La situación de emergencia por las inundaciones en
Alemania se concentró hoy en la cuenca del río Elba en las inmediaciones
de Dresde, la capital de Sajonia que en 2002 sufrió ya una crecida
histórica, mientras que en el sur la situación tendió a distenderse.
Más de 30.000 personas tuvieron que ser evacuadas de la ciudad sajona
de Halle, donde la crecida del Elba alcanzó récords históricos, aunque
las operaciones de reforzamiento de los márgenes, apoyadas por la labor
del Ejército, evitó desbordamientos mayores.
Unos 5.600 soldados participan en esas tareas en distintos puntos del
este y del sur del país, informaron fuentes del ministerio de Defensa.
Centenares de habitantes de algunos barrios de Dresde tuvieron
asimismo que ser evacuados por la crecida del río, aunque no se prevé
que la crecida alcance las dimensiones de la de once años atrás, que
hizo temer por los tesoros artísticos de la llamada Florencia del Elba.
Los niveles del Elba se situaban hacia el mediodía en los 8,80
metros, mientras que lo normal en esta época del año son tres o cuatro
metros.
Fuentes del ministerio de Medioambiente del "Land" consideraron, sin
embargo, que se alcanzarán los 9,40 metros a los que se llegaron en 2002
y que se logrará dominar la situación.
El volumen de aguas que baja por el río es similar o incluso mayor al
de entonces, pero las medidas adoptadas para reforzar los márgenes del
río en las zonas más expuestas han surtido efecto.
En otras ciudades de Sajonia se mantiene la alarma, después de que
entre la tarde de ayer y primera hora de la mañana se hubiera evacuado a
centenares de vecinos de Pirna y otras localidades.
Asimismo se extendió la alerta al "Land" de Brandeburgo, que rodea la
capital, Berlín, y que asimismo en 2002 sufrió inundaciones históricas
por la crecida del Elba.
La situación meteorológica ha contribuido a aliviar la situación, ya
que desde ayer apenas llovió en las regiones afectadas y los pronósticos
apuntan a que hoy no habrá tampoco grandes precipitaciones.
La canciller Angela Merkel recorrió ayer las regiones del sur y este
del país afectadas por las graves inundaciones y prometió 100 millones
de euros en ayudas a los damnificados.
En Passau, una de las ciudades de Baviera que ayer visitó la jefa del
Gobierno, las aguas han descendido notablemente, lo mismo que en el
resto de la cuenca del Danubio.
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