viernes, 28 de junio de 2013

Denuncian la "mafia transgénica"


La eurodiputada y exministra francesa Corinne Lepage ha denunciado la "mafia" de la industria transgénica en Europa porque en su opinión, los organismos genéticamente modificados (ogm) representan una amenaza para la salud y la agricultura.
Durante su visita de este jueves a Madrid, Lepage ha presentado su libro 'La verdad sobre los Transgénicos' y ha apoyado la alianza estatal contra los transgénicos.
Así, la europarlamentaria ha señalado que, durante años la industria de los transgénicos y sus gobiernos afines han construido el mito de que los "cultivos transgénicos son los alimentos más evaluados de la historia, y tienen el visto bueno de comités científicos independientes y responsables". Sin embargo, ha denunciado que si se analiza la composición y el trabajo de estos comités, tanto a nivel de España como de la Unión Europea, se demuestra que "esto es falso".
Además, ha subrayado que las decisiones en torno a los transgénicos son opacas y se toman de forma sesgada y responden a los intereses de las grandes multinacionales no a las preocupaciones de la ciudadanía.
Asimismo, ha denunciado que, en particular, el lobby transgénico ha logrado en estos años que no se preste atención a los impactos sobre la salud de los alimentos modificados genéticamente.
Para la directora de Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, ha agregado que los transgénicos forman parte de un modelo agrario "muy perjudicial" para el medio ambiente. En este sentido, ha añadido que el monocultivo y el uso intensivo de agrotóxicos son "responsables de algunos de los problemas ambientales más graves en la actualidad".
Por su parte, la directora de la Confederación de Consumidores y Usuarios, Conchi Martín Rey, ha manifestado que los transgénicos no presentan "ninguna ventaja" para los consumidores y que las dudas sobre los efectos en la salud resultan "muy preocupantes", así como la pérdida de variedad genética y la "imposibilidad" de elegir libremente nuestra alimentación.
Por su parte, la representante de COAG Marta Piqueras ha añadido que "los transgénicos destruyen el modelo de agricultura social y sostenible" y provocan la pérdida de la soberanía alimentaria, además de vulnerar el derecho a decidir qué comer y cultivar.
Finalmente, en el encuentro se ha recordado que el 90 por ciento de la producción de maíz transgénico de uso comercial se concentra en España, donde también se realizan el 67 por ciento de los experimentos al aire libre de toda Europa. Sin embargo, países como Francia, Alemania, Italia, Polonia, Grecia, Bulgaria, Luxemburgo, Suiza, Irlanda, Hungría o Austria han prohibido estos cultivos en sus territorios al suscitar serias dudas sobre sus efectos en la salud y en el medio ambiente.

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