El Sistema Eléctrico español, es un negocio claramente decreciente en cantidad de electricidad, y seguirá decreciendo incluso a pesar de que la actual política para nada incentiva el ahorro.
ECOticias.
1) Los ciudadanos pagaremos cada año más y más en la factura de la luz.
¿Hasta cuándo? Esto no va a acabar hasta que nuestros políticos
decidan algún día, hacer una auditoría energética por medio de un
organismo independiente, y se ponga sobre la mesa cual es el coste real
de cada subcomponente. No oigo decir a las eléctricas nada en esta
dirección. Si estamos todos de acuerdo en que hay que poner las cartas
encima de la mesa, y el que gana casi todas las partidas no quiere (ni
tampoco el crupier político que reparte las cartas), entonces como no
vamos a sospechar de que haya 9 ases en la baraja.
2) El Sistema Eléctrico español, es un negocio claramente decreciente en cantidad de electricidad, y seguirá decreciendo incluso a pesar de que la actual política para nada incentiva el ahorro.
3) En este negocio decreciente, las renovables tienen prioridad. Es pues lógico, que la guerra sea sucia no, lo siguiente.
4) Si la reforma energética persigue acabar con 55.000 propietarios de energía solar, la
propuesta de ley de autoconsumo quiere acabar con la posibilidad de
que los consumidores puedan mermar aún más la demanda total.
Muchos estarán de acuerdo conmigo en que estos cuatro argumentos,
son cuatro verdades. Claro que si el que las escribe es un sencillo
ciudadano, entonces tales afrentas a “gigantes”, enseguida son vistas por éstos como “hormiguitas”
intentando defenderse. Las eléctricas tienden a considerar a los
ciudadanos, meros sujetos pasivos, sin posibilidad de capacidad crítica,
porque no tienen conocimientos. Esta perla la soltó no hace mucho el presidente de UNESA: “¿Qué es eso de meterse con las empresas que les suministran la electricidad?”.
Eduardo Montes: ¿Qué es eso de meterse con las empresas que les suministran la electricidad?
Sin embargo se equivocan. Sencillamente la ciudadanía está empezando a darse cuenta, que está pagando mucho más de lo realmente debiera,
y como cualquiera puede comprender esto suele cabrear bastante al
personal, y de ahí que a las primeras de cambio, emerjan por doquier
intenciones de deserciones masivas de la compañía eléctrica de toda la
vida.
En particular este artículo analiza los llamados “pagos por
capacidad”, que es una partida destinada a evitar el cierre de las
centrales térmicas que están ociosas, para que puedan responder en días
con poca energía renovable. Se va a demostrar con datos contundentes,
que en la actualidad estos pagos están totalmente sobredimensionados.
Antes de nada, permítanme primero contarles una historia
Érase una gran cadena de hoteles, que decidió invertir en la
famosa Rivera Maya, en los años en los que la situación económica era
boyante. Los vuelos desde el otro lado del charco valían poco más de
600€, y a esos precios las agencias de viajes promovían pasar las
vacaciones en lugares lejanos y exóticos, lo cual realmente logró calar
en mucha gente.
Dicha cadena hotelera decide levantar ni más ni menos que 27
hoteles repartidos aquí y allá, con unas 100 habitaciones por cada uno.
Decisión tomada a pesar de que ya existían otros 11 hoteles de otra
cadena, ya en funcionamiento. No hace falta decir mucho más, para
intuir como acaba la historia. Tras todo aquel flujo de viajeros que al
principio prácticamente llenaban cada nuevo hotel recién construido,
años después llega la crisis la cual parece que va para largo. El
balance semestral que hacen ahora, arroja un ratio medio de ocupación
de unas 11 o 12 habitaciones ocupadas por hotel.
Ante este fracaso de inversión desmedida, y falta de previsión
(un hotel para que sea rentable debe estar ocupado un 50%) los máximos
responsables de la cadena, deciden optar por una medida rocambolesca.
