jueves, 13 de junio de 2013

Uganda critica a Egipto por sus "declaraciones chovinistas" sobre el Nilo

Una lancha navega por el río Nilo en El Cairo, Egipto. EFE/ArchivoEl presidente de Uganda, Yoweri Museveni, instó hoy a Egipto a "contener las declaraciones chovinistas" en la escalada verbal que mantiene desde hace días con Etiopía por la presa que el país del Cuerno de África construye sobre el Nilo.

En una alocución ante el Parlamento en Kampala, Museveni afirmó hoy que "el nuevo Gobierno de Egipto no debería repetir los mismos errores que gobiernos anteriores".
Uganda tiene un especial apego al Nilo porque el Nilo Blanco, que nace en la parte ugandesa del Lago Victoria, es uno de los dos principales tributarios del río más largo del mundo, junto al Nilo Azul, que emana del etíope Lago Tana.RelacionadoUna lancha navega por el río Nilo en El Cairo, Egipto. EFE/Archivo
Sin embargo, el Nilo es fundamental para países desérticos como Egipto y Sudán, que históricamente han pactado el uso de cuotas de agua del río.
En ese sentido, el jefe de Estado ugandés defendió el proyecto de Etiopía, que, en su opinión, está haciendo "un encomiable trabajo al construir una presa hidroeléctrica" en el río.
"La mayor amenaza para el Nilo no es la construcción de presas hidroeléctricas. La mayor amenaza es el continuo subdesarrollo de países en los trópicos", subrayó el gobernante ugandés.
"Ningún africano quiere herir a Egipto. Sin embargo, Egipto no puede seguir hiriendo al África negra", sentenció Museveni.
Egipto y Etiopía comenzaron una batalla dialéctica después de que, el pasado 28 de mayo, Adis Abeba desviara un tramo del Nilo Azul, necesario para la construcción de la Presa del Gran Renacimiento Etíope" (GERD, por sus siglas en inglés).
Días después, una reunión convocada por el presidente de Egipto, Mohamed Morsi, terminó con propuestas de sabotaje a la construcción de la presa, que espera generar 6.000 megavatios de electricidad, lo que la convertiría en la mayor hidroeléctrica de África.
El pasado día 10, el primer ministro egipcio, Hisham Qandil, consideró que el agua del Nilo "es una cuestión de vida o muerte" para su país.
Etiopía ha convocado ya en dos ocasiones al embajador egipcio para que explique la posición de El Cairo al respecto, y para aclarar los comentarios realizados desde Egipto.
La construcción de la Presa del Renacimiento, que empezó en 2011, costará 5.000 millones de dólares.
La infraestructura es parte de un ambicioso proyecto hidroeléctrico de 9.000 millones de dólares, que debe finalizar en 2016.
Etiopía confía en que la GERD sea parte de una red de exportación de electricidad barata a los países de la región, incluido Egipto, y asegura que el flujo fluvial no se verá afectado.

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