viernes, 30 de noviembre de 2012

La ONU insta a llegar a un acuerdo sobre el clima en Doha

Naciones Unidas pidió el viernes más urgencia para frenar el cambio climático y señaló que incluso un éxito en las poco ambiciosas conversaciones que están celebrando en Doha 200 naciones posiblemente no agrade a nadie. En la imagen, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Christiana Figueres, en la sesión de apertura de la Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU en Doha, el 26 de noviembre de 2012. REUTERS/Fadi Al-AssaadNaciones Unidas pidió el viernes más urgencia para frenar el cambio climático y señaló que incluso un éxito en las poco ambiciosas conversaciones que están celebrando en Doha 200 naciones posiblemente no agrade a nadie.
La desaceleración económica mundial ha captado la atención en estas conversaciones y ninguna de las potencias que entre el 26 de noviembre y 7 de diciembre se reúnen en Qatar han anunciado nuevas medidas para frenar un aumento de las temperaturas y ayudar a evitar las previsiones de inundaciones, sequías, olas de calor y subidas del nivel del mares.
"Mi petición aquí es que todos actuemos con impaciencia", dijo en una rueda de prensa Christiana Figueres, jefa de la secretaría de Cambio Climático de la ONU, cuando se le preguntó por las bajas expectativas de Doha.
Figueres instó a los líderes empresariales a presionar a los gobiernos. "No veo quizás tanto interés público, un apoyo de los gobiernos para tomar decisiones más ambiciosas y más valientes", sostuvo.
Doha está intentando acordar medidas que incluyan una ampliación simbólica del actual Protocolo de Kioto de la ONU, que obliga a los países ricos a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta finales de 2012.
"En última instancia (los gobiernos) tienen que llegar a un paquete políticamente equilibrado (en Doha), con el que nadie estará encantado (...) reconociendo plenamente que lo que salga de Doha no está en el nivel de ambición que necesitamos", dijo.
KIOTO
Mantener vivo el Protocolo de Kioto sería un paso hacia un pacto global que debería acordarse en 2015 para su puesta en marcha en 2020. Este acuerdo obliga a todas las naciones a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente por la quema de combustibles fósiles en centrales eléctricas, fábricas y automóviles.
Figueres dijo que los gobiernos son conscientes de la necesidad de tomar medidas urgentes, pero que también tienen que conciliar sus propios intereses.
"Ahí es donde tenemos una brecha", dijo refiriéndose a miles de delegados reunidos en un centro de conferencias en Qatar.
Artur Runge-Metzger, jefe de la delegación de la Comisión Europea, dijo que lograr un acuerdo sobre el cambio climático es duro, ya que "afecta a todos los sectores de la economía (...) a todos los sectores de la sociedad".
Sin embargo, agregó que se han logrado avances en la última década y muchos países han establecido metas de reducción de las emisiones para 2020.
El problema de Kioto es que Rusia, Japón y Canadá se han retirado, por lo que los partidarios del protocolo se ha reducido a un núcleo liderado por la Unión Europea y Australia, que suponen menos del 15 por ciento de las emisiones mundiales.
Ellos, y las naciones en desarrollo encabezadas por China e India, ven a Kyoto como un modelo valioso y una señal de que los países ricos que han emitido más gases de efecto invernadero desde la Revolución Industrial están dispuestos a avanzar hacia un nuevo pacto global.
Los países que han abandonado Kioto dicen que no tiene sentido extender el acuerdo cuando los grandes países emergentes no tienen límites a sus crecientes emisiones. Estados Unidos nunca ratificó este protocolo por razones similares.

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