Nicaragua, en conjunto con la Cepal, buscan que las empresas de
alimentos de este país centroamericano reduzcan las emisiones de gases
de efecto invernadero a través de la huella de carbono, informaron hoy
diversas fuentes.
El anuncio fue hecho en Managua durante la inauguración del seminario "Cambio climático: tendencias y metodologías de medición de huella de carbono", organizado por el Centro de Exportaciones e Inversiones (CEI) de Nicaragua y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La reducción de la huella de carbono en las empresas será un paso importante para Nicaragua en sus exportaciones a los principales mercados del mundo, dijo durante su exposición la representante de la División de Comercio Internacional de la Cepal, Alicia Frohmann.
"La exportación de alimentos y bebidas representan más del 90 por ciento de las exportaciones totales de Nicaragua a la Unión Europea, donde ven (la huella de carbono) como un tema muy importante", subrayó la especialista.
"Los alimentos y bebidas representan el 77 por ciento del total de exportaciones a Estados Unidos, y allí, las emisiones de gases de efecto invernadero son un tema muy importante", añadió.
La huella de carbono es un indicador de la cantidad de gases de efecto invernadero generados en los procesos de producción y consumo de bienes y servicios.
Algunos países han anunciado iniciativas unilaterales para distinguir el comercio de bienes y servicios según su carga contaminante, como el etiquetado de carbono.
El gerente general del CEI, Roberto Brenes, explicó en el taller que una vez las empresas nicaragüenses incluyan su huella de carbono en sus etiquetas, podrán aspirar a mejores precios en el mercado internacional.
Según Brenes, certificar una huella de carbono confiere prestigio a las empresas y si luego reducen sus emisiones es seguro que obtendrá mejor precio por sus productos en el mercado internacional.
Las principales iniciativas, tras la medición de huella de carbono, son la reducción de costos de energía, mejor imagen corporativa, responder a la demanda del consumidor, oportunidades de negocios, mejorar acceso a finanzas, entre otros, de acuerdo a un estudio de la Cepal titulado "Huella de carbono y exportaciones de alimentos".
En el seminario participan al menos 20 empresas agrícolas y alimenticias de Nicaragua, a las que pretenden enseñarles a medir su huella de carbono con el fin de que luego obtengan mejores precios y rendimientos en los mercados internacionales, explicaron los organizadores.
De acuerdo con el CEI, en la actualidad ninguna empresa de Nicaragua mide su huella de carbono.
La Cepal calcula que la agricultura representa aproximadamente el 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo.
El anuncio fue hecho en Managua durante la inauguración del seminario "Cambio climático: tendencias y metodologías de medición de huella de carbono", organizado por el Centro de Exportaciones e Inversiones (CEI) de Nicaragua y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La reducción de la huella de carbono en las empresas será un paso importante para Nicaragua en sus exportaciones a los principales mercados del mundo, dijo durante su exposición la representante de la División de Comercio Internacional de la Cepal, Alicia Frohmann.
"La exportación de alimentos y bebidas representan más del 90 por ciento de las exportaciones totales de Nicaragua a la Unión Europea, donde ven (la huella de carbono) como un tema muy importante", subrayó la especialista.
"Los alimentos y bebidas representan el 77 por ciento del total de exportaciones a Estados Unidos, y allí, las emisiones de gases de efecto invernadero son un tema muy importante", añadió.
La huella de carbono es un indicador de la cantidad de gases de efecto invernadero generados en los procesos de producción y consumo de bienes y servicios.
Algunos países han anunciado iniciativas unilaterales para distinguir el comercio de bienes y servicios según su carga contaminante, como el etiquetado de carbono.
El gerente general del CEI, Roberto Brenes, explicó en el taller que una vez las empresas nicaragüenses incluyan su huella de carbono en sus etiquetas, podrán aspirar a mejores precios en el mercado internacional.
Según Brenes, certificar una huella de carbono confiere prestigio a las empresas y si luego reducen sus emisiones es seguro que obtendrá mejor precio por sus productos en el mercado internacional.
Las principales iniciativas, tras la medición de huella de carbono, son la reducción de costos de energía, mejor imagen corporativa, responder a la demanda del consumidor, oportunidades de negocios, mejorar acceso a finanzas, entre otros, de acuerdo a un estudio de la Cepal titulado "Huella de carbono y exportaciones de alimentos".
En el seminario participan al menos 20 empresas agrícolas y alimenticias de Nicaragua, a las que pretenden enseñarles a medir su huella de carbono con el fin de que luego obtengan mejores precios y rendimientos en los mercados internacionales, explicaron los organizadores.
De acuerdo con el CEI, en la actualidad ninguna empresa de Nicaragua mide su huella de carbono.
La Cepal calcula que la agricultura representa aproximadamente el 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo.
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