El programa Hoy no Circula,
una medida instaurada hace ya 23 años en el Distrito Federal para
reducir las emisiones y promover la modernización del parque
automovilístico en la capital mexicana, se encuentra en proceso de
revisión para intentar dar respuesta a los nuevos desafíos
medioambientales de la gran urbe, ahogada aún por los altos niveles de
ozono que amenazan la salud de sus habitantes . Cada año mueren en el país 14.000 personas
por enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica. Entre
las medidas que el organismo estudia poner en marcha a partir de 2014 se
encuentra aplicar la prohibición de circular un día a la semana a los
autos recién comprados (hasta la fecha el Hoy no Circula solo incluía a
aquellos con más de ocho años de antigüedad). En la actualidad, según
informa la propia Secretaría estatal, el 50% de las emisiones proviene
de vehículos que ya se encuentran en el programa y el otro 50%, de autos
nuevos y seminuevos (aquellos con holograma doble cero y cero).
Sin embargo, no todo el mundo está a favor. José Luis Lezama, investigador del Colegio de México,
ha considerado este domingo que la medida es un paliativo. “Va a sacar
de la circulación a autos relativamente en mejores condiciones que serán
sustituidos por otros en peor estado. Puede mejorar ligeramente el
tráfico, pero sólo será por corto tiempo. Toda la estructura urbana, el
desarrollo de la ciudad, las vías rápidas, segundos pisos están hechos
para incentivar al automóvil”.
“Todo el mundo quiere un aire de buena calidad pero nadie está dispuesto a bajarse del coche”, señala Medio Ambiente. Tal y como adelantó en entrevista a EL PAÍS el 23 de mayo
la titular de la cartera estatal, Tanya Müller, el objetivo ya no es
lograr un parque vehicular más joven (que de media es de 2005), sino
disminuir la cantidad de coches que cada día circulan por la capital,
muchos de ellos llegados de municipios vecinos. “Cada año se incorporan
200.000 vehículos nuevos que colapsan las vialidades, aunque mejoremos
la calidad del aire, el problema es también de movilidad, no podemos
tener a los coches parados 45 minutos”.
El profesor insiste en que “hay otras medidas más efectivas, más de
fondo, más estructurales que hay que tomar pero que no se lleva a cabo
porque no quieren, porque no son capaces o por temor a los factores de
poder. Una es exigir una mejor calidad de gasolina,
como está especificado en la normatividad oficial que desde el 2005
'obliga' a Pemex a vender combustible de mejor calidad. Otra medida de
fondo sería exigir a los fabricantes nacionales de automóviles y a los
importadores a vender autos en México con los mismos estándares
mecánicos y ambientales que los que se venden y circulan en Estados
Unidos y Europa. Los fabricantes nacionales venden autos para el mercado
nacional que no cumplen con los estándares estadounidenses y europeos;
son autos para circular en México, donde las normas mecánicas y
ambientales son más laxas. Los autos que se exportan sí cumplen con esas
normas; los que se venden en México son de segunda, no cumplen”.
Para poder aplicar medidas que restrinjan el uso del vehículo
privado, como la aplicación de una tasa para circular por determinadas
zonas de la ciudad, similar a la implantada en Londres o el “pico y hora
de Bogotá”, que prohíbe el tránsito durante parte de la jornada, Tanya
Müller insiste en que es imprescindible mejorar el transporte público.
En este sentido Lezama señala que “el transporte público,
de pasajeros y de carga, debe renovar su flota vehicular que es
obsoleta, contaminante, no cumple con normas mecánicas mínimas y es una
verdadera amenaza para la seguridad de los demás usuarios de la vía
pública, además de que, en el caso de los autobuses, microbuses y taxis,
no cumple con las normas mínimas de confort para los pasajeros que no
tienen otra opción para desplazarse por la ciudad”.
En esta dirección Medio Ambiente trabajará hasta el mes de noviembre con el Centro Mario Molina,
una fundación creada por el premio nobel de química mexicano, para
presentar un plan definitivo en enero de 2014. “Aún no sabemos cómo lo
haremos, si limitando el tránsito por horas, un día entero, o por
vialidades, pero estamos decididos a atajar el problema”
Los últimos episodios de crisis medioambiental en el DF,
donde ha habido hasta seis precontingencias por elevada concentración
de ozono en 2013, han propiciado la reacción de las autoridades. Esta
semana, el secretario federal de Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud,
anunció la creación de una Comisión Ambiental Megapolitana, que incluya a
los Estados de México, Distrito Federal, Morelos e Higalgo, a fin de
tratar con mayor perspectiva el problema. La primera reunión ya ha sido
celebrada, según confirma la Secretaría de Ciudad de México.
No hay comentarios:
Publicar un comentario