Los
agricultores que cultivan especies frutales en toda la cuenca
mediterránea conocen bien esta situación, y para paliar la carencia
nutricional cada año aplican fertilizantes con hierro en forma
asimilable, ya sea al suelo o directamente a las hojas.
ECOticias.
El hierro (Fe) es uno de los elementos esenciales para las
plantas, pero, aunque abunda en la corteza terrestre, a menudo se
presenta en formas químicas que los vegetales no pueden asimilar. Esto
ocurre especialmente en los suelos calcáreos –como muchos de la
península ibérica–, lo que se manifiesta en hojas amarillentas o
cloróticas y, a nivel general, en la pérdida del rendimiento y calidad
de las cosechas.
Los agricultores que cultivan especies frutales en toda la cuenca
mediterránea conocen bien esta situación, y para paliar la carencia
nutricional cada año aplican fertilizantes con hierro en forma
asimilable, ya sea al suelo o directamente a las hojas. El problema es
que los productos que se utilizan contienen quelatos –anillos
moleculares con un centro metálico, en este caso Fe–, que son caros,
sintéticos y con riesgos medioambientales.
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Ahora,
investigadores de la Estación Experimental de Aula Dei (EEAD, CSIC)
han comprobado que algunas plantas son muy eficientes en la
adquisición de hierro, y han identificado compuestos que secretan sus
raíces implicados en este proceso. Esto puede derivar en el diseño de
nuevas estrategias de fertilización más amigables con el medio
ambiente.
“En concreto, hemos observado en la especie modelo Arabidopsis thaliana
que, ante la falta de hierro, sus raíces secretan unos compuestos
fenólicos –derivados de cumarinas– para facilitar la adquisición de este
elemento por la planta”, señala Javier Abadía, uno de los autores.
El estudio demuestra que un mutante de Arabidopsis, al que
le falta un transportador de membrana llamado ABCG37, desarrolla
síntomas de deficiencia antes que la planta silvestre cuando se cultiva
en condiciones limitantes de hierro.
La revista New Phytologist publica el trabajo, realizado en
colaboración con instituciones francesas (CNRS, INRA-Universidad de
Montpellier) y españolas (ICMA-CSIC y Universidad de Zaragoza).
En otra investigación, que recoge Plant Physiology y en la
que ha participado la Academia Sinica de Taiwan, pone de manifiesto
que la naturaleza de los compuestos secretados por las raíces en
respuesta a la deficiencia de hierro depende de la especie vegetal.
Mientras que Arabidopsis secreta derivados de cumarinas, la leguminosa Medicago truncatula produce compuestos flavínicos.
Así lo han confirmado los científicos de la EEAD, que también han
comprobado cómo el aporte de hierro necesario para las plantas varía
para cada especie vegetal. Por ejemplo, en un melocotonero se estima que
son necesarios entre 2 y 5 gramos de Fe por árbol y año.

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