jueves, 6 de junio de 2013

Más de 7.000 hogares checos siguen sin luz ni calefacción por las riadas

Más de 7.000 hogares checos seguían hoy sin electricidad, gas y calefacción a causa de las inundaciones en su país, informó hoy Radio Praga.

En torno a medio centenar de localidades se han visto total o parcialmente anegadas en la zona de Bohemia noroccidental, como las de Usti nad Labem, Destín o Litomerice, que permanecen en estado de emergencia.
En la región de Usti nad Labem que, situada junto a la frontera con Alemania, es la región más afectada de la República Checa, el nivel del río Elba alcanzó esta madrugada su "punto crítico", con un caudal de hasta 10,7 metros.
Más de 11.000 personas tuvieron que ser desalojadas en las últimas horas.
Lenta  recuperación
Los meteorólogos han registrado hoy una leve disminución del nivel de las aguas, si bien "muy lenta", informó el diario iDNES en su versión digital.
Todavía hay previsiones que estiman que el Elba pueda alcanzar el nivel máximo de 11,5 metros en algunos puntos.
Durante la pasada noche, una presa improvisada reventó en la localidad de Terezin, y el agua entró en varias casas, alcanzado una altura de hasta más de un metro.
Más de 500 personas han tenido que ser rescatadas por los bomberos desde que comenzaran las inundaciones, la mayoría de las cuales son de la región de Usti, según Radio Praga.
De momento, el número de víctimas mortales asciende a ocho en este país centroeuropeo, donde más de 19.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus casas.
Agua potable
Las inundaciones también han penetrado en más de 630 pozos y en 72 acueductos públicos, lo cual afectó a unas 31.000 personas, que quedaron desprovistas de fuentes de agua potable.
El Ministerio de Salud advirtió de que las riadas podían causar enfermedades infecciosas en la población, y preparó las reservas de vacunas contra el tétanos y contra la ictericia de tipo A y B.
Centenares de militares de las Fuerzas Armadas Checas siguen ayudando en las tareas de contención de inundaciones, pero el Gobierno estimó que, cuando los ríos recuperen su caudal natural, quizá se precisen más efectivos en los trabajos de limpieza de escombros.
No obstante, hay indicios de que la situación comienza a mejorar, sobre todo en Praga, la capital, donde se reabrió otra estación de metro (la primera se abrió ayer) de las que habían estado cerradas para los usuarios. A pesar de ello, sigue vigente el estado de alerta. EFEverde

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