Un estudio publicado el martes pasado por la edición digital de Science asegura que el Gran Cañón del Colorado se formó hace 70 millones de años y no hace seis millones, como se indica en el Rastro del Tiempo, una instalación que da la bienvenida a todos los visitantes del Parque Nacional del Gran Cañón en Arizona. Esta nueva teoría desarrollada por la Universidad de Colorado Boulder y el Instituto de Tecnología de California,
ha generado controversia entre la comunidad de geólogos y científicos
especializados en la espectacular garganta y partidarios de la hipótesis
ampliamente aceptada de que sus orígenes se remontan a hace seis
millones de años y no a la era en que los dinosaurios poblaban la
tierra.
El Cañón del Colorado no habría sido socavado
por el río del mismo nombre, sino que su parte occidental fue erosianada
hace 70 millones de años por un río del Cretáceo
“Nuestros datos concluyen que el cañón se horadó hace 70 millones de años”, indicó a The Washington Post Rebecca Flowers, geóloga de la Universidad de Colorado Boulder
y coautora del estudio, junto a Keneth A. Farley, del Instituto de
Tecnología de California. Para sus investigaciones, Flowers y Farley se
han servido de la termocronología, una técnica de datación radiométrica
que permite establecer el origen de las rocas y sedimentos mediante la
desintegración radioactiva del uranio.
De acuerdo con el nuevo estudio, el Cañón del Colorado no habría sido
socavado por el río del mismo nombre, sino que su parte occidental fue
erosionada hace 70 millones de años por un río del Cretáceo cuyo cauce
fluía de este a oeste, y no de noreste a oeste, como lo hace la
corriente del río Colorado. En 2008, Flowers ya sostuvo que la boca
oriental de la garganta se habría originado hace 55 millones de años,
también por otro río diferente del Colorado.
Muchos geólogos se han mostrado escépticos ante el estudio publicado por Science
y encuentran muy difícil sostener que el Gran Cañón se constituyera
durante el Paleoceno. “Es simplemente absurdo”, ha indicado a la prensa Karl Karlstrom, profesor de geología de la Universidad de Nuevo México
y uno de los principales detractores de las conclusiones de Flowers y
Farley. "Esa teoría desafía la lógica ya que supone afirmar que el cañón
se ha mantenido intacto y no ha sufrido el impacto de la erosión
durante decenas de millones de años", ha insistido.
Esa teoría desafía la lógica ya que supone afirmar que el cañón se ha mantenido intacto y no ha sufrido el impacto de la erosión durante decenas de millones de años"
Karl Karlstrom
Aunque la mayoría de la comunidad científica da la bienvenida al uso
de nuevas técnicas de datación como la termocronología para reconstruir
la evolución de las regiones del planeta, existe todavía un amplio
consenso a la hora de establecer el origen del Gran Cañón en el Plioceno
(entre los 11 y dos millones de años). Hay otros factores que avalan
esa conclusión como las rocas situadas en la boca occidental del cañón,
donde el río Colorado entra en la meseta del mismo nombre, o los
sedimentos depositados por su corriente en el golfo de California, que
se formaron hace cinco o seis millones de años.
El estudio de Flowers y Farley no es el único, sin embargo, que
cuestiona la versión oficial. Otro trabajo, elaborado por un grupo
distinto de investigadores, estableció hace unos años que la cara oeste
del Gran Cañón se originó hace 17 millones de años. Flowers, Farley y
Karlstrom tendrán la oportunidad de confrontar sus diferentes teorías la
semana que viene durante el encuentro de la Unión Americana de Geofísica en San Francisco.
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