La técnica consiste en colocar una cámara debajo del aeromodelo, que es eléctrico y se dirige por radiocontrol.
ECOticias.
En el centro del Estany d'Ivars i Vila-Sana, una laguna interior en Lleida, se localiza una isla en la que nidifica la gaviota reidora (Croicocephalus ridibundus).
Sin necesidad de navegar hasta allí y sin molestar a las aves, un
pequeño avión de menos de metro y medio ha hecho un seguimiento de los
más de 200 nidos de la colonia de aves.
La técnica consiste en colocar una cámara debajo del aeromodelo, que
es eléctrico y se dirige por radiocontrol. El aparato también
incorpora una videocámara para poder dirigirlo de forma remota, así
como un sistema GPS de localización. Los datos se reciben y guardan en
una estación portátil situada en la orilla de la laguna, a unos 400 m
de distancia.
“La principal ventaja de usar aviones no tripulados es que te
permiten obtener información de lugares inaccesibles o donde la
presencia humana puede crear molestias a las especies y perturbar el
hábitat, como en este caso”, explica Francesc Sardà-Palomera,
científico asociado al Centro Tecnológico Forestal de Cataluña y
coautor del estudio.
El investigador también destaca la facilidad de este sistema para
registrar datos sobre fauna de una forma continua, además de su
sencillez y bajo coste: “El aeromodelo apenas pesa 2 kilogramos y
todos los componentes valen unos 1.400 euros”.
A una altura de entre 20 y 40 metros, el avión permite tomar
imágenes secuenciales a lo largo de varios días. La continuidad en el
tiempo permite asegurar que las parejas reproductoras están siempre en
el mismo punto, el nido, y que no se trata de individuos moviéndose.
Los resultados del estudio, publicados en la revista IBIS,
revelan la presencia de entre 230 y 240 nidos de gaviota reidora en la
isla durante el mes de mayo de 2010, cuando se llevó a cabo la
investigación. Para confirmar la validez de la técnica, los científicos
se desplazaron a la zona de muestreo y comprobaron con el conteo
tradicional que los datos eran correctos.
También nidos de garzas y aguiluchos
La técnica, por tanto, se puede aplicar en los estudios
ornitológicos. En el mismo entorno, el equipo ha captado imágenes de
nidos y pollos de una colonia de garza imperial (Ardea purpurea), así como una pareja de aguiluchos laguneros (Circus aeruginosus) criando su prole en medio del carrizal.
Con aeromodelos radiocontrolados, los investigadores también han
hecho pruebas en las riberas del río Llobregat, donde han podido
diferenciar desde el aire especies parecidas, como el ánade real (Anas platyrhynchos), la cerceta común (Anas crecca) y el pato cuchara (Anas clypeata), además de otras como la gallineta común (Gallinula chloropus) o el cormorán grande (Phalacrocorax carbo). Incluso han podido contar huevos del tamaño de los de una codorniz.
En este trabajo han participado la Universidad Politécnica de
Cataluña, el Instituto de Ciencias del Mar (CSIC) y la organización
naturalista SIBOC. Ahora el equipo también está colaborando en un
proyecto con hexacópteros (helicópteros no tripulados de seis palas),
coordinado desde la Universidad de Lleida y dirigido al estudio de la
dinámica de los cauces de los ríos.
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