Un informe de Medio Ambiente elaborado por el Gobierno que presidía
el socialista Patxi López, que nunca se dio a conocer públicamente,
concluye que el puerto exterior de Pasaia “causaría perjuicio a la
integridad” de Jaizkibel, un ecosistema que forma parte de los espacios
protegidos por la red europea Natura 2000. El documento va más allá y
considera que “no se dan las circunstancias exigidas” por la ley de
Patrimonio Natural y Biodiversidad para que “los órganos competentes
puedan aprobar o autorizar el plan” que impulsa la dársena a mar
abierto.
Llama la atención que este informe negativo sobre el puerto exterior
de Pasaia, de tres páginas de extensión y al que ha tenido acceso este
diario, permaneciese guardado en un cajón durante seis meses y medio. El
documento está fechado el pasado 1 de junio de 2012 y lleva las firmas
del director de Biodiversidad y Participación Ambiental, Germán Alonso, y
de otros dos técnicos del Departamento de Medio Ambiente que dirigía
Pilar Unzalu. Sin embargo, no se envió a sus destinatarios —la Autoridad
Portuaria de Pasaia y el Ministerio de Medio Ambiente— hasta el 19 de
diciembre de ese año, cuando Iñigo Urkullu ya había tomado posesión como
lehendakari y solo cuatro días después de que nombrara a su equipo de consejeros.
El citado “Informe respuesta a la consulta relativa a las afecciones
del Plan Director de Infraestructuras del Puerto de Pasaia sobre Natura
2000” es de una gran relevancia, al tratarse de la opinión oficial del
Gobierno vasco sobre la construcción del puerto, cuya inversión está
cifrada en 765 millones de euros. Es un documento que se incorpora a la
memoria ambiental que tiene que supervisar el ministerio, junto con las
alegaciones que ha recibido el proyecto portuario y la “opinión
desfavorable” que resultó de la consulta transfronteriza que se ha
realizado en Francia.
Medio Ambiente se pronuncia sobre los riesgos que entrañaría la
dársena exterior en respuesta a una consulta realizada por la Autoridad
Portuaria. Tomando como referencia precisamente la evaluación de daños
que reconoce este organismo, la Dirección de Biodiversidad determina que
el proyecto portuario supondría un “perjuicio” para “la integridad” del
lugar de importancia comunitaria Jaizkibel. Hace suya la valoración del
informe de la Autoridad Portuaria que indica que los impactos
indirectos sobre hábitats y especies de interés comunitario son de
magnitud elevada. En concreto, dañarían el hábitat 4040 (brezal costero,
de interés comunitario prioritario) y sobre varias aves catalogadas por
la directiva comunitaria (Halcón peregrino, Alimoche común y Paiño
europeo). Todo ello, siempre según el propio Puerto de Pasaia, podrían
conllevar un perjuicio a los objetivos de conservación del LIC.
Con estas premisas, el informe de Medio Ambiente considera que “no se
dan las circunstancias para que los órganos competentes puedan aprobar o
autorizar el plan”, conclusión que se deriva de la aplicación de la Ley
42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad, que traspone al
ordenamiento estatal la Directiva de Hábitats y que señala que “los
órganos competentes para aprobar o autorizar los planes, programas o
proyectos solo podrán manifestar su conformidad con los mismos tras
haberse asegurado de que no causará perjuicio a la integridad del lugar
en cuestión”.
Además, el Gobierno recuerda que la propia entidad portuaria, en la
evaluación que hace de las afecciones del puerto exterior, admite el
perjuicio que ocasionaría en la red Natura 2000. Pero le reprende porque
“el cuerpo del Informe de Sostenibilidad Ambiental (ISA) no la
transcribe, ni desarrolla sus implicaciones, sino que, la expone de
forma parcial, induciendo a infravalorar sus consecuencias”.
Este informe ha legado al ministerio para incorporarlo a la
documentación que acompaña al Informe de Sostenibilidad Ambiental, junto
con el pliego de respuestas a las alegaciones (4.204 escritos) y la
consulta transfronteriza realizada en Francia, que se posicionó en
contra del plan director.
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