El trabajo, publicado esta semana en la revista New England Journal of Medicine,
asegura que comer estos alimentos disminuye en un 29% el riego de
morir por una enfermedad cardiovascular y un 11% por cáncer. Además de
beneficiarse de este efecto, las personas con este hábito se mantienen
más delgadas.
ECOticias.
Consumir un puñado de frutos secos siete veces por semana puede
reducir la mortalidad en una media del 20%, según señala un estudio
llevado a cabo por investigadores de varias instituciones
estadounidenses.
El trabajo, publicado esta semana en la revista New England Journal of Medicine,
asegura que comer estos alimentos disminuye en un 29% el riego de
morir por una enfermedad cardiovascular y un 11% por cáncer. Además de
beneficiarse de este efecto, las personas con este hábito se mantienen
más delgadas.
Asimismo, demuestra que los beneficios no dependen del tipo de fruto
seco. “Tanto el consumo de los de tierra como de los procedentes de
árboles tienen efectos similares en la mortalidad”, indica a SINC Ying
Bao, autor principal del estudio e investigador en el Hospital Birgham
de Boston.
El equipo, integrado también por investigadores del Instituto del
Cáncer Dana-Faber y de la Universidad de Harvard, ha utilizado la
información sobre la dieta, estilo de vida y estado de salud de 118.962
individuos sanos. “El estudio se ha hecho con gente que no tenía
antecedentes de cáncer, enfermedades cardiovasculares o infarto cuando
comenzó el ensayo”, señala Bao.
El informe se elaboró a partir de datos de 76.464 mujeres de edades
comprendidas entre los 34 y los 59 años, cuya participación duró 30
años (de 1980 a 2010), y 42.498 hombres, de entre 40 y 75 años, a los
que se controló durante 24 años (de 1986 y 2010).
Test bianuales
Los participantes tenían que rellenar un cuestionario sobre sus
hábitos alimentarios cada dos años en el que se les preguntaba cuántos
frutos secos consumían en raciones de unos 28 gramos, aproximadamente
el contenido de una bolsa pequeña como las que venden las máquinas
expendedoras de comida.
Además, los expertos llevaron a cabo búsquedas en los certificados
de mortandad de los distintos estados y en el Índice de Mortalidad
Nacional. “Estos controles se complementaron con informes familiares y
de las autoridades –recalca Bao–. Además, un médico supervisó los
certificados y registros médicos para catalogar las causas de muerte
según la Clasificación Internacional de Enfermedades”.
Para descartar otros factores que pudieran haber influido en los
resultados, los autores realizaron un análisis exhaustivo de los datos.
Aunque encontraron que los individuos que comían más frutos secos
estaban más delgados, fumaban menos, usaban suplementos vitamínicos,
tomaban más frutas y verduras y bebían menos alcohol, consiguieron
aislar la relación entre los frutos secos y la mortalidad de manera
independiente.
Los resultados han revelado que aquellos que tomaban frutos secos
menos de una vez por semana experimentaron una reducción de la
mortalidad del 7%, del 11% para los que lo hacían una vez, el 13% de
dos a cuatro veces, de un 15% entre cinco y seis raciones por semana y
una disminución del 20% en el caso de siete o más ingestas.
Resultados previos
El Consejo Internacional para el Consumo de Frutos Secos, que ha
financiado parcialmente este trabajo, es también el promotor de un
estudio recientemente publicado en la revista British Journal of Cancer
en el que se comprobaba, esta vez en 75.680 mujeres participantes, cómo
el consumo de frutos secos disminuyó el riesgo de padecer cáncer
pancreático.
Además, otras investigaciones anteriores ya habían demostrado que un
aumento en la ingesta de frutos secos está relacionado con un menor
riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2,
cáncer de colon, cálculos biliares y diverticulitits.
También se ha observado una reducción de los niveles de colesterol,
estrés oxidativo, inflamación, adiposidad y resistencia a la insulina.
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