Pese a abrasadoras temperaturas durante el día,
Mercurio, el planeta más cercano al Sol, contiene hielo y materiales
orgánicos congelados dentro de cráteres permanentemente ensombrecidos en
su polo norte, dijeron el jueves científicos de la agencia espacial
estadounidense, NASA.
Telescopios montados en la Tierra han estado recogiendo
pruebas sobre la existencia de hielo en Mercurio durante 20 años, pero
el hallazgo de material orgánico fue una sorpresa, afirman
investigadores de la sonda MESSENGER de la NASA, la primera en orbitar
Mercurio.
Tanto el hielo como los materiales orgánicos, que son
similares al alquitrán o al carbón, habrían llegado hace millones de
años al planeta en cometas o asteroides que se estrellaron contra su
superficie.
"No es algo que esperáramos ver, pero entonces por
supuesto te das cuenta que tiene sentido porque vemos esto en otros
lugares", como en cuerpos de hielo en el exterior del sistema solar y en
el núcleo de cometas, dijo a Reuters el científico planetario David
Paige de la Universidad de California en Los Ángeles.
A diferencia del vehículo Curiosity de la NASA que se
encuentra explorando Marte y que tomará y analizará muestras de rocas y
del suelo para buscar material orgánico directamente, la sonda MESSENGER
rebota rayos láser, cuenta partículas, mide rayos gama y recopila otros
datos en forma remota desde órbita.
El hallazgo de hielo y material orgánico,
laboriosamente armado durante más de un año, está basado en modelos
informáticos, experimentos de laboratorio y deducción, no en análisis
directo.
"La explicación que parece concordar con todos los
datos es que es material orgánico", afirmó el científico jefe de la
sonda MESSENGER, Sean Solomon, de la Universidad de Columbia en Nueva
York.
"No es sólo una hipótesis loca. Nadie tiene nada más que se adecue mejor a todas las observaciones", agregó Paige.
Los científicos creen que el material orgánico, que es
cerca de dos veces más oscuro que la mayor parte de la superficie de
Mercurio, estuvo mezclado con hielo transportado por cometas o
asteroides hace millones de años.
El hielo se evaporó y luego se volvió a solidificar
donde estaba más frío, dejando depósitos oscuros sobre la superficie.
Imágenes de radar muestran los pedazos oscuros en las partes más oscuras
del cráter, donde puede existir hielo sobre la superficie.
Los científicos no creen que Mercurio fuera apto para
la vida en la antigüedad, pero el hallazgo de material orgánico en un
planeta interior del sistema solar podría arrojar luces sobre cómo
comenzó la vida sobre la Tierra y cómo podría evolucionar la vida en
planetas más allá del sistema solar.
La sonda MESSENGER completará su misión de dos años en Mercurio en marzo.
La investigación está publicada en la edición de esta semana de la revista Science.
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