La Comisión
Europea (CE) impuso hoy un arancel temporal del 11,8 % a las
importaciones de paneles solares desde China, una tasa que aumentará al
47,6 % a partir del próximo 6 de agosto si Pekín no encuentra antes una
solución negociada.
"Esta medida es equilibrada y legal", señaló el comisario
europeo de Comercio, Karel De Gucht, en una rueda de prensa en la que
afirmó que la penalización supone un "claro incentivo" a China para
encontrar una solución "amigable" con la CE por sus presuntas prácticas
de comercio desleal en este campo.
Si en un plazo de dos meses no
hay un acuerdo para poner fin a la disputa comercial, la CE elevará el
arancel desde el 11,8 %, que comenzará a aplicarse mañana, hasta el 47,6
%.
"Esto no es proteccionismo. Más bien se trata de asegurar que
las reglas del comercio internacional también se aplican a las empresas
chinas, al igual que se nos aplican a nosotros", aseguró De Gucht, quien
explicó que el 47,6 % es equivalente al "daño" sufrido por el sector
europeo debido a las prácticas desleales.
La CE ha tomado esta
decisión por unanimidad un día antes de que se cumpla el plazo legal
establecido, tras nueve meses investigando el supuesto dumping
-competencia desleal mediante la venta de productos con precio por
debajo de su coste real- llevado a cabo por China en la venta de sus
paneles.
Esta investigación, que se prolongará medio año más,
hasta diciembre, se puso en marcha tras las denuncias presentadas por
empresas europeas, que suponen la queja anticompetencia más importante
que el Ejecutivo europeo ha recibido hasta ahora.
"Está muy claro
que hay dumping", afirmó De Gucht, quien indicó que los productores
chinos se han hecho con un 80 % del mercado de los paneles solares en la
Unión Europea (UE) gracias a los precios artificialmente bajos que
aplican, que deberían ser un 88 % mayor para ajustarse al coste de su
producción, según la CE.
La CE deberá ahora consultar a los
veintisiete socios comunitarios el establecimiento de los aranceles,
aunque los países no tienen potestad en esta etapa del proceso
sancionador para vetar una decisión de Bruselas.
En cambio, sí
sería necesario el visto bueno de los Estados si la CE decidiera
establecer sanciones permanentes contra China dentro de seis meses, una
vez concluya la investigación abierta por este caso.
Varios
países, entre ellos Alemania, han mostrado su oposición a aplicar una
penalización a los paneles solares chinos, mientras que el país asiático
ha aumentado la presión sobre la UE ante la inminencia de la decisión
de la CE.
De Gucht, que ha estado en tres ocasiones en contacto
con ministerios chinos antes de tomar esta decisión, la última vez el
pasado fin de semana, insistió en que quiere una solución amistosa,
pero, si Pekín no reacciona, la UE elevará las penalizaciones a sus
paneles solares.
"Esta es una oferta única para los chinos para
dar un claro incentivo para negociar, pero la pelota está ahora en el
tejado chino. Si no hay solución, entonces los aranceles mayores se
aplicarán" después de 60 días, subrayó.
China es el mayor
productor mundial de paneles solares, ya que siete de los diez
principales fabricantes son de origen chino y sólo en la Unión Europea
controlan el 80 % del mercado, según la Comisión Europea, que hoy ha
introducido un arancel para frenar este dominio logrado a base de
"dumping". En la lista mundial de fabricantes, que encabeza la china
Yingli Green Energy con una producción equivalente a 1.950 MW, sólo hay
dos empresas estadounidenses: First Solar, en el segundo puesto (1.900
MW), y Sun Power, en el noveno (850 MW), según datos de la consultora
especializada IHS correspondientes a 2012.
Todas las demás, salvo
la singapurense Flextronics International (900 MW), proceden del país
asiático: Trina Solar (1.700 MW), Suntech Power Holdings (1.500 MW),
Canadian Solar (1.500 MW), JA Solar (950 MW), Jinko Solar (900 MW) y
Hanwha Solar (850 MW). En total, la producción de módulos fotovoltaicos
chinos suma aproximadamente el 64 % a nivel mundial, el resto de Asia
-incluido Taiwán- acapara el 16 %, Europa el 11 %, Japón el 5 % y
Estados Unidos un 3 %, según datos de otro estudio de la consultora GTM
Research.
En España, en los últimos dos años, casi el 90 % de los
fabricantes han cerrado o están en concurso de acreedores, según la
Unión Española Fotovoltaica (UNEF), que atribuye esta situación al
"cerrojazo" legislativo de 2010 -cuando se limitaron por primera vez las
horas con derecho a prima- y al resto de decretos "restrictivos" que se
han sucedido desde entonces. Las dificultades han afectado, no sólo a
los que accedieron al mercado al calor de una legislación favorable,
pues de los tres fabricantes "históricos", con más de 30 años en el
mercado, BP Solar cerró en 2009, Isofotón está en concurso de acreedores
y sólo Atersa continúa con normalidad, indicó a Efe el portavoz de UNEF
Tomás Díaz.
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