El berberecho común, Cerastoderma edule, la variedad más
cotizada de este molusco autóctono de Galicia, se da por desaparecido en
la Ría de Arousa, donde su extracción representa más de la mitad de
toda la producción marisquera. A los efectos desastrosos en términos
económicos que se prevén por el derrumbe de la actual campaña, se suma
la máxima preocupación de los biólogos del Centro de Investigaciones
Mariñas (CIMA) de Corón al descubrir la causa. Se trata de una nueva
especie de parásito del género Marteilia, que resulta solo
mortífera para el berberecho común y que se ha detectado ahora, por
primera vez, en bancos gallegos de moluscos.
Aunque todavía se desconoce la forma de penetración del potente
agente infeccioso, los biólogos barajan tres posibles vías, todas ellas
foráneas. Una posibilidad es que el parásito hubiese llegado entre
alguna partida de berberecho contaminado, incluso también en lotes de
almejas importadas, o que haya entrado a través del agua que liberaran
los lastres de los barcos. La Xunta ya se ha apresurado a hacer
controles para frenar la epidemia y ha puesto en marcha un proyecto de
regeneración de la población de berberecho afectada, pero los
resultados, si habrá o no supervivencia de berberechos, será una
incógnita hasta septiembre. Será entonces cuando se informe al sector
del estudio y sus conclusiones, en el que se constata la aparición de
esta nueva enfermedad que se ha extendido con enorme virulencia. Este
patógeno ya había sido detectado en zonas de Cataluña y Francia, pero no
tenía nombre hasta ahora, ya que acaba de ser propuesto en el estudio
presentado por biólogos del CIMA a la comunidad científica de expertos
para que lo avale.
Antonio Villaba, doctor en Biología y experto en enfermedades de
moluscos, es el responsable de este estudio y del plan urgente de
actuación para reclutar berberechos sanos que se está desarrollando.
Admite que la preocupación es máxima pero confía en poder frenar la
epidemia para que no se extienda a otras rías. “Estamos realmente
preocupados porque este parásito es muy agresivo y ha exterminado el
berberecho en la Ría de Arousa, pero es pronto para saber si habrá
resultados del seguimiento y de la repoblación de individuos sanos que
se está realizando”, indicó.
Villalba ha explicado que los controles en los que de detectó el
parásito se hicieron en abril del pasado año, coincidiendo con la
primera alarma que dio el sector al constatar que tras el desove del
berberecho en primavera no había fijación de la larva. Poco a poco se
fueron contagiando las zonas de extracción, desde Ribeira y Rianxo hasta
los lombos del Ulla, Carril, Vilaxoán y Cambados. Solo se ha localizado
una pequeña área en Dena, en aguas de O Grove, que por el momento se ha
salvado del contagio. El patólogo de la Xunta afirma que, hasta el
momento, el parásito no se ha detectado en las rías de Pontevedra, Vigo y
Muros-Noia, esta última es la principal productora de berberecho común,
seguida por las concesiones acotadas por la Agrupación de Productores
de Carril y Cambados que sí están afectadas.
Los biólogos también han constatado que el agente infeccioso no
afecta a la población de la otra variedad de berberecho que convive en
las zonas marisqueras, el Cerastoderma glaucum, llamado
popularmente birollo. Esta especie es más fuerte y resistente al
parásito por lo que está ganando terreno al multiplicarse con mayor
rapidez. La epidemia ha causado desconcierto y alarma en el sector,
donde ya se ha advertido que la proliferación del hermano pobre del
berberecho está alterando la producción de los bancos marisqueros. A la
espera de conocer los resultados concluyentes de los expertos, los
portavoces de la cofradía reclaman la intervención de la Xunta para
frenar la catástrofe económica que se avecina que acusarán miles de
familias de mariscadores de la ría.
“Sin ríos sanos, no hay marisco”
El biólogo y responsable del estudio científico para controlar la
epidemia que ha causado el exterminio del berberecho común en Arousa
descarta cualquier otro factor como la contaminación de las aguas que
haya podido debilitar el molusco afectado, tal y como han apuntado
portavoces del sector. Antonio Villalba asegura que las lecturas de los
controles que se han realizado en varios puntos de la ría alejan de
forma rotunda esta posibilidad. Sin embargo varios representantes de los
mariscadores insisten en que la contaminación ambiental sigue siendo un
problema para la supervivencia de bivalvos en la ría, aunque todavía no
conocen el avance de conclusiones del estudio sobre la detección del
parásito ni las analíticas en las que se descartan indicios de
contaminación.
El presidente de la Federación de Cofradías de Galicia y patrón mayor
de Cambados, Benito González, cree que en la eliminación de las
poblaciones de berberechos incide el pésimo estado de los ríos en cuyas
desembocaduras se reproduce el molusco. Estos hábitats naturales del
berberecho reciben el agua contaminada del Ulla o el Umia donde han
proliferado los cultivos agrícolas en sus márgenes y el empleo de
sustancias químicas como fertilizantes y herbicidas que se filtran al
agua.
“Si no hay ríos sanos no hay berberecho y hay que replantearse el
impacto que tiene aprovechamientos hidroeléctricos como los del Umia
porque el daño supera a los beneficios que reportan y la construcción
del embalse de Caldas ya hemos dicho que fue negativo”, afirma Benito
González. “Si en septiembre no hay indicios de recuperación esto será
una debacle”, añade.
En la misma línea se ha pronunciado el presidente de la Agrupación de
Parquistas de Carril, José Luis Villanueva, que ha exigido una
respuesta a la Consellería do Mar para frenar esta mortandad y medidas
paliativas contra la contaminación. “No hay indicios, ni una larva que
indique signos de recuperación y son los políticos los que tiene que dar
una respuesta a este desastre y buscar la solución”, apuntó.
En Noia, el patrón Santiago Cruz, también cree que hay que revisar la
salubridad de los ríos porque en ellos está la clave del marisqueo:
“Esto es una asignatura pendiente de todas las Administraciones porque
focos contaminantes los sigue habiendo y no se han corregido”. Cruz
confirmó que se están realizando seguimientos para controlar los viveros
de la amenaza del parásito. “Por ahora no hemos activado la alerta pero
es una epidemia que nos podría afectar también a nosotros lo que
causaría una mayor desgracia que la acción de diez Prestige”, advirtió.
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