica", un artilugio que detecta todos los puntos conflictivos de
la cadena y permite corregirlos antes de que la cereza pase por la línea
de producción, asegurándose así que el fruto no tenga daños.
El
dispositivo tiene en su interior un acelerómetro que mide las
aceleraciones de los frutos en las líneas de limpieza y envasado, datos
que luego son interpretados gráficamente en un ordenador, de tal manera
que se pueden obtener conclusiones con respecto al material óptimo que
debe recubrir las líneas, la velocidad que alcanza la fruta o las caídas
de una cinta a otra.
En principio, la cereza electrónica será
usada en las líneas de proceso chilenas pero en un futuro podría
ampliarse también al momento de la recogida en el campo.
Ignacio
Rojas ha señalado que la intención de su empresa es que el dispositivo
pueda estrenarse durante la próxima campaña cerecera de Chile (que dará
comienzo en octubre) de ahí que haya contactado con varias empresas
cacereñas al objeto de poder calibrar su uso "in situ" durante la
temporada de recogida del Valle del Jerte.
Desarrollado en Extremadura
La
utilización de "cerezas electrónicas" no es nueva para la Agrupación de
Cooperativas del Valle del Jerte, según ha informado hoy a Efe su
presidente, Ángel Prieto.
En este sentido, ha recordado que en
2006 dos ingenieros del Departamento de Electrónica e Ingeniería
Electromecánica de la Universidad de Extremadura (UEx) crearon una
cereza electrónica con el mismo objetivo que el prototipo chileno.
Prieto ha señalado que en aquel año se hicieron varias pruebas de las que no se extrajeron datos concluyentes. EFEverde
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