De todo este
paquete, la Comunicación es el texto más didáctico, empezando en su
introducción con este párrafo: “Un mercado interior de la electricidad
para Europa no es un fin en sí mismo.
ECOticias.
El pasado 5 de noviembre de 2013 la Comisión Europea hizo
público un paquete de documentos sobre el mercado interior de la
electricidad y la intervención pública, compuesto de una Comunicación y cuatro Documentos de Trabajo: (1) sobre intervención pública en el mercado eléctrico; (2) sobre el diseño de los sistemas de apoyo a las renovables; (3) sobre los mecanismos de cooperación en renovables; (4) sobre flexibilidad de la demanda y un documento con formularios sobre los proyectos de cooperación.
De todo este paquete, la Comunicación es el texto más didáctico, empezando en su introducción con este párrafo: “Un
mercado interior de la electricidad para Europa no es un fin en sí
mismo. Se trata de algo urgentemente necesario para lograr los objetivos
de la política energética de la Unión. Entre ellos está: un
abastecimiento seguro y a precios competitivos, unos objetivos en
materia de energías renovables y de cambio climático para 2020, y un
aumento significativo de la eficiencia energética en toda la economía.
Este mercado debe basarse en una competencia leal y abierta. Para
alcanzar esos objetivos de interés público, existe un gran consenso en
que es preciso algún tipo de intervención pública en los mercados de la
electricidad.”
Comunicación de la CE: Un mercado interior de la electricidad para
Europa no es un fin en sí mismo. Se trata de algo urgentemente necesario
para lograr los objetivos de la política energética de la Unión
Europea: abastecimiento seguro y a precios competitivos, unos objetivos
en materia de energías renovables y de cambio climático para 2020, y un
aumento significativo de la eficiencia energética.
Desde luego, el Documento de Trabajo sobre el diseño de los sistemas
de apoyo me parece muy interesante también, sobre todo en el contexto de
la reciente sentencia IBV, de 26 de septiembre 2013 (C-195/12). Pero antes de nada, volvamos a la Comunicación, que ya en esa introducción también dice: “En
la Comunicación «Velar por la buena marcha del mercado interior de la
energía», la Comisión subrayaba que si la intervención pública no está
bien concebida y no es objeto de una coordinación adecuada a escala de
la UE, corre el riesgo de ser contraproducente y de distorsionar el
funcionamiento del mercado interior.”
Hablando en chino a un marciano
En el caso de España, estos dos párrafos son difícil de entender, suenan como chino a un marciano. A un marciano,
porque el ministro de Industria de España no podría estar más lejano no
sólo de Europa, sino también de sus propios ciudadanos. Chino, porque el
lenguaje es diametralmente opuesto a las palabras de la reforma
promovida en nuestro país, desde el RD-L 9/2013 hasta la culminación en
una nueva Ley del Sector Eléctrico que se está aprobando
mientras escribo estas líneas. Esta culminación tiene lugar en un
contexto en el que se ignoran los mecanismos políticos más elementales
del país. Primero, bombardeando con una ingente cantidad de borradores
sobre los que los agentes legitimados para hacerlo debían opinar en un
plazo ridículo y en mitad del verano. Y segundo, y todavía más grave,
abusando de la mayoría absoluta para aprobar una reforma del sector de
este calado, superado en importancia sólo por el financiero, por una
comisión delegada del Congreso, sin que el Pleno de la Cámara entre a
debatir y a votar la nueva Ley. Visto desde la óptica del funcionamiento
del mercado interior la reforma que está tramando el Gobierno no lo
promueve en absoluto, sino justamente lo contrario. Vamos de mal en
peor.
Entre tanto, nosotros acabamos de presentar una denuncia por la falta
de competencia en el mercado eléctrico español, la cuarta en una serie
promovida por la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, con el apoyo, entre otros, de la Fundación Renovables.
