La organización ecologista Greenpeace pidió hoy al
Gobierno de Camberra mayores esfuerzos para asegurar la liberación del
activista australiano Colin Russell, uno de los 30 detenidos en Rusia
por tratar de abordar una plataforma petrolera en el Ártico ruso hace
dos meses.
Un tribunal de San Petesburgo ordenó la libertad condicional para
otros 20 activistas esta semana pero mantiene en detención al activista
de 59 años hasta el próximo 24 de febrero, según la Sky News de la
televisión por cable australiana.
"El primer ministro (Tony) Abbott debe llamar ahora por teléfono al
presidente (Vladimir) Putin para saber qué necesita hacer el Gobierno
para liberar a Colin", dijo el portavoz de Greenpeace en Australia,
Reece Turner.
"La situación es muy desconcertante y estamos intentando entender por
qué Colin ha sido el elegido" para permanecer en prisión, agregó el
representante de Greenpeace.
Ayer miércoles, el embajador australiano en Rusia, Paul Myler,
anunció que acudiría al Ministerio de Exteriores para pedir información
sobre los motivos por los cuales se le ha denegado la libertad
condicional al activista de la isla de Tasmania.
Los activistas que viajaban en el "Arctic Sunrise", de bandera
holandesa, fueron acusados de piratería, que es castigado con un máximo
de 15 años de prisión, aunque después estos cargos quedaron rebajados a
gamberrismo, delito que se sanciona con un máximo de siete años de
cárcel.
Los tripulantes del "Arctic Sunrise" proceden de Rusia, EEUU,
Argentina, Reino Unido, Canadá, Italia, Ucrania, Nueva Zelanda, Holanda,
Dinamarca, Australia, Brasil, República Checa, Polonia, Turquía,
Finlandia, Suecia y Francia.
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