Una pareja recién llegada tuvo el siguiente desencuentro. El director
del hotel recibe y acompaña con cordialidad a los recién casados a su
habitación, y en seguida les comenta que tienen para ellos una oferta
“muy especial”. Las 10 habitaciones del tercer piso, están todas ellas a
su disposición, pudiendo dormir cada día en una habitación distinta. A
cambio de ello, el hotel solo les cobrará aparte de los 60€ acordados,
un pequeño incremento de 1€ * 9 habitaciones a su disposición. La
pareja sorprendida, al principio no sabe que decir, pero tras pensarlo
un momento, le dicen al director: “Le agradecemos esta generosa
sobreoferta, pero realmente nosotros solo necesitamos una habitación de
su hotel, no diez”. El director intenta convencerlos una y otra vez
infructuosamente, hasta que finalmente les hace saber que no es algo
optativo, y que además es una medida generalizada en todos los hoteles
de la zona.
Por supuesto toda esta historia es inventada, pero refleja a la
perfección los llamados “pagos por capacidad” mediante las siguientes
analogías:
En nuestro país se construyeron en los años de bonanza, 27 Gigavatios de centrales de ciclos combinados
(imagine usted 27 centrales nucleares) simbolizados con los 27 hoteles.
A su vez los otros 11 hoteles de otra cadena, son equivalentes a los
11 Gigavatios de centrales de carbón que ya estaban en funcionamiento, y
que en total suman ambos 38 GW.
En el primer semestre del año 2013, estas centrales de gas,
solo han estado en funcionamiento un paupérrimo porcentaje del 12 por
ciento del total de las horas posibles, nuevamente
simbolizado con las 12 habitaciones ocupadas por cada hotel de 100. Y
el sobreprecio por las habitaciones vacías, son los llamados pagos por
capacidad, cuya función es mantener las centrales ociosas por si se las
necesita de repente (ociosas el 88% del tiempo) un número tan alto que
aunque sea en un semestre de agua y viento, parece a todas luces
excesivo el número de centrales térmicas esperando a la nada.
Pues bien, la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, presentó hace meses ante la Fiscalía Anticorrupción una extensa denuncia que incluía un gráfico sobre cuanto han supuesto los pagos por capacidad cada año:
Frente a estos pagos, si algún día se quisiera hacer una auditoria
eléctrica seria e independiente, ésta debería valorar si es
técnicamente necesario mantener abierta tanta central térmica. El
siguiente gráfico nos da la clave de todo este asunto. En él se han
reflejado los instantes peores de mayor necesidad de “hueco térmico”.
Es decir, cual ha sido el instante record máximo de MW de gas, carbón o
fuel (la suma de los tres) que ha acontecido en cada mes y en cada
año, y que fue debido (entre otras causas) a que puntualmente había
pocas renovables en ese momento.
1) El decremento en la demanda global, y el incremento paulatino en
renovables, ha supuesto no solo un decremento en la cantidad total de
energía generada con combustibles fósiles cada mes, sino que también han
decrecido de forma sustancial, las puntas de demanda de hueco térmico.
Compare uno a uno todos los meses del año 2007 y 2013. Todos hemos
escuchado alguna vez esa manida pregunta retórica de “¿Y qué pasa si no
sopla viento, ni hay Sol?” para querer justificar los agos a las
centrales térmicas ociosas. Esa pregunta es cada año un poco menos
cierta, porque es errónea per se. Es como decir “¿Y qué pasa si no hay
borrasca, ni hay anticiclón?”
Todos hemos escuchado alguna vez esa manida pregunta retórica de “¿Y
qué pasa si no sopla viento, ni hay Sol?” Esa pregunta es cada año un
poco menos cierta, porque es errónea per se. Es como decir “¿Y qué
pasa si no hay borrasca, ni hay anticiclón?”
2) Siempre escuchamos que “las renovables son intermitentes”. Según
esta premisa (que es verdadera en singular, pero falsa en plural)
entonces por muchas renovables que instaláramos, debería haber un día
al año en que por pura probabilidad, las necesidades de demanda de
hueco térmico fuesen iguales al record del año anterior, y sin embargo
esto no ocurre. ¿Dónde está entonces esa intermitencia grabada en
piedra?
3) Si hubiera una verdadera política hacia la independencia
energética y hacia la eficiencia (cosa que hoy en día es al revés),
sería perfectamente posible seguir reduciendo estos picos de demanda de
hueco térmico, hasta quizás valores cercanos a 8000 MW o incluso menos. Recuérdese que estamos hablando de valores máximos.
