Miles de familias pobres centroamericanas han iluminado sus vidas, literalmente, gracias a los dos centenares de pequeños proyectos de energía renovable financiados por Finlandia, Austria y la UE en los últimos 10 años.
Los proyectos han sido desarrollados en zonas rurales, algunas transfronterizas, de los ocho países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) por la Alianza en Energía y Ambiente con Centroamérica (AEA), con el apoyo de gobiernos, organizaciones no gubernamentales, pobladores y empresarios, entre otros.
La AEA surgió en el marco de la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas celebrada
en Johannesburgo en 2002 y se concretó mediante un acuerdo firmado el
18 de junio de 2003 en Panamá por el Ministerio de Asuntos Exteriores de
Finlandia y el SICA.
Posteriormente, la Agencia Austríaca para el Desarrollo y la Unión Europea (UE) se incorporaron a la iniciativa, cuya inversión suma 19,5 millones de euros (26,1 millones de dólares).
Posteriormente, la Agencia Austríaca para el Desarrollo y la Unión Europea (UE) se incorporaron a la iniciativa, cuya inversión suma 19,5 millones de euros (26,1 millones de dólares).
Proyectos en ejecución
De 281 proyectos, 200 están terminados y 81 siguen en ejecución, explicó a Efe la portavoz de la AEA, con sede en San Salvador, Astrid Villalta.
Se trata de micro o pequeños proyectos, que en el caso de los hidroeléctricos oscilan entre 30 y 500 kilovatios, según datos de la AEA, y que sustituyen o reducen el uso de combustibles fósiles, con el consiguiente beneficio económico y ambiental.
De 281 proyectos, 200 están terminados y 81 siguen en ejecución, explicó a Efe la portavoz de la AEA, con sede en San Salvador, Astrid Villalta.
Se trata de micro o pequeños proyectos, que en el caso de los hidroeléctricos oscilan entre 30 y 500 kilovatios, según datos de la AEA, y que sustituyen o reducen el uso de combustibles fósiles, con el consiguiente beneficio económico y ambiental.
Los proyectos abarcan energía solar, tanto fotovoltaica, para producir
electricidad, como térmica, para generar calor, así como micro y
pequeñas centrales hidroeléctricas.
Se suman proyectos de energía eólica, de bioenergía generada por biogás mediante procesos agroindustriales y la instalación de cocinas eficientes, según la AEA.
Se suman proyectos de energía eólica, de bioenergía generada por biogás mediante procesos agroindustriales y la instalación de cocinas eficientes, según la AEA.
El
programa, que el pasado día 18 celebró sus 10 años, ha beneficiado a
unas 11.500 familias, que suman unas 38.999 personas de los ocho países
del SICA que viven en áreas rurales aisladas, incluidos grupos
indígenas.
El coordinador regional de AEA, Salvador Rivas, dijo a
Efe que, aunque pueda considerarse bajo el número de beneficiados, el
valor de los proyectos reside en que "en esas zonas normalmente no hay
energías modernas", como electricidad o gas, que "tardarán mucho tiempo o
será imposible que lleguen" por su lejanía.
Los proyectos de AEA
suponen opciones "a un costo más bajo", que además de suministrar
energía para los hogares hacen funcionar sistemas de riego por goteo o
de secado de granos que mejoran la producción agrícola, entre otros
beneficios, añadió.
Rivas apuntó que las estufas que
funcionan con biogás obtenido del estiércol del ganado disminuyen el uso
de leña, lo que "tiene un impacto en la salud, ya que los efectos del
humo y de los gases tóxicos en mujeres y niños se evitan
significativamente".
Nicaragua encabeza la AEA con 62 proyectos,
seguido de Guatemala (42), El Salvador (34), Costa Rica (28), Honduras
(25), Panamá (24), Belice (14) y la República Dominicana (13).
Los
281 proyectos se completan con otros 39 que son regionales pues abarcan
los ocho países, como un proyecto de calentadores solares de agua para
hoteles rurales, indicó Villalta Algunos proyectos son transfronterizos,
entre ellos una minicentral hidroeléctrica en el río Calambre que
suministra 50 kilovatios a las comunidades de La Joya (El Salvador) y
Cueva del Monte (Honduras).
Proyectos transfronterizos
También hay proyectos transfronterizos en Honduras-Nicaragua o Guatemala-El Salvador, entre otros.
El coordinador de AEA destacó la importancia de los pequeños proyectos de energías renovables en zonas transfronterizas, pues "son las más olvidadas, los municipios más pobres, los mas alejados de las capitales".
También hay proyectos transfronterizos en Honduras-Nicaragua o Guatemala-El Salvador, entre otros.
El coordinador de AEA destacó la importancia de los pequeños proyectos de energías renovables en zonas transfronterizas, pues "son las más olvidadas, los municipios más pobres, los mas alejados de las capitales".
En general, "estamos cumpliendo el objetivo de todas
estas tecnologías", que es "el desarrollo sostenible" y un beneficio
"económico, social, ecológico o ambiental, porque se usan recursos
regenerativos" de las zonas favorecidas, recalcó Rivas.
La AEA
destacó en un comunicado que, ante el "éxito" en Centroamérica,
Finlandia y otros cooperantes han promovido iniciativas similares en la
región andina, África, Indonesia y países adyacentes al río Mekong, en
Asia. EFEverde
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