Andalucía es la comunidad con mayor superficie de espacios protegidos. La Fundación Espacios Naturales de Andalucía, Andanatura,
tiene la difícil misión de promover el desarrollo socioeconómico en el
medio rural, pero siempre sin perder de vista los criterios de
sostenibilidad ambiental. Pilar Pérez Martín (Sevilla, 1966) es su
gerente desde hace tres años. Dirige un equipo interdisciplinar de 15
personas procedentes de diversas áreas de conocimiento y unidas por su
compromiso con el medio rural.
Pregunta. Parece que ahora, con la crisis, se vuelve la mirada al mundo rural.
Respuesta. Más que al mundo rural en sí, creemos que
se vuelve la mirada a la empresa de producción tradicional, a la
economía productiva más que a la especulativa. Creo que ya hemos
aprendido el riesgo tan alto que se asume en sectores que no son
productivos. El mundo rural permite invertir en productos o servicios
perdurables y con menos riesgo. Supone más trabajo a más largo plazo
pero también más seguro. Se trata, en suma, de volver a una economía de
valores.
P. ¿Pero de verdad hay futuro en el medio rural?
R. Sí. Tiene valor añadido, y eso permite ganar en
bienestar y en empleo. A lo largo de nuestro trabajo con el empresariado
rural no nos hemos encontrado un empresariado envejecido. Normalmente,
son de mediana edad, aunque también hay jóvenes que deciden quedarse o
volver al medio rural.
P. Pero el crecimiento demográfico se concentra en el litoral.
R. El litoral es parte del entorno rural y funciona
como la puerta de entrada de nuestros clientes. De hecho, es el espacio
en el que se desarrollan algunos negocios rurales de mucho interés, como
el de la industria salinera. Es importante que funcione como elemento
articulador y de llamada para disfrutar de la oferta del territorio:
vamos a la playa pero también buscamos etnografía, gastronomía,
artesanía…
El método canvas
- Andanatura utiliza el método canvas para buscar los modelos de negocio entre los empresarios del mundo rural. Es un método donde se identifican nueve elementos o factores de negocio que se relacionan en un lienzo común para buscar respuestas diferenciadoras. “Por ejemplo, si yo conozco los nuevos canales de comercialización del agroturismo (webs, cajas de experiencia…) y estos se quedan con parte del precio de mi habitación, debo decidir fidelizar al cliente y ofrecerle una restauración que compense las pérdidas, pero también puedo aglutinar la oferta de mi entorno para dar mejor servicios a mis clientes”, explica Pilar Pérez. A su juicio, “las empresas son competitivas cuando las decisiones empresariales son equilibradas”. Andanatura ha identificado modelos de negocio rentables de unas 250 empresas rurales. Su objetivo ahora es consolidarlos.
P. ¿Vivir en un espacio protegido tiene trabas añadidas?
R. No son tanto trabas como las características
propias de ese territorio. La conservación no puede cuestionarse, porque
también aporta muchas ventajas. De hecho, los empresarios del medio
rural la entienden como un elemento necesario para preservar su recurso,
el propio espacio. Conservación y desarrollo no son dos cuestiones
distintas sino dos caras de la misma moneda.
P. ¿Y hacia dónde se desnivela la balanza?
R.La Administración debe conservar recursos, los
ciudadanos debemos inventar modelos de negocios compatibles con las
circunstancias. Las empresas desarrollan sus productos sin entrar en
conflicto con la conservación, pero eso no significa que los espacios
protegidos sean ajenos al desarrollo.
P. Pero las infraestructuras de comunicación no son las mismas. ¿Existe igualdad de oportunidades?
R. Inevitablemente se producen desigualdades, pero
no están motivadas tanto por el carácter rural como por la diferencia de
acceso a la información de estas empresas. Existen multitud de
herramientas de apoyo al empresariado pero no están adaptadas a las
necesidades del entorno rural. Se necesitan canales de comercialización
adaptados a ellas como los mercados de proximidad, o en el caso de las
empresas agroalimentarias, sistemas que recojan la información de su
saber hacer.
P. ¿No cree que muchas veces se ha gestionado de espaldas a los habitantes de estos territorios?
R. La gestión de la conservación de nuestra
naturaleza se debe hacer basándose en criterios científicos y creo que
esto en Andalucía se ha hecho de forma rigurosa y valiente. Debe haber
una herramienta específica para trabajar con las empresas de estos
espacios que permita que llegue de verdad la ayuda. Esto es lo que hace
Andanatura: adaptar las herramientas de marketing a sus
necesidades y poner a su disposición los instrumentos de gestión de las
grandes compañías. Contamos con grandes recursos pero sólo serán
productivos cuando sean accesibles al cliente.
P. ¿No cree que no se ha sabido cuidar la gallina de
los huevos de oro en muchos de estos parques, con actuaciones
urbanísticas muy cuestionables?
R. Las actuaciones especulativas se encuentran en
lado opuesto de la economía tradicional o de producción, realmente no
hemos visto ningún territorio que haya creado una oferta integradora de
empresas y desarrollo estable basada únicamente en la construcción de
viviendas.
P. ¿Lo del desarrollo sostenible es una utopía?
R. En los últimos años se ha acuñado como si fuera
un solo término, y se usa mucho. Para nosotros tiene el sentido
tradicional de lo que es la transformación de materia prima en
productos, nuestros empresarios desarrollan productos sostenibles sin
saberlo. Por ejemplo, si fabrico gazpacho en la Alpujarra, las cabras se
comen los restos de las verduras. Se ha hecho siempre y se denomina
sostenible, pero no es lo innovador, es lo normal.
P. ¿Cuáles son los modelos de negocio con mayor proyección?
R. Depende del territorio. Por ejemplo, Andalucía es
una de las mayores productoras de leche de cabra del mundo y en ese
sector tiene mucho potencial. Estamos convencidos de que en los
territorios con una buena estrategia de desarrollo, las empresas tienen
grandes modelos de negocio. Por eso en Andanatura identificamos esos
modelos de éxito para ponerlos a disposición de las empresas.
P. El Gobierno quiere potenciar los usos turísticos
en la nueva Ley de Parques Nacionales. ¿Cree que también sería
conveniente en los parques naturales?
R. Los usos turísticos deben estar regulados por los
criterios científicos que dictan la conservación. En ese sentido, nos
gusta hablar de ecoturismo, que mezcla el criterio natural con el
aprovechamiento económico del territorio.
P. ¿Se están invirtiendo adecuadamente los fondos europeos de desarrollo rural?
R. Estos fondos precisan de un documento que recoja
las necesidades de las empresas para vender más. Es necesario innovar
para permitir a la gente ganarse la vida, conectar los esfuerzos de los
territorios y, en definitiva, mirar hacia una economía de lo local.
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