La
Sierra de Guadarrama ha conseguido hoy, tras un siglo de espera, su
deseado estatus de Parque Nacional, tras un debate en el Congreso de los
Diputados en el que los grupos de izquierda han criticado el Proyecto
de Ley por entender que fomenta la especulación y abre la puerta a la
actividad de la caza.
Esta última cuestión ha provocado que los grupos mayoritarios,
PP y PSOE, hayan dado marcha atrás y hayan votado en contra de la única
enmienda que fue introducida al texto en el Senado, y que entonces sí
contó con el voto favorable de ambas formaciones.
La posibilidad
de que esta enmienda relativa a los usos tradicionales permitidos en el
parque (ganadería, actividad forestal) pudiera abrir la puerta a la
actividad cinegética ha sido la razón esgrimida por los socialistas para
anunciar el cambio de la posición de su grupo.
Ante este anuncio, el Grupo Popular también ha votado en contra para no "darles la coartada" a los socialistas.
Esta
modificación, la única introducida la semana pasada en el pleno de la
Cámara Alta, postergó la aprobación del Parque Nacional y provocó que el
texto volviera hoy al Congreso.
El nuevo parque, que no lo será
de forma efectiva hasta que no lo publique el Boletín Oficial del
Estado, nace con una superficie de casi 34.000 hectáreas, repartidas
entre Madrid y Castilla y León, donde conviven el 40 por ciento de las
especies de anfibios y reptiles de España, el 39 por ciento de aves y
casi el 50 por ciento de los mamíferos.
El nuevo Parque Nacional, entre Madrid y Castilla y León
Guadarrama
engrosa desde hoy la lista de Parques Nacionales, y aporta a esa red
una gran riqueza natural de flora y fauna, un paisaje muy característico
que ha aglutinado durante siglos a los llamados "guadarramistas" y un
territorio circundante, o "encapsulado" en su interior, profundamente
intervenido por el hombre.
El nuevo Parque Nacional ocupa una
superficie de 34.000 hectáreas, repartidas en dos comunidades autónomas,
21.740 en Madrid y 11.924 en Castilla y León.
Será el segundo de
estos espacios compartido por más de una comunidad, después del de Picos
de Europa, que se extiende por Asturias, Cantabria y Castilla y León.
Los
trámites administrativos comenzaron oficialmente en 2001, aunque los
esfuerzos para reconocer el valor paisajístico y ambiental de la Sierra
de Guadarrama comenzaron hace más de un siglo.
Pinos, abedules, narcisos, robles, además de anfibios y reptiles
Abedules, acebos, avellanos, narcisos, robles, rosales
silvestres, sauces, y sobre todo pinos, cubren el Parque Nacional, un
espacio en el que están presentes el 40 por ciento de las especies de
anfibios y reptiles de España, el 39 por ciento de las aves y casi el 50
por ciento de los mamíferos.
Entre esa fauna, destaca la
presencia de especies como el águila imperial o la cigüeña negra -ambas
en peligro de extinción-, la nutria, el corzo, la cabra montés, la rana
patilarga, el sapo portero, el tritón jaspeado o las musarañas.
A
diferencia y en contraste con otros parques nacionales, donde la
ordenación del territorio ha avanzado condicionada por las propias
restricciones que impone la protección de un espacio con un importante
valor natural, la histórica presencia humana ha condicionado la actual
configuración de la Sierra de Guadarrama.
Asentamientos humanos,
carreteras, tendidos, infraestructuras turísticas o de
telecomunicaciones forman parte del paisaje del nuevo Parque Nacional o
de la zona periférica de protección que lo rodea, que incluye pistas de
esquí (Navacerrada o Valdesquí) o el complejo de antenas de la Bola del
Mundo, en el Alto de las Guarramillas, que quedarán "encapsuladas" en el
parque.
Las más de 33.000 hectáreas que integran el ya Parque
Nacional lo hacen en el quinto más extenso de España -superado sólo por
los de Sierra Nevada, Picos de Europa, Doñana y Cabañeros-.
El
decimoquinto parque nacional incluirá además los Sitios Naturales de
Interés Nacional de la Cumbre, el Circo y las Lagunas de Peñalara y de
La Pedriza del Manzanares, áreas singulares y populares como la cumbre
de los Siete Picos.
En sus inmediaciones o a pocos kilómetros se
encuentran lugares de interés histórico y cultural como el Palacio Real
de La Granja de San Ildefonso, el Monasterio de Santa María de El Paular
o el Castillo de los Mendoza (Manzanares el Real), una de las
fortalezas medievales mejor conservada de España. EFE
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