4) El año 2012, es uno de los años finales de esta evolución, con menos necesidad de hueco térmico de respaldo, y al mismo tiempo es el año en que más dinero se destinó a los pagos por capacidad. Menos por más. Estas cosas chirrían a los ciudadanos, ya que a la postre, somos nosotros quienes ponemos la mayor parte de este dinero.
5) En lo que va de año en 2013, el mayor hueco térmico acontecido ha
sido 16926 MW. Es decir, la máxima utilización de gas y carbón
simultánea en 2013 ha sido de 17 GW de 38 GW disponibles (casi el doble
y eso que hablamos del día de máxima demanda). Por tanto es
técnicamente viable cerrar por de pronto (y siendo muy conservadores)
10 GW de centrales térmicas, lo cual reducirían los pagos por
capacidad. Si no se cierra nada (lo cual es bastante probable),
entonces seguirá habiendo una enorme partida de 800 millones en pagos
por capacidad en los años venideros, y los ciudadanos “disfrutando”.
¿De dónde provienen estos datos? Pues de la web de REE
La primera pregunta que quizás se esté usted haciendo, es de donde
provienen los datos de la gráfica anterior, por aquello de saber si la
fuente es fiable. No se preocupe. Provienen de una larga búsqueda en la
web de REE, en la que este ciudadano “hormiguita” se ha dedicado a
recorrerla página por página y día por día, desde el año 2007 al 2013,
hasta encontrar aquellos días de masiva generación térmica como el que
se muestra a continuación (click en la imagen para ampliar).
Día con mayor hueco térmico puntual de los últimos 7 años 17/12/2007
Este es el día record de los últimos 7 años, en el que hubo el mayor
hueco térmico puntual. Nada menos que 27 GW en el año 2007. Hoy
en día esta cantidad de demanda térmica, es totalmente imposible de
que vuelva a suceder. Nótese que en los últimos 4 años (un periodo
suficientemente largo) el mayor hueco térmico alcanzado ha sido 22.708
MW. Se adjunta a continuación la tabla que aporta el día y la
hora exacta para cada record mensual de cada año, con el que se elaboró
la primera gráfica.
Nótese que estos records se producen en el intervalo de horas de las
11:00 a las 21:30, y la mitad de ellos en horas de Sol. Si miramos un
día reciente que no tenga excesiva eólica, vemos que el mix está muy
repartido. ¿Que ha supuesto la incorporación de la siempre
denostada banda de energía solar, junto a la cada vez más gruesa banda
eólica? Pues que ahorran (o pueden ahorrar) mucha agua reservada en
pantanos, que es la verdadera “batería” del Sistema Eléctrico.
Esa agua ahorrada, puede ser luego utilizada en las horas de joroba de
máxima demanda.
¿Algún gigante escuchará a las hormigas?
Igualmente, si este país no fuese el único del mundo donde se penalizara a aquellos ciudadanos que estaban pensando en generar una parte de su energía mediante autoconsumo, entonces tras unos pocos años se formaría un nueva banda “transparente” situada justo encima de todo el conjunto de bandas, y que abarcaría las horas solares (en su mayor parte) lo que presionaría a la baja una vez más toda la demanda.
Esto supondría una nueva pérdida de beneficios para las eléctricas,
porque los que hasta ahora eran tan solo clientes finales de una larga
cadena de producción y distribución, estaban empezando a convertirse en
pequeños productores, que incluso estaban dispuestos a regalar
gratuitamente a la red las pequeñas sobreproducciones no consumidas. Sin
embargo justo a tiempo nuestro gobierno ha decidido que las
“hormiguitas” seguirán siendo meros consumidores, mediante un nuevo
impuesto desalentador, que realmente fue inventado por una de las
eléctricas y presentado en sociedad en Genera 2012.
Así pues, todo seguirá igual en los años venideros. La
demanda seguirá cayendo, y las tarifas volverán a sufrir nuevas
escaladas año tras año:
¿Algún gigante tiene capacidad de escuchar a las hormiguitas?
¿Ya ni siquiera la hemeroteca eléctrica dice la verdad?
¿Seguiremos siendo el hazmerreír del mundo prohibiendo el Sol?
En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario.
George Orwell
Salvador Ferreiro - Socio Protector de la Fundación

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