domingo, 24 de noviembre de 2013

Rebeldes maoístas extienden una tregua por el tifón en Filipinas

Rebeldes maoístas anunciaron el domingo la extensión durante mes más de un alto al fuego unilateral en las áreas devastadas por el tifón Haiyan en el centro del archipiélago de Filipinas, ordenando a los guerrilleros que ayuden a distribuir alimentos, agua y otros suministros de ayuda en aldeas costeras y montañosas. En la imagen del 23 de noviembre se puede ver a supervivientes del tifón haciendo cola para recibir ayuda distribuida por voluntarios en la localidad de Palo, en la isla de Layte. REUTERS/Athit PerawongmethaRebeldes maoístas anunciaron el domingo la extensión durante mes más de un alto al fuego unilateral en las áreas devastadas por el tifón Haiyan en el centro del archipiélago de Filipinas, ordenando a los guerrilleros que ayuden a distribuir alimentos, agua y otros suministros de ayuda en aldeas costeras y montañosas.
Haiyan, la tormenta más potente que ha tocado tierra, azotó las islas Visayan el 8 de noviembre, causando más de 5.200 muertos, desplazando a 4,4 millones de personas y destruyendo unos 12.000 millones de pesos (274 millones de dólares) en cosechas, propiedades e infraestructuras.
"El comité central del Partido Comunista de Filipinas anuncia por la presente una extensión de un mes a la declaración previa de cese al fuego", dijo el grupo rebelde liderado por maoístas en un comunicado publicado en su página de Internet http://philippinerevolution.net
Cinco días después de que el tifón azotara el país, los rebeldes anunciaron un alto el fuego de 10 días para ayudar a distribuir suministros a millones de agricultores y pescadores. Esa tregua terminaba el domingo.
El Nuevo Ejército del Pueblo (NPA, por sus siglas en inglés), que cuenta con 3.000 miembros, está alzado en armas desde finales de la década de 1960 en una campaña para derrocar al Gobierno. La guerra ha causado la muerte de 40.000 personas y desalentado la inversión en comunidades rurales pobres pero ricas en recursos.
El Gobierno hizo recíproco el gesto de los rebeldes pero les pidió un alto el fuego indefinido al tiempo que ambas partes entablan conversaciones para restablecer las negociaciones de paz, con Noruega como intermediario, pero que llevan estancadas desde 2011.
"No hicimos ninguna declaración de cese al fuego incluso después del tifón. Son enemigos del Estado", dijo el general Jet Velarmino, comandante del Ejercito de las islas de Samar y Leyte, en una entrevista a Reuters el sábado.
"Aunque mis fuerzas de la octava división de infantería están ahora mismo centradas en la ayuda humanitaria y las operaciones de rescate, seguimos teniendo un componente en mi división que se encarga de nuestras operaciones se seguridad internas", agregó.
Los soldados están vigilando las plantas y redes de transmisión a medida que los equipos trabajan contra reloj para restaurar los suministros de energía. La mayor planta geotérmica del país se encuentra en la isla de Leyte.

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