Otra cara fea de este gobierno –siempre hablo en palabras metafóricas: el partido gobernante sabe cuidar su presencia– es la de una
compañera del Ministro que insinuó en una conferencia ante los jóvenes
de su partido, que España no debería estar obligada a tolerar la
autoridad de tribunales internacionales superiores a su orden jurídico
interno. A esta señora la recomendaría la relectura de “Crimen y castigo” de Dostoievski,
que probablemente no lo entendió en primera lectura, si lo ha leído,
claro. El personaje de este libro tiene un “complejo Napoleón”: en el
momento de cometer un atroz crimen se cree por encima de la ley por sus
nobles motivos. La nobleza de motivos en el fin justifica cualquier
medida.
Mejor ignoremos esa llamada a saltarse el Estado de Derecho y
hablemos de leyes. El caso IBV, ya mencionado, es una sentencia del
Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de obligado cumplimiento. ¿Que
haría el partido del Ministro con esto? ¿Cómo podría no aplicarse?
¿Sería suficiente escaquearse de la presentación de cuestiones
prejudiciales como le es habitual en cualquier procedimiento a través de
la Abogacía del Estado? ¿O acaso, directamente, sería necesario salir
de la Unión Europea? Otra cuestión interesante sería: ¿Cómo devolvería
en este supuesto, de golpe, el rescate al sector financiero español?
Obviamente, es sólo palabrería intencionada que únicamente busca el
efecto. Esto de no aplicar el derecho internacional en España, no va a
ninguna parte. Nuestro gobierno lo sabe muy bien.
“Mejor ignoremos esa llamada a saltarse el Estado de Derecho y
hablemos de leyes. El caso IBV, ya mencionado, es una sentencia del
Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de obligado cumplimiento. ¿Que
haría el partido del Ministro con esto? ¿Cómo podría no aplicarse?”
El caso IBV ha dejado más claro que el agua lo que llevo proclamando desde hace ya unos años: los sistemas de apoyo a las renovables tienen que respetar los principios fundamentales del Derecho Europeo.
No sorprenderá que la confianza legítima y la no discriminación formen
parte de estos principios, principios que en clave europea son algo
diferentes a los de aquí. La confianza legítima en la versión europea
llama la atención por la ausencia del argumento circular sobre el riesgo
regulatorio como lo conocemos en España.
En este contexto hay que aclarar otro aspecto de la
Comunicación de la Comisión: NO dice en ningún momento que deban
retirarse los sistemas de apoyo a las renovables ya existentes,
entre otras cosas porque ello supondría entrar en conflicto con la
Directiva de Renovables. La Comunicación de la Comisión es un texto no
vinculante, relevante a efectos interpretativos y que además da una
pauta de por dónde podrían ir futuras reformas del mercado interior de
la electricidad.
España circula en dirección contraria
En España lo han hecho todo al revés: tenemos una reforma eléctrica
que sólo nominalmente es para el futuro. En la práctica, y a través de
una Disposición Adicional, la reforma es únicamente hacia el pasado,
teniendo en cuenta la vigencia de la moratoria del RD-L 1/2012 y el
carácter excepcional estipulado en la Reforma de cualquier futuro
sistema de apoyo: formalismo en su estilo más tergiversado. La Comisión
considera que los cambios retroactivos dañan la confianza inversora y es
probable que reduzcan la inversión en el sector. La Comisión recomienda
sistemas de apoyo “estables, transparentes, creíbles, eficientes y
teniendo en cuenta el mercado”. Eso sí, de cara al futuro, la Comisión
aconseja que se use un sistema de complementos o cuotas en lugar de la
tarifa regulada. También recomienda concursos públicos para la
asignación de las primas. Pero al Gobierno español esto no parece
importarle un pepino.
“Demostraremos al Ministro que formar parte de la Unión Europea no es
sólo recibir ayudas financieras, sino también respetar el Estado de
Derecho”
Como abogados de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético estamos
elaborando ya la quinta denuncia contra la política energética de
España, apoyados por la Fundación Renovables y las patronales de
energías renovables del país. Explotaremos todas las vías
procesales que nos confiere el Derecho Europeo y le demostraremos al
Ministro que formar parte de la Unión Europea no es sólo recibir ayudas
financieras, sino también respetar el Estado de Derecho.
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