"Serán medidas
obligatorias, sobre las que tendrán que informar (los Estados
miembros) y que serán vigiladas", ha resumido en una rueda de prensa el
comisario de Medio Ambiente
ECOticias.
La Comisión Europea ha pedido este lunes a los países de la
Unión Europea que tomen medidas "obligatorias" contra el consumo de las
bolsas de plástico más finas, por no ser reutilizables y dañar el
medioambiente; si bien acepta dar la "flexibilidad" suficiente a los
gobiernos para elegir qué tipo de acciones emprenden, entre ideas como
el gravar este tipo de bolsas o prohibir su consumo en determinadas
circunstancia.
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"Serán medidas obligatorias, sobre las que tendrán que informar (los
Estados miembros) y que serán vigiladas", ha resumido en una rueda de
prensa el comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik, durante la
presentación de su propuesta para revisar la directiva que afecta a los
envases y residuos de envases.
El comisario ha explicado que esta iniciativa afectará a las
bolsas "finas y ligeras" --con un espesor inferior a 50 micrómetros--
porque se convierten antes en basura y porque causan "daños
importantísimos" en el medio ambiente y son una amenaza, en especial,
para aves y peces.
"Se utilizan un minuto, pero suponen una basura que tardará
muchísimos años en desaparecer. Esperamos que esta propuesta cambie
hábitos", se ha quejado el comisario, quien ha apuntado que, "cada año,
8.000 millones de bolsas de plástico acaban ensuciando Europa" y que
con medidas adecuadas se podría reducir esta amenaza "en un 80 %".
Potocnik ha advertido de que las restricciones tendrá por objetivo
a "todas" las bolsas consideradas ligeras "sin discriminación", porque
incluso las biodegradables requieren un tratamiento específico para su
degradación, por lo que, en la práctica, acaban siendo también "basura
marítima". "Consideramos que las bolsas biodegradables no resuelven el
problema", ha insistido.
Entre el abanico de posibilidades que Bruselas ofrece a los
gobiernos europeos para reducir al máximo el consumo de estos artículos
figuran la posibilidad de gravar su uso, introducir restricciones
comerciales y establecer objetivos nacionales de reducción. Estos
objetivos de reducción, sin embargo, no serán de carácter obligatorio,
según ha dicho el comisario.
Según datos del Ejecutivo comunitario, en 2010 salieron al mercado
comunitario unos 98.600 millones de bolsas de plástico, lo que implica
que cada europeo utiliza una media de 198 bolsas cada año. Los países
"modelo", según el comisario, por su bajo consumo son Dinamarca y
Finlandia, en donde cada ciudadano usa unas cuatro bolsas al año;
mientras que los peores alumnos serían Portugal, Polonia y Eslovaquia,
en donde la media asciende a 466 por persona y año.

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