En junio de este año el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió de que estaba determinado a combatir contra los efectos del cambio climático
y que si no recibía el apoyo de un Congreso dividido, lo haría a través
del poder que le otorga la Constitución para adoptar medidas sin el
respaldo del Capitolio. Es lo que ha hecho este viernes con dos órdenes ejecutivas para apoyar la mejora y fortalecimiento de edificios e infraestructuras para protegerlos del impacto del calentamiento global.
“El Gobierno debe perseguir nuevas estrategias para mejorar la
preparación de la nación y para ello las agencias deben promover
alianzas para compartir información a todos los niveles de la
Administración; facilitar herramientas para poder adoptar las decisiones
correctas y ejecutarlas ante situaciones de riesgo y establecer planes
de actuación”, se indica en las disposiciones aprobadas por el
presidente. La primera de ella llama a todos los Gobiernos a que adopten
medidas para al protección de edificios, carreteras, pantanos y otras
infraestructuras pública contra el impacto de tormentas y otros
fenómenos atmosféricos y a eliminar los obstáculos que impiden que esas
iniciativas. La segunda ordena la formación de un equipo de trabajo
formada por gobernadores, alcaldes y líderes de tribus para poner en
común su experiencia en la lucha contra desastres naturales e
identificar los fallos en la respuesta del Gobierno federal.
“El reciente aniversario del huracán Sandy
nos sirve de recuerdo de cómo los fallos de nuestra infraestructura
tienen un enorme impacto en nuestra economía, salud y seguridad. Como
país tenemos la responsabilidad de prepararnos para un incremento de la
frecuencia y la intensidad de este tipo de fenómenos”, ha señalado en un
comunicado el secretario de Energía, Ernest Moniz. El paso del Sandy ha
costado a las arcas federales más de 100.000 millones de dólares, de
acuerdo con la Casa Blanca.
Durante la presentación de su programa medioambiental en junio, Obama
advirtió de que el cambio climático era algo inevitable aunque EE UU
diera pasos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero -es
el segundo productor, después de China-. “Vamos a prepararnos”, dijo el
presidente. “Este plan protegerá a sectores importantes de nuestra
economía y preparará a nuestro país para los efectos del cambio
climático que no podemos evitar”, señaló.
Entonces, Obama insistió en la intención de su Administración de
reducir la emisión de CO2 en un 17% para 2020 y en esa línea está
trabajando la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) y otros
Departamentos de su Administración. A comienzos de semana se conocía que
el Departamento del Tesoro había aprobado la suspensión de la inversión
de EE UU en proyectos internacionales de apoyo a plantas eléctricas que
funcionaran con carbón.
Sin embargo, la lucha contra el calentamiento global sigue siendo un
asunto que suscita la división de los principales partidos políticos de
este país. Una ejemplo es que ningún gobernador republicano se ha
incorporado al equipo de trabajo aprobado este mismo viernes, del que sí
forman parte seis gobernadores demócratas (En el caso de los alcaldes
la presencia es bipartita).

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