El Gobierno de Ecuador abrirá hoy la Undécima Ronda de Licitación Petrolera, para campos en el sur de su Amazonía, una región selvática aún libre de esa actividad y donde varias de sus comunidades indígenas temen que con el crudo llegue también la contaminación de sus territorios.
Son trece bloques (campos) los que se presentarán a la
licitación en la también llamada "Ronda Suroriente", con reservas
calculadas de entre 370 y 1.600 millones de barriles de crudo pesado (15
grados API).
Parte del crudo que se extraiga de esa región podrá ser transportado a través del oleoducto Norperuano, que puede evacuar hasta 500.000 barriles diarios de crudo y que actualmente opera a la mitad de su capacidad.
Ello gracias a un convenio entre los gobiernos de Ecuador y Perú, que comparten frontera en esa región amazónica y que también prevén ampliar la cooperación en materia petrolera.
Las compañías estatales o privadas que se apunten a la ronda tendrán hasta el 30 de mayo próximo para presentar sus ofertas y se prevé que en septiembre de 2013 se firmen los contratos bajo la modalidad de prestación de servicios con tarifa.
El Gobierno ecuatoriano espera inversiones de entre 1.000 y 1.200 millones de dólares en esta ronda
Técnicos ecuatorianos, de la compañía estadounidense IHS, de Houston, y del Instituto Francés del Petróleo han colaborado en la organización de esta ronda petrolera, ideada hace varios años, pero que ha sido suspendida varias veces por diversos factores.
Además, el Gobierno ha llevado adelante en la zona un proceso de "consulta previa" con las comunidades implicadas en los campos petroleros, para considerar sus temores y expectativas.
Según el Ministro de Recursos Naturales No Renovables, se han elaborado más de medio millar de mapas con información geológica, social y ambiental sobre cuya base se efectuó el proceso de "consulta previa".
El Gobierno ha dejado en claro que el territorio de la comunidad de Sarayaku, en la provincia amazónica de Pastaza, que por décadas se ha resistido a la entrada de compañías petroleras, no está incluido en la licitación.
La convocatoria a la Ronda estará a cargo del ministro ecuatoriano de Recursos Naturales No Renovables, Wilson Pástor, en una ceremonia en la que también se prevé la intervención del presidente Rafael Correa.
Indígenas y ONG
Varias comunidades indígenas y organizaciones no gubernamentales (ONG) ecologistas han criticado la licitación por el temor a la contaminación.
Narcisa Mashenta, líder de una comunidad de la etnia Achuar en la provincia amazónica de Morona Santiago, expresó su preocupación de que con el petróleo se "enferme" la selva.
"Nuestro bosque está intacto y queremos seguir cuidando nuestro bosque", dijo a Efe Mashenta, al remarcar que lo que prefieren las comunidades indígenas es "otra alternativa de desarrollo para nuestro país", distinta al extractivismo que pregona el Gobierno.
"No nos oponemos al desarrollo, pero creemos que no sólo se debe pensar en el dinero, pensemos también en el bienestar", añadió la indígena al recordar los daños que dejaron "cuarenta años de explotación petrolera" en la zona norte de la Amazonía.
Cuidado ambiental
Correa ha dicho que los contratos deberán cumplir con los más altos estándares de cuidado ambiental, además de que una parte de la renta que genere la actividad se quedará en las propias comunidades afectadas.
Según el gobierno, con la nueva política petrolera aplicada por su Gobierno la Amazonía podría convertirse en poco tiempo en la región más próspera del país, para dejar en el pasado el histórico olvido y la marginación.
Para él, es inaudito que de la Amazonía salga la mayor riqueza del país y sea, a la vez, la región con mayores indicadores de pobreza y exclusión social de la nación.
Y es que sólo basta ver la situación del norte de esa región, donde se ubica el actual distrito petrolero del país, para constatar que la extracción de crudo ha dejado mucha contaminación y una gran pobreza entre sus habitantes. EFEverde
Parte del crudo que se extraiga de esa región podrá ser transportado a través del oleoducto Norperuano, que puede evacuar hasta 500.000 barriles diarios de crudo y que actualmente opera a la mitad de su capacidad.
Ello gracias a un convenio entre los gobiernos de Ecuador y Perú, que comparten frontera en esa región amazónica y que también prevén ampliar la cooperación en materia petrolera.
Las compañías estatales o privadas que se apunten a la ronda tendrán hasta el 30 de mayo próximo para presentar sus ofertas y se prevé que en septiembre de 2013 se firmen los contratos bajo la modalidad de prestación de servicios con tarifa.
El Gobierno ecuatoriano espera inversiones de entre 1.000 y 1.200 millones de dólares en esta ronda
Técnicos ecuatorianos, de la compañía estadounidense IHS, de Houston, y del Instituto Francés del Petróleo han colaborado en la organización de esta ronda petrolera, ideada hace varios años, pero que ha sido suspendida varias veces por diversos factores.
Además, el Gobierno ha llevado adelante en la zona un proceso de "consulta previa" con las comunidades implicadas en los campos petroleros, para considerar sus temores y expectativas.
Según el Ministro de Recursos Naturales No Renovables, se han elaborado más de medio millar de mapas con información geológica, social y ambiental sobre cuya base se efectuó el proceso de "consulta previa".
El Gobierno ha dejado en claro que el territorio de la comunidad de Sarayaku, en la provincia amazónica de Pastaza, que por décadas se ha resistido a la entrada de compañías petroleras, no está incluido en la licitación.
La convocatoria a la Ronda estará a cargo del ministro ecuatoriano de Recursos Naturales No Renovables, Wilson Pástor, en una ceremonia en la que también se prevé la intervención del presidente Rafael Correa.
Indígenas y ONG
Varias comunidades indígenas y organizaciones no gubernamentales (ONG) ecologistas han criticado la licitación por el temor a la contaminación.
Narcisa Mashenta, líder de una comunidad de la etnia Achuar en la provincia amazónica de Morona Santiago, expresó su preocupación de que con el petróleo se "enferme" la selva.
"Nuestro bosque está intacto y queremos seguir cuidando nuestro bosque", dijo a Efe Mashenta, al remarcar que lo que prefieren las comunidades indígenas es "otra alternativa de desarrollo para nuestro país", distinta al extractivismo que pregona el Gobierno.
"No nos oponemos al desarrollo, pero creemos que no sólo se debe pensar en el dinero, pensemos también en el bienestar", añadió la indígena al recordar los daños que dejaron "cuarenta años de explotación petrolera" en la zona norte de la Amazonía.
Cuidado ambiental
Correa ha dicho que los contratos deberán cumplir con los más altos estándares de cuidado ambiental, además de que una parte de la renta que genere la actividad se quedará en las propias comunidades afectadas.
Según el gobierno, con la nueva política petrolera aplicada por su Gobierno la Amazonía podría convertirse en poco tiempo en la región más próspera del país, para dejar en el pasado el histórico olvido y la marginación.
Para él, es inaudito que de la Amazonía salga la mayor riqueza del país y sea, a la vez, la región con mayores indicadores de pobreza y exclusión social de la nación.
Y es que sólo basta ver la situación del norte de esa región, donde se ubica el actual distrito petrolero del país, para constatar que la extracción de crudo ha dejado mucha contaminación y una gran pobreza entre sus habitantes. EFEverde
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