En una nueva publicación de CIFOR, Analysing REDD+: Challenges and Choices, (Análisis de REDD+: Retos y Alternativas)
Kate Evans
Los científicos del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR)
han desarrollado un método innovador que permite que los países
empiecen a fijar los Niveles de Referencia de Emisiones de gases de
efecto invernadero – para estimar la cantidad de carbono almacenado en
sus bosques y el nivel de reducción de emisiones que pueden lograr
protegiéndolos.
En una nueva publicación de CIFOR, Analysing REDD+: Challenges and Choices,
(Análisis de REDD+: Retos y Alternativas), publicada en el marco de la
cumbre Río+20, el científico de CIFOR Louis Verchot y su equipo
explicaron el “enfoque gradual” para fijar Niveles de Referencia de
Emisiones (REL, por sus siglas en inglés).
El desarrollo de los REL es un primer paso crucial si REDD + va a
funcionar, afirmó Verchot. El esquema, respaldado por la ONU, busca
reducir las emisiones mundiales de carbono por medio del pago a países
tropicales para que detengan la deforestación.
“Los niveles de referencia de emisiones son el punto de referencia a
partir del cual uno empieza a contar la reducción de emisiones que ha
podido lograr. Dijo que los REL establecen el contraste, de cuantas
emisiones se habrían emitido en ausencia de las actividades de REDD+”.
Verchot dijo que los REL son la clave tanto para medir la eficacia de
los proyectos REDD+ como también para calcular cuánto se debería pagar
a aquellos que reducen las emisiones.
Pero indica que no es fácil decidir con exactitud cuáles deberían ser esos niveles.
“Es un poco difícil de establecer porque es el contraste, es algo que no sucedió.
“Hay un aspecto técnico relacionado, detectar cuánta deforestación ha
ocurrido en el pasado, cuáles fueron las causas de la deforestación, y
las expectativas razonables acerca los causantes de la deforestación
en el futuro”.
“¿Se espera que los precios de los productos agrícolas aumenten? ¿Se
espera que la minería crezca? ¿Se espera la expansión de la palma
aceitera, o se espera que los precios se estanquen y la expansión de
plantaciones se desacelere?”
Explicó que esto significa de alguna forma predecir el futuro.
“Bajo circunstancias normales, sin mucha variación en la economía,
uno ciertamente podría esperar que los últimos cinco años sean un buen
indicador para los siguientes cinco años. La predicción de desviaciones
de las tendencias pasadas es casi imposible. Nadie esperaba la crisis
financiera, por ejemplo”.
“Si uno atraviesa una crisis financiera y los rendimientos de la
tierra disminuyen, se esperaría una fuerte reducción en la conversión de
áreas forestales. Si suben los precios, si los precios de los
alimentos suben, uno esperaría que las tierras agrícolas aumenten.”
“Y entonces predecir algunos de estos elementos clave es muy difícil,
y es ahí donde los enfoques de modelado tienden a fracasar”.
Además de estas consideraciones técnicas para fijar los REL, hay una dimensión política, dijo.
“Debido a que hay países o grupos que financian a REDD, y países o
grupos que reciben el dinero por reducción de emisiones, ambas partes
tienen que ponerse de acuerdo en la línea de base y en las medidas de
desempeño. Como resultado de estos acuerdos, los países se comprometerán
a un conjunto de actividades para reducir emisiones, esfuerzos que
esperarán ver retribuidos financieramente. Por lo que ahí es donde entra
en juego la negociación”.
Uno de los principales problemas en la fijación de los niveles de
referencia es el hecho que muchos países con bosques tropicales carecen
de la capacidad institucional y los recursos para recolectar datos que
les permitan estimar exactamente sus reservas de carbono y las causas
de la deforestación.
Sin embargo, el método “paso a paso” desarrollado por el equipo de
CIFOR y adoptado en las conversaciones de CMNUCC en Durban en 2011,
ofrece una manera de abordar este problema.
El enfoque permite que los países empiecen a fijar sus REL ahora,
usando datos sobre deforestación a los que cualquiera puede acceder.
No es tan exacto o preciso como los datos específicos de un país que
toman en cuenta los tipos de bosques y las circunstancias nacionales,
dice Verchot, pero el enfoque paso a paso ofrece medios para que un país
pueda lograr estimados más complejos y menos inciertos a medida que
los datos mejoran.
“Establecemos una ruta sobre cómo se puede pasar de información muy
básica a obtener información más completa para tener mejores estimados,
más exactos y con menos sesgo. Cada ‘paso’ enumera una serie de mejoras
que se podría lograr a medida que los países establecen un programa
REDD+”.
“Hemos expuesto cómo los distintos niveles de recolección de estos
tipos de datos – datos sobre deforestación, contenido de carbono,
densidad del carbono – podrían realmente cambiar cuando uno pasa de una
fase de preparación a una fase de actividad de demostración, hasta que
uno llega a compensación completa por reducción de emisiones”.
“Está orientado a las soluciones, indica cómo empezar, mencionando
los siguientes pasos que uno podría dar para mejorar sus estimados. Por
lo tanto, pienso que es algo positivo en la medida en que los países lo
encuentren útil y en la medida que permita a todos entrar pronto en el
juego”.
Lo que todavía falta, según Verchot, es el incentivo para que los países avancen más allá del primer paso.
“El incentivo llegará cuando el dinero esté sobre la mesa, y esta es
una de las cosas que está faltando en este momento en las
negociaciones, y es una de las razones por la que los países no se
están moviendo muy rápido en este tema”.
“Actualmente todo está en la fase preparatoria, no hay una certeza de
financiamiento a largo plazo de REDD+, y esta es una de las cosas que
nuestra investigación muestra como un impedimento importante para que
REDD+ siga avanzando”.
Pero hasta entonces, dice Verchot, el establecimiento de niveles de
referencia empleando este método puede por lo menos acercar un poco más a
los países a REDD+.
“Ahora un país puede decirle a otro país, pensamos que nuestros
niveles de emisión son estos, y van a ser estos durante los próximos
cinco años. Entonces hablemos acerca del tipo de compensación que
podemos recibir, y podemos hablar acerca del tipo de reducción de
emisiones a las que estamos listos a comprometernos”.
“Así que el enfoque establece el punto de referencia a partir del
cual pueden darse las negociaciones internacionales, tanto desde el
aspecto financiero como del aspecto de reducción de emisiones”.
“Es el primer paso.”
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