La fractura
hidráulica o 'fracking' consiste en la utilización de agua a presión
mezclada con productos químicos, que se introduce en el subsuelo, con
el fin de fracturar los estratos rocosos profundos
ECOticias.
Alrededor del 80 por ciento de los permisos solicitados o
concedidos para la investigación y la extracción de gas natural
mediante la técnica del 'fracking' o fractura hidráulica en el
territorio nacional se localizan sobre acuíferos conocidos, según se
desprende de un estudio realizado por Ecologistas en Acción.
La fractura hidráulica o 'fracking' consiste en la utilización de
agua a presión mezclada con productos químicos, que se introduce en el
subsuelo, con el fin de fracturar los estratos rocosos profundos, y
liberar el gas metano que contienen en su interior. Esta técnica,
empleada en Estados Unidos y algunos países europeos,
lleva aparejada una serie de problemas ambientales, entre los que se
encuentra la contaminación de las aguas de los acuíferos, a causa de
los productos químicos altamente contaminantes utilizados.
Según el informe de Ecologistas, más de la mitad de los acuíferos afectados son de tipo calcáreo o carbonatado, que resultan "especialmente sensibles" a la contaminación por los productos químicos que contiene el fluido utilizado en este método.
Por ello, la organización ecologista ha reclamado a la
Administración que paralice las autorizaciones de investigación vigentes
hasta que no hayan sido evaluados correctamente los impactos
ambientales y que se sometan a exposición pública todos los proyectos
que contemplen esta técnica. De igual modo, ha pedido a los alcaldes de
las localidades afectadas que se informen de los proyectos de
investigación en su municipio y tomen las medidas oportunas.
Actualmente, según Ecologistas, más de 30 por
ciento de la población española se abastece de acuíferos. El documento
de Ecologistas recoge que, entre las áreas más vulnerables, se
encuentran la cabecera del Ebro mientras que algunos permisos de
investigación afectan directamente a parajes "de gran interés natural", como por ejemplo las Lagunas de Ruidera (Ciudad Real) o las Merindades (Burgos).
La organización considera que la explotación de este tipo de recursos "no hace más que profundizar en el actual modelo de consumo de recursos fósiles, modelo socialmente insostenible y contaminante",
ya que, según enumera, se basa en la quema petróleo, gas natural y
carbón para producir electricidad y posibilitar el transporte.
"Apostar por este tipo de recursos implica retrasar aun más el
desarrollo e implantación de las energías renovables y el ahorro
energético además de seguir aumentando las emisiones de efecto
invernadero en el Estado español", han señalado.
El estudio se ha presentado la víspera de la votación en el
Parlamento Europeo, este miércoles, sobre una moratoria en el empleo de
esta técnica.
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