Después de la pérdida de interés que la crisis económica supuso para el cambio climático, el último mes de septiembre, un nuevo informe de Naciones Unidas dio argumentos a los escépticos que, pese al consenso científico, consideran este problema y su origen humano un invento con poco fundamento.
El
Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) señaló que en
la última década el ritmo de aumento de las temperaturas se había
ralentizado. Y sin embargo, según los modelos de los científicos el
calentamiento debería continuar. Ahora, tres investigadores de EEUU
creen que han encontrado el lugar donde se oculta buena parte del calor
que se está produciendo: el océano.
Para conocer las variaciones de temperaturas a lo largo de
varios milenios, los autores del trabajo, que hoy publican sus
resultados en la revista Science, tomaron muestras de los sedimentos de
los mares que rodean las islas de Indonesia. Entre esos sedimentos se
encuentran un tipo de organismos compuestos por una sola célula que
sirven como registro natural de las temperaturas del mar cuando ellos
vivían. Esta información la conservan en sus diminutas conchas. Cuanto
más calientes estaban las aguas en el momento en el que se formaron,
mayor porcentaje de magnesio frente al calcio se encontraba en las
conchas.
Quince veces más rápido
Con esta información, los investigadores reconstruyeron las temperaturas del
océano Pacífico durante los últimos 10.000 años y han descubierto que
esas temperaturas se han incrementado 15 veces más rápido durante los
últimos 60 años que durante otros ciclos e calentamiento natural en
los cien siglos anteriores. Según el autor principal del estudio, Yair
Rosenthal, de la Universidad de Rutgers, este aumento en la velocidad de
absorción de calor del océano puede ?dar más tiempo para afrontar el
cambio climático, pero no va a servir para detenerlo?.
Como planteamiento general, el estudio enfatiza la necesidad
de tener en cuenta muchos otros factores además de la temperatura
atmosférica para entender los procesos climáticos. La energía acumulada
en los glaciares, en el vapor de agua de la atmósfera o, como ha
mostrado este estudio, en el fondo de los océanos, puede tener un
impacto que es necesario tener en cuenta para entender tendencias que
pueden no resultar evidentes como la ralentización del calentamiento
mencionada en septiembre por el panel del IPCC.

No hay comentarios:
Publicar un comentario