“Este primer trabajo dejó sin respuesta una pregunta básica: ¿Notan esa asimetría también en otros perros?”, explica a SINC Giorgio Vallortigara.
ECOticias.
Un grupo de investigadores del Centro Mente y Cerebro de la
Universidad de Trento (Italia) describió, en un estudio publicado en
2007, que los perros mueven su cola a la derecha cuando sienten
emociones positivas (al ver a sus dueños, por ejemplo) y a la izquierda
cuando estos son sentimientos negativos (al ver un perro antipático).
“Este primer trabajo dejó sin respuesta una pregunta básica: ¿Notan esa asimetría también en otros perros?”, explica a SINC Giorgio Vallortigara.
Para resolver esa duda, este mismo equipo de científicos hizo una nueva investigación, que publica la revista Current Biology, en
la que aseguran que el comportamiento de la cola que se agita de forma
sesgada hacia la derecha o hacia la izquierda, según lo que sienten
los perros, refleja lo que sucede en su cerebro.
“La activación del hemisferio cerebral izquierdo produce un
movimiento a la derecha, y la activación del hemisferio derecho produce
que su cola se menee a la izquierda”, apuntan.
Para llegar a esta argumentación, los investigadores mostraron a
distintos perros vídeos de otros canes que movían la cola hacia un lado
o hacia el otro. Cuando los animales observaron que su semejante movía
la cola a la izquierda, su ritmo cardíaco aumentó y comenzaron a
sentirse ansiosos. Sin embargo, cuando vieron que el otro perro movía la
cola hacia la derecha se quedaron perfectamente relajados.
“No registramos la actividad en sus cerebros. Hicimos este tipo de prueba indirecta”, señala el científico.
Por tanto, la dirección en la que mueven la cola los perros importa,
y coincide con la activación de los hemisferios del cerebro. “En otras
palabras, un perro que observa a otro que menea su cola con un sesgo
hacia el lado derecho –y que muestra una activación del hemisferio
izquierdo, como si estuviera experimentando algún tipo de respuesta
positiva– produce una respuesta de relajación. Por el contrario, cuando
mira a otro que mueve su cola a la izquierda, muestra una activación
del hemisferio derecho y una respuesta de ansiedad y aumento en la
frecuencia cardiaca. Es algo asombroso", apunta Vallortigara.
El investigador no cree que los perros lo hagan de forma
intencionada para comunicar esas emociones a otros perros, sino más
bien esos movimientos de la cola serían el resultado de una respuesta
automática de la activación diferencial del hemisferio izquierdo y
derecho del cerebro. Eso sí, este tipo de respuestas podría tener
aplicaciones prácticas para veterinarios y dueños de perros.
"La estrategia de acercarse desde la izquierda o desde la derecha
podría ser eficaz para los veterinarios durante las visitas de los
animales o se podrían utilizar muñecos para explotar las asimetrías de
sus respuestas emocionales", dice Vallortigara.
Para el autor, este estudio contribuye, en general, a una mayor
comprensión de la evolución de las asimetrías del cerebro en todos los
animales. “Las asimetrías en el comportamiento emocional están muy
extendidas en el reino animal. Por supuesto, se manifiestan en una gran
variedad de diferentes comportamientos como el uso de los ojos, los
oídos, etc. Un ejemplo es el de los camaleones americanos machos que
son más propensos a atacar cuando miran por el ojo izquierdo, o los
sapos que detectan más fácilmente a una presa cuando ven con el ojo
derecho”, concluye.

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